Muere María Jiménez, la reina indomable de la rumba flamenca sucesora del gran Bambino
La ex de Pepe Sancho ha fallecido este jueves a los 73 años en Triana.
María Jiménez, cantante, bailaora y actriz sevillana, ha fallecido en la madrugada de este jueves 7 de septiembre, a los 73 años de edad en el barrio sevillano de Triana donde nació, tal y como ha podido informar su familia a través de un comunicado que han remitido a la Agencia Europa Press, en el que no ha trascendido todavía la causa de la muerte.
"Con profunda tristeza y dolor en nuestros corazones, despedimos hoy a María Jimenez, mujer amada y respetada por su compromiso inquebrantable con su familia, amigos, y admiradores", afirma en este luctuoso comunicado su hijo, Alejandro Sancho Jiménez, fruto de su matrimonio con el actor Pepe Sancho. Su familia pone en valor la personalidad de la artista, "un espíritu indomable, una personalidad arrolladora, una mujer fuerte y valiente que luchó contra todas las adversidades más allá de lo imaginable".
No hay duda, para los que amamos el arte del cante y el baile, que con la muerte de María Jiménez se nos va la reina de la rumba flamenca. Desgraciadamente, un mito menos del flamenco más salvaje. Creo sinceramente que fue la sucesora del recordado e inigualable Miguel Vargas Jiménez Bambino. El de Utrera fue gran renovador de la denominada canción aflamencada, donde deslumbró a todos con canciones como La pared, Payaso o Cómo se puede querer a dos mujeres a la vez.
María Jiménez fue su viva imagen en mujer. Rompedora y agresiva. La sevillana, tras su retirada hace unos años por su delicada salud, volvió hace unos meses a la música de la mano de otro de los grandes artistas flamencos de la actualidad, Miguel Poveda. Juntos grabaron el tema Qué felicidad la mía. Este trabajo fue considerado por la cantante como "su vuelta a la vida", después de los graves problemas de salud que le hicieron temer por su existencia terrenal. La folclórica fue intervenida en mayo de 2019 en el Hospital de San Rafael de Cádiz por un problema en el aparato digestivo. Y allí estuvo ingresada tres meses al borde de la muerte.
Miguel Poveda, María Jiménez - ¡Qué Felicidad La Mía! (30 Años En La Música)
Por entonces, los rumores obligaron al hijo de la artista, Alejandro Sancho, nacido de su difícil y complicado matrimonio con Pepe Sancho, a aparecer en los medios para quitar hierro al asunto. “La intervinieron el miércoles de una operación gastrointestinal, una obstrucción. A lo largo de la semana ha ido evolucionando. Lentito, pasito a pasito, pero adelante. No es un tumor ni nada cancerígeno, que era el primer miedo que teníamos. Es una inflamación de la tripa. Pues simplemente se hizo la previa operación, se quitó ese trozo. Se sabe que no hay que volver a operar ni volver a limpiar. Simplemente hay que dejar que baje la inflamación y drenar”, explicó por entonces ante las cámaras de Telemadrid.
La folklórica de la Transición
La cantante nació en el barrio de Triana, en Sevilla, el 3 de febrero de 1950. Su padre, de ascendencia calé, era oriundo de Nerva (Huelva), y su madre de El Pedroso (Sevilla). Sus padres engendraron a dos hijas. María le llevaba cinco años a su hermana pequeña, Isabel.
Aunque trianera de nacimiento, se hizo artista en Barcelona. Llegó a la Ciudad Condal como tantas otras mujeres-niñas que desde zonas más desfavorecidas se trasladaban a la gran urbe barcelonesa para trabajar como lo que entonces se conocía como ‘chacha’.
Su infancia estuvo marcada por la necesidad, vivía en un piso tan pequeño que el baño se encontraba en un pasillo compartido por todos los vecinos. Al caer enfermo su padre tuvo que emplearse envolviendo mantecados, limpiando platos o cuidando a los hijos de los demás.
María Jiménez llegó a la fama después de muchos años quemándose de tablao en tablao, desde que se iniciara con 15 años en una pequeña sala de la Ciudad Condal. Dos años más tarde regresó a Sevilla para trabajar en algunos escenarios de la ciudad hispalense donde llegó a compartir cartel con la gran Lola Flores o con el recordado Farruco. Allí se hizo conocida por el contenido liberal de sus canciones y de sus letras.
