19 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

Rescatadas en las excavaciones del Cerro del Molinete, en Cartagena, han sido cuidadosamente restauradas

Musas, una excepcional muestra que acerca cuatro extraordinarias pinturas romanas al público de Madrid

El Museo Arqueológico Nacional expone hasta el próximo 9 de diciembre 3 excepcionales retratos del siglo I d.C y una inscripción del siglo III d.C, en una oportunidad única hasta su exposición definitiva en Cartagena

La sala de exposiciones temporales del Museo Arqueológico Nacional  nos trae una excepcional muestra que acercará al público a través de cuatro pinturas del siglo I d.C al III d.C a la colonia romana de Carthago Nova.

Las obras que forman la exposición son el resultado de las excavaciones llevadas a cabo en el Parque Arqueológico del Molinete en Cartagena, uno de los trabajos arqueológicos más recientes y punteros que hay actualmente en España. La excavación del Molinete está proporcionando nuevos datos sobre la historia y cultura cartaginesas,  y estas bellas muestras de su recuperación y restauración podrán ser contempladas en el Museo Arqueológico Nacional, entre el 2 de octubre y el 9 de diciembre de 2018, antes de ser llevadas a su emplazamiento definitivo en el futuro Museo del Molinete de Cartagena.

Creación, reutilización y hallazgo arqueológico

Las obras que conforman la muestra provienen de un ambiente público, fueron halladas en el interior de una habitación del Edificio del Atrio del Molinete y debían estar colocadas en la zona superior de las paredes. El Edificio del Atrio, construido a mediados del siglo I y con cuatro grandes aulas en torno a un patio central (atrio), fue posiblemente la sede (schola) de una corporación de gentes quizás vinculadas al comercio y a los cultos a los dioses Isis y Serapis, celebrados en un santuario adyacente.

A inicios del siglo III el edificio fue reformado y varias de sus aulas se compartimentaron para crear pequeños ambientes decorados con pinturas. En uno de ellos se reutilizaron varios cuadros del siglo I con Apolo y las Musas y en otro se pintó un texto conmemorativo que permite fechar la reforma en el año 218 y reabrir el debate sobre la crisis de la colonia en los siglos II-III.

Musa Tersícore

La ubicación donde fueron halladas las pinturas no fue sin embargo su colocación originaria, los cuadros debieron ser extraídos de otro ambiente no identificado, presumiblemente en el momento en el cual este fue amortizado en una nueva sistematización del edificio. Extracciones y reutilizaciones de pinturas son conocidos tanto por hallazgos arqueológicos como por los textos antiguos, que describen estas operaciones en conexión con elementos de particular mérito, o especialmente significativos por la naturaleza del edificio en el cual habían sido colocados.

Un Museion en Carthago Nova

La suposición de que la pintura de Apolo estuvo acompañada por las representaciones de las Nueve Musas hace imaginar que el ambiente originario fue de dimensiones notables, algo inusual en otros ejemplos de este tipo. En las operaciones de extracción y remontaje algunos cuadros pudieron perderse, o bien las dimensiones del nuevo ambiente pudieron no haber consentido la reutilización del ciclo completo de diez figuras.

Ciclos con Apolo y las Musas conocieron un favor particular en Italia a partir de mediados del siglo I d.C. en ambientes en los cuales la presencia  del   dios   acompañado  de  las  figuras femeninas, que protegían y simbolizaban diversas artes, debía recrear un ambiente cultural (Museion) adaptado a las funciones convivales que en ellos se desarrollaban.

Por la calidad del estilo y de la técnica pictórica, los cuadros se pueden paralelizar a los numerosos testimonios conocidos de los centros vesubianos proponiéndose, por tanto, una datación en torno al siglo I d.C.. El virtuosismo de la técnica pictórica, definida por superficies delicadamente alisadas y por el uso de colores de particular prestigio como el denominado “azul egipcio”, ampliamente usado, por ejemplo, en la vestimenta celeste de Callíope, demuestra que se trata de un encargo importante. Por las características estilísticas parece que el trabajo fue ejecutado por diversas manos, quizá artesanos de procedencia itálica, o formados en este ambiente, como se observa confrontando la ejecución del rostro del dios Apolo con la más plana del rostro de Callíope.

Un hallazgo, un contexto

La fecha de la reutilización de los cuadros se puede establecer gracias al hallazgo, en los contextos de derrumbe de los paneles, de un fragmento pictórico con parte de una inscripción pintada de la que sólo se conserva la parte final. Dicha inscripción contiene la datación consular con los nombres del emperador Heliogábalo y el senador M. Oclatinius Adventus con el siguiente texto, fechado entre el 8 de junio y el 31 de diciembre del año 218:

Se desconoce aún si la conservación de las tres figuras es casual o si corresponde a la situación originaria: las Musas endosan de hecho vestimentas de colores contrastados y están vueltas en direcciones opuestas, como para encuadrar la figura del dios de dimensiones menores. Los cuadros se han conservado con toda probabilidad gracias a su calidad técnica, pero puede deberse también a la voluntad expresa de conservar la memoria del ambiente originario y de las funciones a las que estuvo destinado.

 

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