La saga Suárez, 91 años del 'líder': Ahijados mediáticos y una herencia complicada
Adolfo Suárez, expresidente, tuvo cinco hijos con Amparo Illana y fue padrino de Rodolfo Sancho.
A mediados del mes de julio de 1976, la portada de la histórica revista 'Cambio' le sacó a él junto al titular 'Presidente por sorpresa' y un rótulo bastante humillante para los nostálgicos de la dictadura, que se negaban a aceptar aquel giro radical que había dado la política nacional. El título rezaba 'Arias, las últimas horas'. España inauguraba una nueva etapa para la política española y, el recién nombrado presidente del Gobierno se había propuesto que "podía prometer y prometía". Una frase que pasó a la posteridad de la historia gubernamental española.
Este 25 de septiembre Adolfo Suárez González habría cumplido 91 años. Un joven conocido entre los círculos franquistas, ambicioso y prometedor político nacido en el seno de una familia humilde, originaria de la localidad abulense de Cebreros, superó con creces las expectativas que el rey don Juan Carlos tenía en él. Junto al monarca forjó una amistad marcada por los altibajos, aunque el vínculo entre ambos era fuerte.
El afecto que el monarca le profesaba dejó una fotografía entrañable (idea del cantante Julio Iglesias) en el año 2008. Don Juan Carlos decidió entregarle el Toisón de Oro y, en compañía de la Reina Sofía acudió hasta su residencia, ubicada en la colonia madrileña de La Florida. Aunque en un primer momento el político no logró reconocerle, tras un irónico "¿Quién voy a ser, idiota?" del Emérito, echaron a andar y rememoraron viejos tiempos. La enfermedad neurodegenerativa que sufría aceleró la pérdida de memoria del que fuera el 'hombre de la transición'.
Su cercanía y su carácter dialogante cautivaban a mandatarios y coetáneos. Podía mantener largas conversaciones con líderes de la oposición. Compartía cigarrillos con Felipe González y charlas secretas con el líder comunista Santiago Carrillo, ya que el pasado republicano de su padre y de su abuelo le acercaron al político gijonés. Es más, una de las acciones clave durante el gobierno de Suárez y fundamental en el transcurso de la Transición Española fue la legalización del Partido Comunista. En pleno sábado de gloria.
Como líder de UCD se consagró como uno de los líderes políticos más aclamados y su mandato al frente de CDS le retiró del ámbito político por el fracaso electoral que sufrió. Junto a Gutiérrez Mellado y Carrillo permaneció digno frente a los militares que bajo las órdenes del coronel Antonio Tejero tomaron el Congreso de los Diputados el 23 de febrero de 1981.
El 24 de marzo de 2014 el mito político fallecía a causa de una infección respiratoria derivada de una neumonía que padecía. Durante los últimos años, su estado de salud se había mermado en gran medida, no era capaz de reconocer a sus hijos y creía que su su hija Mariam continuaba con vida.
El clan se mantuvo unido incluso cuando la enfermedad atacó sin piedad a algunos miembros de la saga. A día de hoy, la dinastía se encuentra dividida en torno al título del Ducado de Suárez que ostenta Alejandra Romero, primogénita de Mariam y que ha generado la ruptura entre Adolfo Suárez Illana, hijo mayor del político, y su sobrina.
El día en el que Suárez 'cabreó' a Don Juan Carlos
El 29 de enero de 1981 fue uno de los días más duros para Adolfo Suárez. A principios de la década de los ochenta la popularidad del político abulense había disminuido. Se había convertido en el principal enemigo del sector militar tras la legalización del PCE, ya no tenía la confianza de su partido y el PSOE le acosaba de manera continua.
Aquel cúmulo de circunstancias que mermaron su carrera política le obligaron a tomar una difícil decisión. "Sabía que tenía enfrente a los militares, al PSOE, a mi partido, pero ahora, Sabino, tengo también al Rey en contra mía”, reveló el expolítico a Sabino Fernández Campo, exjefe de la Casa Real a su salida del despacho del rey Juan Carlos I tras comunicarle su dimisión. A partir de aquel día, la relación de amistad entre el Emérito y el que fuera líder de la UCD se quebró.
El vínculo que unía a Suárez con el rey, a quien en la intimidad llamaba Juanito, se había vuelto frágil. El líder político no era ajeno al distanciamiento del monarca y le comentó a Fernández Campo que “se mostraba muy distante con él”. Tras aquella reunión, el emérito no buscó convencer a Suárez de revocar su decisión sino que solo preguntó a su ayudante “¿Qué hay que hacer para sustituir al presidente?”.
La amistad entre don Juan Carlos y Adolfo Suárez parecía inquebrantable hasta aquel día. Juntos han pasado a la historia como dos de los artífices que pusieron en marcha el proceso de la democracia. La química entre ellos era más que palpable a pesar de la notable diferencia en sus orígenes, es más, en diversas ocasiones el abulense llegó a declarar que tanto él como el rey eran "chusqueros de la política".
Con tan solo 35 años Suárez llegó al Gobierno Civil de Segovia, donde se implicó sobremanera con el bienestar del pueblo segoviano. Fue precisamente a los pies del acueducto donde se forjó la amistad entre el Emérito y el político. El 7 de enero de 1969 don Juan Carlos había acudido con su esposa, la princesa Sofía, y sus cuñados, los reyes de Grecia Constantino y Ana María, a Segovia. Tras visitar la ciudad disfrutaron de una comida en el restaurante Mesón Cándido de la que quedó una anécdota que ha pasado a la posteridad: don Juan Carlos le escribió en una servilleta los pasos a seguir para lograr una democracia plena.
El vínculo entre el entonces príncipe de España y el político cada vez era más estrecho, de hecho, durante aquella visita a la provincia castellanoleonesa Suárez ya ostentaba el cargo como director general de Televisión Española. De su cargo se recuerda su decisión, en un alarde de la defensa del futuro reinado del emérito, de no retransmitir la boda entre la nieta del general Francisco Franco, Carmencita Martínez Bordiú, y Alfonso de Borbón Dampierre.
Tras la muerte de Francisco Franco se emprendió el camino hacia la instauración definitiva de la democracia española y, tras depositar su confianza en Carlos Arias Navarro para formar el primer Gobierno en plena Transición, éste fue relevado por el político de Ávila en julio de 1976. La elección de Suárez fue entendida por muchos nostálgicos del régimen como una manera de dinamitar el franquismo.
El exlíder abulense se consagró como uno de los políticos más aclamados y logró la victoria al frente de la UCD en las elecciones generales de 1977. La amistad entre el entonces rey y Suárez se consolidaba, compartían el gusto por las islas Baleares donde el monarca invitaba a la saga a disfrutar de jornadas a bordo del ‘Fortuna’. Lejos de la agenda institucional, el exdirector general de TVE ejerció como ‘celestino’ en uno de los romances más polémicos del Emérito.
LA IMAGEN DE TU VIDA - Las primeras elecciones (1977)
Durante el período electoral de 1977, al igual que hizo el actor Sancho Gracia, gran amigo del expresidente y protagonista de la serie televisiva 'Curro Jiménez' para que ejerciera como padrino de bautismo de su hijo Rodolfo, la vedette Bárbara Rey mostró su apoyo al partido liderado por Suárez, llegó a convertirse en la 'musa de la UCD' y una de las amantes del monarca.
Tras una amistad de idas y venidas en las que surgieron desavenencias políticas, el 23 de marzo de 2014 el monarca no solo despidió a una figura de gran relevancia en la política española sino que, muy afectado, intervino en la pequeña pantalla para homenajear al que llegó a ser uno de sus grandes amigos y afirmó que "mi gratitud es honda y mi dolor muy grande".
