Veinte años sin la cantante cubana Celia Cruz, la gran diva de la música tropical
La intérprete de 'La vida es un carnaval' murió el 16 de julio de 2003 a los 77 años de edad tras una dura enfermedad
El período estival del año 2003 fue uno de los más calurosos de la historia. También fue el verano en el que don Felipe de Borbón y la excomunicadora asturiana Letizia Ortiz Rocasolano paseaban su amor por un crucero que surcaba las aguas del Mediterráneo.
También fue un verano de grandes pérdidas, ya que el 16 de julio la música latina despedía a una de sus más notorias intérpretes. La diva tropical Celia Cruz fallecía en su casa de Fort Lee (Nueva Jersey) a los 77 años de edad tras una larga y dura lucha contra un tumor cerebral que mermó su salud.
La diva de la música tropical
Al igual que el Partido Comunista cubano, Celia Cruz llegó al mundo el 21 de octubre de 1925 en Santos Suárez, una de las barriadas más pobres de La Habana. Hija de Simón Cruz, un fogonero de ferrocarril, y Catalina Alfonso Ramos, ama de casa, la intérprete pasó gran parte de su infancia junto a sus tres hermanos y sus primos.
La música despertó en ella gran pasión desde pequeña, disfrutando mientras observaba a las orquestas que tocaban en los míticos cafés cubanos. Firme en sus convicciones, renegó de la autoridad de su progenitor que quería alejarla del deseo de ser cantante y aunque decidió estudiar magisterio no finalizó la licenciatura e ingresó en el Conservatorio Nacional de Música.
Sus inicios en la música no fueron fáciles pues la intérprete se abrió paso junto a ‘compañeros’ como Tito Puente, Carlos “Patato” Valdés o Ray Barretto y comenzó a actuar en las corralas habaneras y en programas de la radio nacional como La hora del té o La corte suprema del arte. La joven comenzaba a hacerse notar en La Habana y junto a la formación Sonora Matancera logró el primer puesto en algunos concursos que se organizaban para talentos noveles.
Durante la década de los cincuenta Cruz ya era toda una diva de la música tropical, que popularizó los ritmos musicales como el son, el son montuno, el guaguancó, la rumba, la guaracha y el bolero. Tras el estallido de la Revolución Cubana en 1960 la cantante viaja a México y posteriormente a Estados Unidos. Jamás volvió a su país y, además, se convirtió en uno de los muchos rostros que alzaron la voz contra el régimen cubano en el exilio.
Triunfo como solista
Precisamente fue durante su exilio cuando su carrera musical comenzó a despegar y, tras abandonar el grupo, desarrolló una fulgurante trayectoria como solista. En 1965 lanzó su primer disco, Canciones que yo quería haber grabado primero, al tiempo que adoptó la nacionalidad estadounidense tras permanecer durante cinco años en Estados Unidos como refugiada política.
Los éxitos de Cruz no cesaban. Entre los temas más recordados de la cantante figuran 'La vida es un carnaval', 'Guantanamera', 'Quimbara' o 'La Negra tiene tumbao'. Además de convertirse en un mito, puso de moda expresiones como '¡Azucar!'.
El arte, su voz tan característica y la alegría que desprendía la reina de la salsa llamaba la atención entre el público masculino aunque solo se le llegó a conocer un amor. Contrajo matrimonio en 1962 con su trompetista, Pedro Knigth.
Moneda propia
En febrero de 2023, la intérprete de 'La vida es un carnaval' se convirtió en la primera mujer latina en recibir un homenaje a través del programa ‘American Women Quarters’, una serie de monedas de cuarto de dólar estadounidense donde están acuñadas mujeres representativas de la historia del país.
Según un anuncio de la Fábrica de Monedas de Estados Unidos, Cruz tendrá su propia moneda de 25 centavos de dólar, tal y como ha ocurrido con Patsy Takemoto Mink, la primera mujer de color que ocupó un escaño en el Congreso; Mary Edwards Walker, defensora de los derechos de la mujer y cirujana de la época de la Guerra Civil; la poetisa, activista y abogada Pauli Murray; y la escritora, compositora y educadora indígena americana Zitkala-Ša.
"Todas las mujeres homenajeadas han vivido vidas notables y multifacéticas, y han tenido un impacto significativo en nuestra nación a su manera única", afirmó Ventris C. Gibson, directora de la Casa de la Moneda, en un comunicado. Además, añadió que “estas mujeres fueron pioneras del cambio a lo largo de sus vidas, sin ceder al statu quo que se les impuso. Al honrar a estas mujeres pioneras, la Casa de la Moneda continúa conectando América a través de monedas que son como pequeñas obras de arte en su bolsillo”.
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