Pedro Sánchez dona al Gobierno de Marruecos el Gran Teatro Cervantes de Tánger.
Este coliseo, prestigioso durante décadas, vio pasar a estrellas como Lola Flores y Concha Piquer.
El próximo 1 de marzo el Gran Teatro Cervantes pasará a ser jurisdicción de la ciudad de Tánger, Marruecos. Así ha sido publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) este sábado, haciendo referencia al protocolo entre ambos reinos publicado el 20 de marzo de 2019. Este teatro perteneció a España durante casi cien años.
Hace cuatro años Josep Borrell, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación acordó con las autoridades marroquíes el traspaso del teatro. Sin embargo, no es hasta ahora, cuando culminará la cesión del Gobierno de España a Mohamed V.
El protocolo entre los dos reinos publicado en 2019 alude a las "las relaciones históricas y de amistad" de ambos países, establece que se trata de una donación irrevocable y determina las obligaciones a las que se compromete Marruecos.
Entre ellas, que el Gobierno de Marruecos pasa a ser el “responsable de restaurar el edificio en su totalidad, respetando la arquitectura original” así como será el encargado de "sufragar la totalidad de los gastos de restauración, renovación, gestión y mantenimiento". La restauración se deberá llevar a cabo en un máximo de tres años.
Además, se deberá mantener el nombre del teatro y su actividad cultural, así como promover las culturas de ambos países (España y Marruecos). El Estado Español también podrá participar en el teatro y proponer actividades culturales.
En el mismo documento, se establece que para realizar el seguimiento de la restauración, gestión y programación, se constituirá una Comisión Mixta con miembros de las dos partes.
El Gran Teatro Cervantes, más de un siglo de historia
El Gran Teatro Cervantes fue construyó en 1913 gracias al empeño de Esperanza Orellana, de su esposo Manuel Peña y del propietario, Antonio Gallego. Su aforo era de 1.400 butacas.
Años más tarde, en 1928, el Teatro Cervantes de Tánger fue donado por sus propietarios al Estado español. Fue uno de los edificios más importantes de la ciudad dedicado a fines culturales. Tuvo gran relevancia durante los años 50 y por sus escenarios pasaron las mejores compañías de teatros así como grandes estrellas como Concha Piquer, Lola Flores, Pepe Blanco o Manolo Caracol. Fue un vinculo de unión entre la cultura árabe y la española.
Sin embargo, a partir de 1970 se cerró y acabó abandonado y deteriorado por el paso del tiempo. Esta situación del edificio suscitó quejas por parte de varias asociaciones y el interés de varios periodistas por su estado. El teatro tiene un valor arquitectónico y cultural incalculable que precisa de una gran inversión para su rehabilitación.
La donación
Fuentes de la asociación AMIThE explica a elcierreditigal.com que hace unos años hicieron llegar una propuesta al ministerio de Asuntos Exteriores. “La asociación AMIthE (Amigos de los Teatros históricos de España), junto con la organización Baile de Civilizaciones, propusimos al ministerio de Asuntos Exteriores que se rehabilitara el teatro desde España y pudiera servir de centro cultural del Instituto Cervantes para todo el norte de África. Sin embargo, la propuesta finalmente no llegó a ningún sitio”, aseguran.
Los años fueron pasando y el teatro se fue deteriorando aún más. Años más tarde, Marruecos presentó a España la petición de cesión de la titularidad del teatro, de modo que serían ellos quienes lo rehabilitaran.
Este acuerdo se firmó en 2019, antes de pandemia y se han tardado 4 años en ratificar el acuerdo de cesión por parte del Estado Español. “Aunque se ha vendido como una cesión política del Gobierno de España, es preferible que sea el Reino de Marruecos quien lo rehabilite a que se pierda el teatro. No es una cesión política, es una cesión de un inmueble histórico artístico en la ciudad de Tánger vinculado a España para que sea rehabilitado”, recalcan estas fuentes de AMIThE a elcierredigital.com.
La asociación AMITHE pide que "no se pierda el nombre de Cervantes y que se restaure acorde con los criterios artísticos, históricos y arquitectónicos que siempre ha tenido como gala ese teatro. Lamentamos los cuatro años que se han perdido y también pedimos que no se cierren los vínculos con España y que la programación pueda servir de vehículo entre la cultura española y la marroquí y entre el idioma francés, árabe y español”, concluyen.
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