Fue en su Sevilla natal donde, con 18 años, tendría a su primera hija, María del Rocío Asunción Jiménez. Además de su temprana edad, María fue madre soltera, todo un escándalo para la pacata sociedad de la época. En los mentideros sevillanos se decía que esta niña era fruto de la relación de María con un miembro de una conocida familia hispalense.
Tras dar a luz María se fue a Madrid y se batió el cobre en el conocido tablao de Las Brujas, donde se ganó durante el franquismo el mote de ‘La Pipa’. El éxito le vino de forma sorpresiva cuando se cruzó en su camino el cineasta, productor discográfico y buscavidas Gonzalo García Pelayo.
A partir de ahí, sus canciones Se acabó, Háblame en la cama o Con golpes en el pecho fueron grandes éxitos de ventas y dio el salto a grabar versiones particulares de rancheras, su verdadera pasión, y hasta produjo un disco de sevillanas. Los últimos de la década de los 70 y los primeros 80 fueron sus años dorados.
Pero para su desgracia, su hija Roció falleció en un accidente de tráfico con tan solo 16 años la madrugada del 7 de enero de 1985. Sus restos descansan hoy en el cementerio municipal de Boadilla del Monte, en Madrid. Aquel golpe sumió a María Jiménez en una profunda desesperación. Ella se alejó de las cámaras y se volcó más que nunca en su entonces familia.
Una relación tormentosa con Pepe Sancho
Fue en 1980 cuando su fama su sumó a la de Pepe Sancho, actor entonces de moda por encarnar a El Estudiante en la exitosa serie televisiva Curro Jiménez. Dada la popularidad de ambos no era de extrañar que la boda en Sevilla fuera un acontecimiento de esos que llamaban la atención a la gente, que casi tomó la ciudad hispalense. El acontecimiento fue noticia obligada en las revistas del corazón de las que ya no desaparecerían nunca.
El 1 de junio de 1980 contrajo matrimonio en la iglesia de Santa Ana, Sevilla, con el actor valenciano Pepe Sancho, con quien se casaría dos veces. Tras la segunda boda, la cantante sevillana pasó por una etapa difícil con el actor. Tuvo dos hijos en su vida, pero su felicidad no fue eterna.
Tres años después de su primera boda con Pepe Sancho nació su segundo hijo, Alejandro, que llegó al mundo el 16 de febrero de 1983. Fue un parto complicado, pero la cantante demostró una vez más que era una mujer fuerte capaz de sobrevivir a todos los golpes que le diese la vida.
Tras su unión con Sancho, María poco a poco fue alejándose de la imagen de sex symbol que había tenido en la Transición. No fue la folclórica al uso. Sus letras y su forma de vestir rompieron con la imagen de la copla y hasta acabó compitiendo con Rocío Jurado por ver quién mostraba más generoso escote.
En los ochenta el matrimonio protagonizó y produjo un programa, El tren, y una película, Perdóname, amor, que no dieron un duro y que hicieron que la pareja pasase apuros económicos que solventaron con la venta de exclusivas. El actor y la tonadillera acabaron separándose en 1984 y su ruptura fue, como no podía ser menos, muy sonada.
Un año después María vivió, como he mencionado, el peor momento de su vida: el fallecimiento de su hija Rocío en un accidente. Esto le generó una depresión y se alejó durante años del mundo del espectáculo. En 1987 el acercamiento entre Pepe y María se cristalizó de nuevo en una nueva boda. Fue en Costa Rica donde el actor estaba rodando El Dorado junto a Carlos Saura. Cuatro años después renovarían votos, pero por el rito budista, sumándose así a una de las tendencias habituales de los famosos en aquella época: las bodas exóticas. Por supuesto, hubo exclusiva de por medio.
En esos años, la carrera musical de María vivió tiempos de oscurantismo y los pocos álbumes que grabó pasaron desapercibidos. Su carrera quedó supeditada a la de Pepe, junto al que se retrataba en estrenos y otros eventos. Incluso se animó a participar como actriz en alguna serie de televisión como Todos los hombres son iguales.
En 2001 volvió a las listas de éxitos gracias a La Cabra Mecánica. Un año después tuvo el gran disco de su vida Donde más duele, en el que ponía en su voz las mejores canciones de Joaquín Sabina. El disco la devolvió a la actualidad musical y recuperó una popularidad perdida en su día. A este disco le siguieron dos más de versiones e, incluso, sustituyó al recordado periodista Jesús Quintero en su horario estelar en Canal Sur con el programa Bienaventurados.
