Quién es Andreas Kronthaler: El heredero punk que revolucionó la moda nupcial en BCN

Andreas Kronthaler  fue el gran protagonista del pasado 24 de abril en la BarcelonaBridal Fashion Week 2025. Allí, el escenario se convirtió en una revelación nupcial que rompió con todo lo esperado.

El diseñador, conocido por estar al frente de la casa  Vivienne Westwood, presentó una colección que mezcló sin miedo lo clásico con lo irreverente. Fue una propuesta fiel al espíritu provocador de la marca británica.

Su propuesta no solo confirmó su talento para reinventar códigos estéticos. También despertó el interés de muchos que, hasta ese momento, apenas habían oído su nombre.

¿Pero quién es Andreas Kronthaler? El creador que ha sabido mantener vivo un legado revolucionario y, al mismo tiempo, construir una voz propia dentro del mundo de la moda.

Para entenderlo, hay que ir más allá de las pasarelas. Es necesario conocer la historia detrás del hombre que heredó y transformó el universo de Vivienne Westwood.

Del Tirol al Taller: El Nacimiento de una Visión

La historia de Andreas Kronthaler es la de un talento forjado en la intersección de la artesanía y la curiosidad artística. Nacido en el Tirol, Austria. Pasó su infancia en el valle de Zillertal. Ese entorno lo sumergió en un mundo de creación, influenciado por su madre anticuaria y su padre, un talentoso herrero ornamental. Esta inmersión temprana en el arte y la artesanía sentó las bases de su profundo amor por el oficio. Este amor se convirtió en una piedra angular de su filosofía de diseño.

A los 14 años, en 1980, Kronthaler inició su formación formal en la escuela de arte Ortwein en Graz, donde pasó cinco años perfeccionando sus habilidades como joyero. Durante este período, su espíritu inquieto lo llevó a experimentar con diversas disciplinas, desde la escultura hasta la costura. Incluso llegó a confeccionar y vender ropa para costearse sus estudios.

Aunque inicialmente se inclinó por el Diseño Industrial, pronto se dio cuenta de que su verdadera pasión residía en la moda. Él mismo describe este cambio como una progresión natural desde su trabajo inicial en arte y orfebrería.

Según explica, todas estas disciplinas comparten una conexión con el cuerpo. Este enfoque autodidacta y guiado por la intuición es fundamental en su proceso creativo. Para él la creación es primordial, más allá de las presiones comerciales.  

Sus raíces tirolesas, que de joven desestimó, se han convertido con la edad en una fuente inagotable de inspiración. Aportan una excentricidad lúdica y un aprecio por la tradición a sus diseños.

Kronthaler y Westwood: Amor, Moda y Revolución

El destino de Kronthaler cambió drásticamente en 1988, cuando conoció a Vivienne Westwood. Ella impartía clases en la Escuela de Artes Aplicadas de Viena. Sus innovadores vestidos circulares inspirados en el Renacimiento captaron la atención de Westwood, quien lo invitó a Londres.  

En 1989, Kronthaler se trasladó a la capital británica. Se sumergió en el estudio de Westwood, incluso durmiendo en el suelo para poder explorar sus archivos una vez que los demás se habían ido. Esta dedicación marcó el inicio de una colaboración que florecería en una profunda conexión personal.  

En 1992, Andreas y Vivienne se casaron. Una unión que duraría más de 28 años. Descrita no solo como un matrimonio, sino como una asociación de "verdaderas almas gemelas" y "socios creativos".

Durante este tiempo, la influencia de Kronthaler creció exponencialmente, asumiendo el rol de  Director Creativo y supervisando múltiples líneas de la marca.  

Un hito crucial llegó en 2016, cuando Vivienne Westwood hizo un gesto de reconocimiento a sus 25 años de dirección creativa y profunda influencia.

Ese año, renombró oficialmente la línea "Gold Label" como "Andreas Kronthaler for Vivienne Westwood". Esta decisión, tomada años antes del fallecimiento de Vivienne en 2022, no fue una reacción. Fue una validación proactiva de su coautoría y de la integración de su visión en el corazón de la marca. 

Su profundo conocimiento de los archivos de Westwood y su larga trayectoria lo posicionan no solo como un sucesor, sino como una extensión auténtica del ADN creativo de la casa. Esto asegura que la evolución de la marca “siga siendo tan radical y relevante como sus orígenes”. 

La Estética Kronthaler: Artesanía, Rebelión y Conciencia

La filosofía de diseño de Andreas Kronthaler, heredero artístico y compañero de vida de  Vivienne Westwood, es un homenaje apasionado a la artesanía, la tradición y la excentricidad. Estos valores, profundamente arraigados en su trabajo, reflejan la conexión creativa que compartió con la icónica diseñadora británica.

Su proceso es visceral y espontáneo, guiado por una pulsión interna más que por cálculos comerciales. “No pienso ‘¿podré venderlo?’ o ‘¿quién lo va a usar?’. Así que viene de dentro y simplemente tengo que hacerlo”, afirma.

Las colecciones de Kronthaler son un auténtico crisol de influencias, donde convergen elementos históricos, culturales y teatrales, reinterpretados con una mirada contemporánea.

Uno de los pilares de su estética es la herencia tirolesa. Esta se manifiesta en detalles como los tradicionales Doggln, zapatos de fieltro, y la indumentaria rural de su región natal. Estos elementos se mezclan con propuestas de diseño de vanguardia. Esta convivencia entre lo ancestral y lo moderno se convierte en un sello distintivo de su trabajo.