Adolfo Suárez y Amparo Illana, un matrimonio frente ante las adversidades
El joven Adolfo Suárez se enamoró perdidamente de Amparo Illana, y fue a pedir su mano a su padre, un militar chapado a la antigua y fuerte arraigo a lo tradicional. Su amor se forjó en el municipio de Cebreros, donde la joven madrileña pasaba las vacaciones de verano junto a su familia. La pareja decidió casarse el 15 de julio de 1961 en Madrid.
Amparo Illana siempre tuvo claro que junto a su marido formaría una familia numerosa y así fue, el matrimonio dio la bienvenida a cinco hijos: Mariam, Sonsoles, Laura, Alfonso y Javier. Durante la carrera política del expresidente, Amparo ocupó con discreción un segundo plano, no ejerciendo como una primera dama al uso.
Tras la victoria de las elecciones generales de 1977, la familia Suárez llegó a La Moncloa. Amparo Illana, aunque no ostentaba una agenda institucional como su marido, estuvo comprometida con algunas causas sociales como la labor y compromiso con el pueblo gitano. Se manifestó amante del arte así como de la literatura y los que la conocían afirmaban que “era una mujer muy culta”.
El matrimonio no estuvo exento de adversidades familiares. Quizás el golpe más duro fue el cáncer que le detectaron en 1992 a su primogénita cuando se encontraba embarazada de Fernando, su segundo hijo. Una enfermedad grave por la que Amparo rogaba a Dios que pasara a ella. Sus plegarias se hicieron realidad, pues en 1994 le detectaron un cáncer de mama que desapareció tras una operación, aunque regresaría de nuevo en 1998.
Tras la retirada política de Adolfo Suárez, el matrimonio ya residía en un majestuoso chalet situado en la colonia madrileña de La Florida y allí fue donde el expresidente asumió el rol de cuidar a su mujer y a sus hijos. La enfermedad de Amparo estuvo marcada por fuertes tratamientos de quimioterapia a los que la familia hizo frente con su patrimonio económico, es más, tuvo que recuperar su sueldo de expresidente al que había renunciado.
El diagnóstico de Amparo era demoledor y el político no dudó en trasladarse junto a ella a un chalet que adquirió en la isla de Mallorca, para vivir lejos del ruido mediático y en búsqueda de la paz que tanto necesitaba Amparo. Su muerte en 2001 dejaría huérfana a una saga marcada por la tragedia.
El cáncer, el mayor enemigo de la saga Suárez
La muerte de Amparo fue un hecho devastador para la familia, que, a su vez, tuvo que blindarse frente a la enfermedad que continuaba afectando a la salud de Mariam. Adolfo Suárez, que ya comenzaba a sufrir síntomas generados por el Alzheimer, se volvió a armar una vez más de valor y ejerció como nexo de unión de una saga que quedó desvalida.
Mariam Suárez llegó al mundo en 1963 y se convirtió en el “ojito derecho” de su padre. Ella siempre se mantuvo fiel a su progenitor por el que sentía devoción, por ello, la llegada de su enfermedad fue un golpe muy duro para él. La abogada contrajo matrimonio en 1988 con el economista Fernando Romero Aznar junto al que vivió una relación bastante tormentosa e incluso si se hubiera encontrado con más fuerzas, habría solicitado el divorcio.
Mariam fue madre de dos hijos, Alejandra y Fernando. Fue por su segundo hijo por el que retrasó su tratamiento de quimioterapia tras encontrarse en plena gestación cuando le diagnosticaron el cáncer. La primogénita de Adolfo Suárez se sometió a tratamientos y operaciones durante once años e incluso redactó 'Diagnostico Cáncer: mi lucha por la vida', en el que relató los momentos vividos durante su enfermedad. Finalmente, tras someterse a infinidad de tratamientos y varias operaciones, no logró superar la grave dolencia y falleció en 2004.
El año 2004 fue uno de los “annus horribilis“ para la saga, pues la periodista Sonsóles Suárez también tuvo que hacer frente a un cáncer de mama, lo que le obligó a realizar un parón en su profesión debido a la intensidad de los tratamientos a los que se sometía.