Con dos camas vacías (Videoclip)
Sin embargo, el éxito profesional vino acompañado de otra mala época personal. En 2002 una infidelidad pública de Pepe Sancho acabó con su matrimonio después de 22 años. La guerra mediática se desató y ambos se despacharon a gusto.
Especialmente María, en su libro Calla canalla. La acusación de malos tratos y varias demandas acabaron con el antaño matrimonio viéndose las caras en los tribunales. Pepe Sancho rehízo su vida poco después con la escritora Reyes Monforte, con la que fue muy feliz. Ese su tercer matrimonio duró desde 2006 hasta el fallecimiento en 2013 del reconocido actor por un cáncer de pulmón. Su cuerpo fue incinerado y sus cenizas esparcidas en Altea, Alicante.
Y, mientras eso ocurría, María se fue alejando paulatinamente de los focos. De manera puntual visitó distintos programas de televisión donde revalidaba su título de señora de armas tomar. Un temperamento que hace que hoy en día todos recordemos las míticas y reivindicativas canciones de la cantante sevillana.
Canciones como Se acabó o Háblame en la cama, acompañadas de una música rebelde y aflamencada, sonaban en los años ochenta de sala en sala de la geografía española cuando Jiménez nos conquistó. Artista de raza y de lengua irreverente, su mala salud le acechaba y maltraía en los últimos años.
Fue hace veinte años cuando la cantante decidió dejar la capital de España para residir en la ciudad gaditana de Chiclana de la Frontera. A sus 73 años disfrutaba de la vida y de su nieta. Se encontraba apartada de los ruidos mediáticos. Solo se dejaba ver en los medios de comunicación en momentos muy puntuales, como la presentación de su biografía en la televisión publica o el día que dio a conocer su asociación benéfica.
La música de María Jiménez
Revisando de nuevo su música, la carrera musical de la cantante sevillana puede decirse que tuvo dos etapas. María Jiménez publicó su primer disco en 1976, con la producción de Gonzalo García-Pelayo y con arreglos del guitarrista Paco Cepero. El disco estaba integrado por rumbas, tangos, bulerías, boleros, y rancheras compuestas por Silvio Rodríguez, Lolita de la Colina o Amancio Prada.
En 1978 lanzó su segundo álbum Se acabó, cuyo primer single se convirtió en un éxito total en España y México gracias a una letra desenfadada que visibilizaba a una mujer harta de una situación de maltrato. Durante los años ochenta siguió grabando y lanzando álbumes a un ritmo frenético (un álbum cada dos años), que la posicionaron en la escena nacional e internacional como una de las rumberas más destacadas.
Su estrellato se relanzó en 2002 cuando lanzó el disco Donde más duele, que versiona las canciones de Joaquín Sabina con la producción de Gonzalo García-Pelayo. Este disco fue un rotundo éxito y vendió más de 600.000 copias en España y de él se desprendieron los singles 'Con dos camas vacías' y 'El diario no hablaba de ti', con el grupo Estopa. También colaboró en 2001 en la canción 'La lista de la compra' con el grupo La Cabra Mecánica que consiguió llegar a lo más alto de la lista de Los 40 Principales.
Desde septiembre de 2009 hasta marzo de 2010 fue jurado en el programa 'Se llama copla' de la cadena Canal Sur y después lo sería esporádicamente en su edición especial, Se llama copla: El desafío. En 2002 publicó sus conocidas memorias Calla canalla. En el libro descubrió que su exmarido había tenido un hijo en 1973, llamado Javier, con una ex azafata del programa Un, dos, tres… responda otra vez llamada Pilar Pérez Sanabria.
Icono contra el maltrato
La cantante sabía muy bien lo que era tener problemas de salud. En febrero de 2013, a los 63 años, fue diagnosticada de cáncer de mama en estado primario. Fue operada en junio de ese mismo año para extirparle un tumor y empezó un tratamiento de quimioterapia y radioterapia. Tras tres años de lucha, anunció que estaba totalmente curada.
En 2019 fue ingresada de urgencia en el Hospital San Rafael de Cádiz para ser operada por un problema en el aparato digestivo del que se recuperó rápidamente.
Por otra parte, la artista se convirtió en un icono contra el maltrato. En noviembre del año pasado presentó su fundación a favor de la lucha contra la violencia de género, mostrando públicamente su propia experiencia personal con el fin de visibilizar esta lacra social.
Hoy, para los que amamos el arte del cante y el baile flamenco, con su muerte se nos va la reina indomable de la rumba flamenca. Descansa en paz, María Jiménez.
Más noticias: