Teatro Circo de Albacete: un tesoro que podría ser Patrimonio de la Humanidad.
Inaugurado en 1887, es el coliseo teatral circense operativo más antiguo del mundo.
La provincia de Albacete tiene entre sus edificaciones un tesoro que muy pronto podría pasar a ser considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Entre los atractivos que este territorio ofrece a sus visitantes, destaca el Teatro Circo, una maravilla de la arquitectura teatral circense neoárabe que fue inaugurada el 7 de septiembre del año 1887 y que goza del privilegio de ser el coliseo teatral circense operativo más antiguo de todo el mundo.
Su decoración interior de estilo neoárabe, con sus arcos de herradura y las yeserías de ataurique entre las columnas, con sus leyendas en escritura cúfica donde puede leerse Wa-la galib illa Allah (No hay más vencedor que Dios) son, sin duda, una muestra de la belleza y el cariño con los que esta edificación fue construida. De hecho, estas escrituras también aparecen en algunas salas de la Alhambra de Granada.
Además de su antigüedad, el Teatro Circo de Albacete es el único teatro de España que mantiene esta doble funcionalidad escénica ya que permite acoger tanto espectáculos teatrales como circenses, una capacidad que logró recuperar en el año 2002 cuando finalizó su rehabilitación. Pero esta no fue la única mejora lograda durante el proceso puesto que también se logró excavar un sótano de ocho metros de profundidad en cuyo interior se ocultan los asientos del patio de butacas cuando se despliega la pista del circo.
Pero si hay algo que últimamente haya logrado destacar en este emblemático lugar, son las piezas del antiguo Teatro Circo recuperadas durante sus procesos de remodelación y puesta a punto. Gracias a ellas, los amantes de las artes escénicas pueden realizar un viaje en el tiempo y apreciar en su museo lo que en su día fue este coliseo de la cultura.
Parte de estos objetos, como antiguas máquinas de cine, extintores del siglo pasado, equipos de radio para intercomunicación dentro del teatro, curiosidades de atrezzo o carteles promocionales de gran antigüedad, han sido apreciados por los aficionados en la jornada de puertas abiertas que celebró el Teatro Circo el pasado mes de mayo. Para disfrute de todos los que no pudieron asistir, la totalidad de las piezas será expuesta en una zona de museo habilitada en el sótano del edificio, junto al Teatrito, lugar que conserva parte de las butacas originales del año 1887.
Por si estos alicientes fueran poco, el portal Cuentos de Cine, dedicado a dar a conocer las características del cine albacetense del siglo pasado, ha “desempolvado” los cuadernos de los Márquez, otra joya que refleja la importancia histórica que este lugar ha tenido en el desarrollo de la cultura en nuestro país.
Francisco Márquez y su hijo fueron dos operadores de cine que trabajaron en el Teatro Circode Albacete desde mitad de los años cincuenta hasta el 31 de diciembre de 1985. Durante estos treinta años, ambos trabajadores plasmaron en unas libretas, de forma manuscrita, la historia de la aventura del Teatro Circo como sala cinematográfica, película a película y año tras año.
Desde el año 1901 las proyecciones cinematográficas fueron más o menos estables en el Teatro Circo. En sus inicios, el cine mudo acompañado por pequeñas orquestas era el protagonista aunque, en el año 1934 y tras algunos retrasos, el cine sonoro fue proyectado por primera vez en esta sala.
Tal y como recuerda uno de los autores de estos cuadernos, que comenzó a formar parte de la sala en los años cincuenta, las jornadas de trabajo eran interminables, eran pocos los días en los que lograban librarse de trabajar en la cabina de operadores que en ese momento parecía un horno dentro de la sala de cine. De hecho, debido a la gran habilidad de los empresarios cinematográficos, Albacete fue una de las ciudades en las que más premières se realizaron.
En el año 1985 y tras lograr hitos históricos, como la proyección de Rumbo, la primera producción española en color, las 123 proyecciones de la película E.T o la presentación del cinemascope entre otros, la sala de cine proyectó su última película para ser clausurada posteriormente.
La solicitud para que el Teatro Circo de Albacete logre un reconocimiento tan importante como es ser Patrimonio de la Humanidad ha sido impulsada por la Asociación Nacional de Amigos de los Teatros Históricos de España(AMIThE), presidida por Javier López-Galiacho. Gracias a su labor, la solicitud ha logrado el apoyo de la Confederación de Empresarios de Albacete (FEDA) o de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), que han querido mostrar su apoyo y colaborar para que se reconozcan los méritos históricos y artísticos de la que es la única muestra de la arquitectura teatral circense de España.
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