Fallece el gran diseñador albaceteño Matías Montero, el último continuador de Balenciaga

Matías Montero comenzó su carrera en el mundo de la moda de la mano de afamados modistos como Manuel Ibáñez o Balenciaga. Tras consolidar sus conocimientos en Alta Costura en París, donde compartió oficio con personalidades como Givenchy, Dominique Sirop, Óscar de la Renta, Roger Clemont o Úngaro, montó su propio estudio en Madrid. En la capital de España creaba sus colecciones y proyectaba sus desfiles, tal y como siguió haciendo hasta el final de su vida.

Casi cuarenta años de trayectoria avalan la perfección y el buen hacer del modisto. Fue distinguido con numerosos premios. Entre los galardones que recibió cabe destacar el Trofeo de Calidad y Excelencia en la Gestión Empresarial otorgado por La Goldén Group Corporation y el Golden Group Magazine de París.

Cuarenta años de trayectoria

A lo largo de las últimas décadas, Matías Montero ha sido el modisto de la nobleza española e incluso ha vestido a miembros de distintas casas reales. Por otro lado, su bien hacer valió para granjearse el beneplácito de las grandes artistas nacionales e internacionales que sumarían un largo etcétera. Y no solo en el sector femenino, sino también en el masculino. Caballeros de la alta sociedad española y un gran elenco del cuerpo diplomático internacional han confiado en la aguja del maestro albaceteño.

Para él han desfilado algunas de las mejores modelos de las últimas décadas como Juncal Ribero, Verónica Hidalgo, Elisabeth Reyes, Natalia Zabala, Patricia Rodríguez o la Miss mundo Ivonne Orsini. Sin duda, un recuerdo especial merece la mítica Paquita Torres que fue su primera musa. Torres fue Miss España 1966 y Miss Europa 1967.

Matías Montero

Para el periodista albaceteño Emilio Martínez "Albacete en particular y el mundo en general es peor desde ayer domingo: ha muerto Matías Montero. Y es justo y necesario echar mano de un tópico que en su caso es absolutamente real: su bonhomía a tope, en grado máximo. Más allá de sus méritos como modisto de relevancia internacional -fue el discípulo favorito de Balenciaga- con múltiples personajes a los que vistió, el albaceteño era por encima de todo un ser excepcional, volcado siempre con los demás".

Gran defensor de su tierra natal

Este gran amigo de la familia nos cuenta como "Echaremos mano de otro tópico: de casta le viene al galgo. Porque heredó la bonanza de sus padres, Fidel y Juana, y la compartió con todos sus hermanos -uno de ellos, Juan, el torero de mayor clase que haya dado Albacete-, de los que sólo queda Rosa, tan volcada siempre en cuidarlos. Y a la que ahora le aconsejan las buenas gentes paisanas que es hora de que se cuide ella. Matías, y el que suscribe ha sido afortunado testigo por gozar de su amistad, sólo ponía una condición cuando ayudaba: que no se sepa, que no se haga público, porque le daba vergüenza."

También destaca la defensa a su tierra: "No podía finalizar estas líneas de tan maravilloso personaje, que sólo presumía de su tierra -en la que las autoridades no le valoraron lo suficiente; ea, así somos o son- sin recordar sus viajes a Lourdes no sólo acompañando a los enfermos, sino ayudándoles como un voluntario más. Porque le salía del alma, y siempre olvidándose de que él era un grande como modisto y también como personaje, sí, pero aún más grande como ser humano. Albacete en particular y el mundo en general es peor desde ayer domingo. Descanse en Paz este adalid de la bonhomía. Amén.".