Vicente Ruiz 'El Soro': He visto la muerte de cerca en muchos momentos.
La Generalitat Valenciana galardona ahora al diestro de Foyos por su brillante y longeva trayectoria
El mítico torero valenciano Vicente Ruiz, "el Soro", de 59 años, conocido por ser el único superviviente de la tragedia de Pozoblanco (Córdoba), ha sido distinguido por la Generalitat Valenciana con el galardón 'Va de Bous'. Elcierredigital.com se ha puesto en contacto con el torero, quien ha querido mostrar su alegría por recibir este premio, hacer un repaso de su vida como torero y explicar cómo se encuentra de salud en estos momentos.
Acerca del premio ‘Va de Bous’ Soro comenta que lo recibirá “el día 10 de marzo. Nunca es tarde si la dicha es buena. Me llega en un momento bueno de mi vida, porque nos hacemos mayores y todos los recuerdos que nos aporten de admiración se acogen con un cariño tremendo. Yo, la verdad, es que no me lo esperaba pero sé del cariño que me tienen en Valencia, donde parece que el ‘Sorismo’ es una religión. Me siento muy querido por el pueblo”.
También nos cuenta que “la Diputación de Valencia ha hecho un documental sobre mi vida, de los últimos cuarenta años, de hora y media de duración. Luego habrá una cena que organiza el ayuntamiento de Foios y pasaremos un gran día, entre aficionados, el presidente de la diputación, compañeros de la profesión y la familia, que es lo más importante”.
Su afición por el toreo empezó desde niño. “En casa éramos nueve hermanos y yo lo llevaba en los genes. Desde bien pequeño siempre estaba con el capote y una muletita. Mi padre era un aficionado extraordinario, había sido novillero, luego fue torero cómico y nos trasladó ese amor y esa pasión por la fiesta de los toros. Lo vivimos todos en mi casa muy intensamente. Yo fui el tercero de mis hermanos que quiso ser torero y, a pesar de ser el que en un principio menos condiciones tenía para serlo porque era más gordito, con el tiempo fui el que más condiciones reuní y estuve tocado por esa varita de la providencia y triunfé como torero, no solo en Valencia sino en todo el mundo.
“Tuve una carrera exitosa en España y América, en la que toqué todos los palos del arte de la tauromaquia, y los toqué bien, porque mi relación con los toros fue muy buena y con los aficionados maravillosa” añade Vicente Ruiz.
Respecto a sus hazañas en el mundo del toro, cabe destacar su fuerte competencia con José María Manzanares, Paquirri o Dámaso González; los “No hay billetes” del cartel de los banderilleros junto a Víctor Mendes y Luis Francisco Esplá; o los mano a mano con Espartaco y Enrique Ponce.
Estas referencias marcaron una carrera que arrancó el 14 de marzo de 1982 en la plaza de toros de Valencia, cuando Paco Camino le dio la alternativa en presencia de Pepe Luis Vázquez, y se truncó con la lesión de rodilla que padeció en abril de 1994 en Benidorm, en su momento de plenitud profesional, cuando se rompió los ligamentos de la rodilla izquierda que le apartaron de los ruedos.
Preguntado por el momento de su trayectoria con el que se queda “el Soro” responde que con el que está ahora mismo porque se siente orgulloso de haber vuelto al ruedo. “Yo he pasado 20 años de sequía, con muchas operaciones. He sufrido mucho. Me he tirado muchos años en silla de ruedas. Pero volví a torear, hice una proeza extraordinaria. Lo que parecía imposible y una barbaridad, yo lo hice realidad. Fue un milagro de Dios que pudiera volver a torear. Y el mensaje va mucho más allá. El mensaje es que el que quiere, puede,. Que la vida no es fácil, que hay que tirar con lo que se tiene y que hay que ser valientes. A cada uno nos toca una cruz y no hay que desesperarse, hay que tener esperanza, que la vida es muy bonita y por los que nos quieren tenemos que hacer las cosas bien y ser agradecidos con la vida”.
El torero nos explica que tras 64 operaciones con anestesia general está un poco cansado. “Espero que esta operación sea la última. Espero que con la prótesis ya pueda mantener la pierna porque de lo contrario, puede que me tengan que amputar por debajo de la rodilla. Esta es la última opción, pero es posible que pueda pasar. Yo me he puesto en manos de Dios y de la ciencia y lo que tenga que ser, será. Y si hay que vivir sin pierna pues tendrá que ser así, lo importante es vivir y seguir en este mundo que es maravilloso”.
Y cuenta a este medio cómo fue su experiencia al borde de la muerte. “Yo he tenido tres infartos torácicos de pecho y una sepsis. He visto la muerte muy de cerca en muchos momentos. Pero sí que es verdad que esta última, con la sepsis, estuve más para allá que acá. Me dieron la extremaunción, me casé, me puse en manos de Dios y finalmente me salvé. Estuve tan grave que mi parte médico habla de la ‘resucitación del paciente’, así que estoy aquí de milagro, no sé por qué, pero todo el tiempo que tenga lo voy a vivir con toda la intensidad, intentando disfrutar al máximo de este mundo que es maravilloso” relata.
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