El diseñador también recurre con frecuencia a referencias históricas, explorando siluetas y símbolos del pasado para trazar sorprendentes paralelismos con el presente. Un ejemplo de ello es su reinterpretación del braguero renacentista, reimaginado desde una perspectiva queer y deportiva.

La teatralidad y la conciencia corporal son otras constantes en su universo creativo. Kronthaler exagera formas y volúmenes. Utiliza acolchados audaces y apéndices inusuales que subrayan la dinámica física entre prenda y cuerpo. Esto está en sintonía con la visión de Westwood sobre la moda como una extensión expresiva del ser.

A esto se suma un espíritu de rebelión e irreverencia que sigue siendo columna vertebral de la marca. Kronthaler continúa la visión transgresora de Westwood con una sastrería precisa y una picardía inconfundible, aunque adaptada a nuevas causas. Su rebeldía contemporánea pone el foco en la sostenibilidad y el consumo consciente, adoptando el lema “Compra menos, elige bien, haz que dure”. Este compromiso se materializa en la reutilización de telas sobrantes y prendas de su propio armario, en un intento por “encontrar un propósito en lo viejo para crear lo nuevo”.

Lejos de ser una simple práctica ecológica, esta filosofía representa una evolución natural del espíritu punk que definió a Westwood. En tiempos de urgencias climáticas y cuestionamientos éticos, Kronthaler reinterpreta la provocación desde la responsabilidad social. Lo hace sin perder la audacia ni la autenticidad que han hecho de su propuesta una voz singular en la moda contemporánea.

La rebeldía como arte: la estética Kronthaler

Al frente de una marca con un legado tan potente, Kronthaler ha enfrentado el escrutinio público. Una controversia notable fue el uso de trenzas africanas (cornrows) en modelos blancas durante el desfile Primavera 2018. Esto generó críticas por apropiación cultural.

Tras el fallecimiento de Vivienne Westwood en diciembre de 2022 , surgió un debate sobre la dirección creativa de la marca bajo su liderazgo exclusivo. Algunos críticos en redes sociales sugirieron una "falta de creatividad" y una "venta" de la marca, argumentando que los diseños de Kronthaler "a menudo no se alinean con las visiones de Viv".

Sin embargo, los defensores de la marca contrarrestaron estas críticas. Señalaron que la propia Vivienne Westwood, a lo largo de su carrera, presentó a menudo “looks locos, extravagantes, atrevidos y extremadamente vanguardistas”.

Por ello, consideran que la dirección actual de Kronthaler es coherente con la herencia rebelde fundacional de la marca. La crítica a menudo proviene de una comprensión superficial de la historia de la marca y su aceptación de la vanguardia.

 

Kronthaler ha canalizado su profundo dolor por la pérdida de Vivienne en su trabajo, transformando el sufrimiento en belleza a través de la creatividad. Las colecciones inmediatamente posteriores a su fallecimiento, como la de Primavera/Verano 2024, fueron tributos profundamente personales.

En ellas, reinterpretó prendas del guardarropa privado de Westwood, destilándolas en 34 looks: uno por cada año que la conoció. Este acto íntimo de diseño no solo honra el estilo personal de Vivienne, sino que también asegura que su presencia física continúe informando la estética de la marca de manera tangible.  

Reconoce la influencia perdurable de Vivienne ("ella está en mi sangre... he aprendido muchísimo de ella"). Sin embargo, Kronthaler expresa su disposición a ir más allá de las referencias directas en futuras colecciones. Tiene "grandes planes" y siente que es un "momento importante" para hacer realidad sus propios sueños para la marca, enfatizando que "nada puede permanecer igual" y que cree en el cambio.  

El Legado Continúa: Kronthaler al Frente

El reconocimiento más significativo de Andreas Kronthaler  proviene de su papel formalmente reconocido dentro de la marca Vivienne Westwood. El cambio de nombre de la  Gold Label  en 2016 es un testimonio de su liderazgo creativo.

Tras el fallecimiento de Vivienne, se convirtió en uno de los herederos de la marca, encargado de asegurar su continua evolución y relevancia. Su presencia constante en eventos como la Semana de la Moda de París. Así como su aceptación del premio "The Messenger" en los Green Carpet Fashion Awards en nombre de Vivienne Westwood, subrayan su influencia. Esta va más allá del diseño. Este reconocimiento, que destacó el activismo de la marca, refleja cómo también encarna su identidad ética y pública. 

La presentación de su colección nupcial en Barcelona es un claro ejemplo de cómo Kronthaler continúa expandiendo el universo de Vivienne Westwood. Infunde su visión única en un segmento tan íntimo y significativo como la moda para novias.

Al igual que en sus colecciones de prêt-à-porter, es de esperar que sus diseños nupciales reflejen su amor por la artesanía, la teatralidad y una conciencia corporal audaz. Ofrecen a las novias la oportunidad de abrazar una estética que es, a la vez, clásica y transgresora.

Andreas Kronthaler no solo está preservando un legado; lo está moldeando activamente. Demuestra así ser una voz distinta e indispensable en el panteón de la moda global.

Su capacidad para fusionar la herencia con la innovación, y el dolor con la belleza, lo posiciona como un diseñador único. No solo mira al pasado, sino que también construye el futuro de una de las casas de moda más influyentes del mundo.