19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Playas paradisiacas, pasado colonial y gastronomía sorprendente

Diez Razones por las que viajar a Filipinas

Este año se cumple el 120 aniversario de la pérdida de las últimas colonias de España. Un aniversario que debería ayudarnos a acercarnos a países que hasta no hace tanto formaban parte de España. En algunos, como Puerto Rico y Cuba, los vínculos son muchos claros, pero en otro, se han dejado diluir con el tiempo, como es el caso de Filipinas. El archipiélago asiático es una gran desconocida para casi todos, incluso para muchos españoles que viajan a países cercanos como Tailandia o Vietnam, pero ofrece una enorme variedad de posibilidades para el viajero. Os las resumimos en 10 puntos:

1. Filipinas no está masificado

A diferencia de otras capitales como Tailandia o Vietnam, en las que pasear por sus calles termina siendo una aventura en la que tienes que esquivar a ingleses y australianos embriagados, o lidiar con taxistas que te obligan a dar vueltas imposibles; Filipinas es un lugar que todavía no tiene que pagar las consecuencias que sufren los destinos masificados, por lo que resulta más sencillo encontrar rincones para explorar.

2. Sus playas y su fondo marino son espectaculares

Ofrece algunas de las playas e islotes más increíbles del mundo, y en sus cristalinas aguas se pueden descubrir decenas de especies animales que nadan despreocupados a nuestro alrededor. La White Beach de Boracay es una de las playas más emblemáticas del país.

Respecto a su fondo marino podemos disfrutar de los Tiburones zorro en Malapascua, los arrecifes multicolor en Mindoro y Tubbataha, o los jardines de coral en Anilao. Además, puede hacer inmersiones nocturnas para ver especies fosforescentes.

No obstante, la experiencia más impresionante sin duda es nadar en las aguas de Donsol junto a ‘los gigantes apacibles’ nombre con el que se conoce a los tiburones ballena.

Playa de arenas blancas en Cebú

3. Podemos descubrir tesoros escondidos

Para los fanáticos del submarinismo, en el fondo del mar también podemos encontrar reliquias como el carguero japonés Olympia Maru, que yace enterrado en el suelo marino y está repleto de peces globo y tortugas gigantes; o proyectiles norteamericanos procedentes de la Segunda Guerra Mundial.

4. Una lengua fácil de aprender

Se trata de una lengua llamada tagalo que entremezcla algunas palabras como ‘Basura’, ‘coche’, ‘tenedor’ o ‘enero’, sonidos hispánicos que, tras la llegada de los españoles a Filipinas, los indígenas adaptaron a su propia lengua.

5. Olores y sabores intensos

Una de las frutas más famosas de la zona es el Mango, de hecho, en 1995 el mango filipino entró a formar parte del récord Guiness como la fruta más dulce y jugosa del mundo.

También es muy conocido en Filipinas el durián, prohibido en hoteles, autobuses y restaurantes por su fuerte aroma, este fruto maloliente tiene potentes propiedades afrodisíacas y es muy nutritivo. Otra opción para los más atrevidos es el balut, un huevo fertilizado con un embrión dentro que tiene un alto nivel en proteínas.

6. Las formaciones geológicas parecen de otro planeta

Dos paraísos naturales de obligada visita son las famosas Colinas de Chocolate en Bohol, formadas por 1.268 montañas simétricas; y las terrazas arroceras de Banaue, que fueron construidas hace más de dos mil años y son consideradas como unas de las ocho maravillas del mundo.

Además, el archipiélago cuenta con 37 volcanes repartidos por todo el territorio, por lo que puedes hacer una excursión y admirar su belleza. Los amantes del trekking tendrán varias opciones para disfrutar. El imponente Monte Pinatubo es una de las mejores alternativas, aunque también es conveniente visitar el volcán Taal, el más pequeño de Filipinas.

Formaciones karsticas en la isla Korón

7. Manila respira pasado colonial

El interior de la capital nos evoca al pasado español del país, una ciudad amurallada que data del año 1571. En ella puedes visitar numerosas tiendas artesanales y enormes patios interiores. Una zona tranquila donde puedes descansar y relajarte paseando por sus calles.

Ciudad colonial de Manila

8. Los 'jeepneys' te llevan a todas partes

Estas fantásticas furgonetas de colores chillones y repletas de mensajes escritos son jeeps militares que pertenecieron a las tropas norteamericanas de la Segunda Guerra Mundial y que han sido recicladas como autobuses. Tienen capacidad para 20 personas y recorren pueblos y ciudades por tan sólo 14 céntimos el trayecto.

9. Puedes practicar costumbres ancestrales

Otra opción de viaje es ir a conocer los poblados indígenas. Los aetas son personas amables y acogedores que viven en las montañas de Luzón y tienen un característico cabello rizado, piel oscura y estatura baja. Puedes pasar la noche en una de sus aldeas y compartir con ellos sus creencias y modo de vida.

10. Si echas de menos España puedes ir a un bar español

Dado que los españoles pasaron ni más ni menos que 333 años en Filipinas, una influencia que aún se aprecia es la cantidad de restaurantes españoles en Manila. Si quieres conocer uno de los que mejor comida tradicional española ofrece, dirígete a ‘Las Flores’, en pleno centro de la capital.

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