Años atrás, Sonsoles había decidido dar un cambio radical a su vida y viajó como voluntaria a Mozambique para ayudar a refugiados. Fue en el pais africano donde conoció al músico Paolo Wilson, su pareja, con quien contrajo matrimonio en 2012, hasta noviembre de 2017 cuando decidieron poner fin a su historia de amor.
Para Sonsoles no fue su único matrimonio, puesto que en 1992 le dio el sí quiero al mediático aristócrata Pocholo Martínez Bordiú. El hijo mayor de los barones de Gotor y sobrino de los marqueses de Villaverde tenía 30 años y la benjamina del expresidente, 24 años. Ambos sellaron su historia de amor en una multitudinaria ceremonia celebrada en el Monasterio de Piedra (Zaragoza).
El evento fue uno de los grandes acontecimientos de la época ya que el matrimonio, joven y atractivo, generaba interés entre los medios de comunicación. El clan Suárez entabló lazos con la saga Martínez Bordiú durante dos años, ya que la pareja se divorció en 1994 por diferencias en cuanto al estilo de vida que cada uno llevaba. No obstante, el actual barón de Gotor solo tiene palabras de afecto hacia su exmujer e incluso ha afirmado que "le hubiera gustado tener hijos con Sonsoles". Además, en numerosas ocasiones ha alabado a la hija pequeña de Adolfo Suárez y ha confesado que "es la mujer de su vida".
El empresario hostelero no solo tiene palabras de cariño hacia la periodista sino que también para el expresidente del Gobierno. "Era una persona amable, nunca se metió en lo nuestro, siempre nos apoyó en todo, siempre tuvo cariños para mí. Fue realmente ejemplar".
Además de Sónsoles y Mariam, Laura también tuvo que hacer frente a la enfermedad que se había llevado a su madre. Es la hija más desconocida del expresidente, con el que guarda un gran parecido físico. En 2012 tuvo que ser intervenida de un cáncer de mama. A diferencia de otros miembros del clan, mantiene un perfil bajo frente a los medios de comunicación e incluso es la más bohemia. En la actualidad trabaja como restauradora de arte y reside en el centro de Madrid.
Adolfo Suárez Illana, ha sido el último de los hijos del matrimonio que ha tenido que enfrentarse a la terrible enfermedad. Le diagnosticaron un cáncer de garganta por el que tuvo que pasar por el quirófano. De los dos hijos varones que tuvo el matrimonio, el político estaba muy unido a su padre, de hecho, fue el encargado de anunciar la inminente muerte de su progenitor y quien presenció “aquel lío de mil diablos” al que se enfrentó el político abulense durante el mitin por la presidencia de Castilla La-Mancha por la que se presentaba como candidato del Partido Popular.
Adolfo ha sido el fiel escudero de su progenitor y uno de los pilares fundamentales del clan. En 1998 contrajo matrimonio en el municipio manchego de Villahermosa con Isabel Flores, heredera de una de las sagas ganaderas más importantes de nuestro país. El matrimonio tiene dos hijos, Adolfo, quien al igual que su padre es un gran aficionado a las citas taurinas e incluso debutó vestido de corto en 2019 en la plaza albaceteña de La Povedilla, y Pablo.
Al igual que Laura, Javier Suárez Illana es otro de los hijos más desconocidos de la pareja y de todos los vástagos del matrimonio, es el único que no ha tenido que sufrir la temida enfermedad. Al igual que su hermano Adolfo y sus sobrinos, es un gran aficionado a la tauromaquia y en la actualidad trabaja como bróker en el sector financiero.
Desde hace años mantiene un noviazgo con la baronesa Tatiana Von Breisky, quien se dedica al sector de la organización de eventos y a la que conoció en la ciudad portuguesa de Cascais, donde residía su hermana Sonsoles junto a su exmarido Paulo Wilson.
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