El pintor Jesús Molina, con cuadros en el Reina Sofía, enfrenta demanda por paternidad
Según el abogado Fernando Osuna, "el artista zamorano conocía a su demandante, una mujer madrileña de 64 años".
El reconocido pintor zamorano Jesús Molina, con cuadros en el Museo Reina Sofía, se enfrenta a una demanda de paternidad de una madrileña como hija extramatrimonial. El bufete de abogados Osuna, que en 2018 ya había llevado casi 500 demandas de paternidad (entre ellas, la de Javier Santos con Julio Iglesias), ha sido contratado por una mujer de 64 años para reclamar la condición de hija extramatrimonial del célebre pintor zamorano, que siempre se negó a reconocerla pese a contar con numerosas pruebas que así lo acreditan.
Elcierredigital.com se ha puesto en contacto con Fernando Osuna (Écija, 1954), abogado y dueño de Bufete Osuna, para conocer en profundidad el caso de la demandante que representará. El abogado nos ha revelado que su supuesto padre fue el pintor zamorano Jesús Molina que “en tertulias literarias y artísticas se relacionó con personalidades importantes, como Camilo José Cela o Enrique Tierno Galván, los cuales tenían pleno conocimiento de la existencia de mi demandante, nacida fruto de esa relación extramatrimonial”.
Relación extramatrimonial y abandono psicológico
El pintor Jesús Molina y supuesto padre de la demandante falleció y sus restos se encuentran en el cementerio de la Almudena en Madrid. Fernando Osuna ha desvelado a elcierredigital.com detalles sobre los orígenes del artista zamorano y sus inicios: “Nació en los primeros años del siglo XX. Vivió en Castilla y León, que fueron sus orígenes, y al empezar a prosperar como pintor decidió irse a Madrid donde vivió mucho tiempo. Allí se relacionó, en tertulias literarias y artísticas, con Camilo José Cela o Enrique Tierno Galván, entre otras personalidades. Tiene muchas pinturas en el Museo Reina Sofía de Madrid. Además, estuvo viviendo también un tiempo en Barcelona”, declara Fernando Osuna.
Respecto a la relación entre la madre de la demandante y el pintor Jesús Molina, el abogado sevillano ha afirmado que “estaba casado, pero mantenía una relación extramatrimonial con una señora. Fruto de esa relación nació mi cliente, a la cual no quiso reconocer como hija porque estaba casado”. Actualmente, “mi cliente vive en Las Palmas, y tiene pruebas de muchas cartas en las que el padre biológico se dirige a la madre reconociendo abiertamente que tienen una hija en común fuera del matrimonio.
Además, la demandante ha sufrido al no gozar de una figura paterna a lo largo de su vida. Cuando nació la niña, la madre estuvo muy grave, quedándose hospitalizada hasta su recuperación. Mientras tanto, la pequeña permaneció en casa de su abuela bajo sus cuidados, situación que continuó años después, puesto que su madre volvía al domicilio de sus padres para estar con su hija en aquellas ocasiones en las que su padre, el pintor, se encontraba fuera de Madrid con motivo de sus exposiciones. La pareja convivía sin su hija en Madrid, aunque solo las personas más cercanas a ellos conocían su relación.
Osuna confirma que su cliente ha “sufrido psicológicamente”, y que “no es igual la educación que le da un abuelo a un nieto, que la educación que le da un padre o una madre a un hijo. Se malcrían, y a veces hay muchos problemas, sobre todo psicológicos”, afirma el abogado.
Demanda extramatrimonial
El pintor Jesús Molina y supuesto padre de la demandante “tenía un matrimonio con dos hijos, y a esos hijos son a los que vamos a demandar, siguiendo la ley, porque él falleció y no se puede demandar a un difunto”, sostiene Osuna, que además confirma que su cliente ya ha interpuesto una demanda en Madrid a los hijos porque “viven allí, y se tramitará un procedimiento judicial y pediremos que se practique la prueba de ADN entre mi cliente y los presuntos hermanos. Si se niegan no tendremos más remedio que pedirle al juez la exhumación”, concluye Fernando Osuna.
Respecto a la finalidad de la demanda es la de "impartir justicia, declarándola hija de este señor. Después se reclamaría también la legítima, la parte que le corresponde a mi cliente por ser su hija. Ahora mismo, solo se puede conseguir la condición de hija, pero más adelante se podría solicitar la herencia”, afirma Osuna, abogado de la demandante.
En cuanto a por qué ha decidido interponer esta demanda a sus 64 años y no antes, Osuna explica que “son situaciones muy conflictivas. Estas mujeres lo pasan muy mal ya que en el juicio tienen que sacar a relucir temas entre un señor casado y una mujer soltera. Además, hay mucha gente que no se atreve a demandar o a reclamar porque hasta hace poco muchos pensaban que esto era una ilegalidad y al haber tenido la madre relación con un hombre casado, esto privaba al hijo de derechos hereditarios, incluso tenían miedo de que pudiera ser sancionado o perseguido. Había una creencia errónea en estas cuestiones”, sostiene Fernando Osuna, experto consultado por elcierredigital.com.
Respecto a si contemplan una demanda civil por resarcimiento de daños, Osuna explica que en estos casos no cabría porque el Tribunal Supremo defiende que esa indemnización estaría englobada en la herencia. Por lo tanto, en caso de confirmarse el parentesco familiar, la demandante tendría derecho a la herencia, y ese sería su próximo paso judicial para que se le resarzan sus daños.
Jesús Molina
Jesús Molina nació el 2 de octubre de 1903 en Cerecinos de Campos (Zamora), Tras décadas de haber sido olvidado, España recuperó su vida y obra a través de la exposición itinerante "Vivir una idea". Esta exposición mostró a uno de los más interesantes artistas figurativos, quien participó en el mítico pabellón español de la Exposición Universal de París en 1937, donde Pablo Picasso presentó su "Guernica".
Desde su adolescencia, Jesús Molina mostró talento para el dibujo. Estudió en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde tuvo como profesores a figuras prestigiosas como Julio Romero de Torres y Mariano Benlliure. También asistió a clases particulares con Álvarez de Sotomayor. Finalizados sus estudios, el Ministerio de Estado le otorgó una beca para la Academia de España en Roma, donde residió de 1932 a 1936. Este período le permitió viajar por Europa, conocer las vanguardias pictóricas y reafirmar su deseo de crear un arte que combinara el conocimiento clásico con una visión moderna.
La guerra civil española sorprendió a Molina en Madrid. Debido a su tuberculosis, no pudo alistarse en el bando republicano, pero colaboró con organizaciones artísticas como "Alianza de Intelectuales Antifascistas" y "Altavoz del Frente", realizando carteles y murales de propaganda. En este contexto, participó en el Pabellón Español de la Exposición Universal de París en 1937, obteniendo una Medalla de Oro por su obra. Tras la guerra, continuó dedicándose a la pintura, siempre movido por la pasión que había sido el motor de su vida.
La temática de Molina es variada, destacando los mendigos, retratos, escenas populares, bodegones y temas femeninos. Representaba a los mendigos con dignidad, reflejando la situación económica de España. Sus retratos son de gran calidad, mostrando la personalidad del retratado. Los bodegones, con técnica impresionista, eran descritos por el crítico A. Manuel Campoy como "de color espléndido, atenuadamente fauve". La figura femenina es una constante en su obra, representándola en actitudes cotidianas con un trato respetuoso y amable, evitando el naturalismo procaz.
Más noticias: