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Dos mujeres posando para la cámara, una con cabello largo y lacio y la otra con cabello rizado.
CULTURA

El #Metoo ibérico: crónica oscura del cine español de Marisol a Nadiuska

La publicación de una conversación de Pepa Flores con Umbral reabre la polémica de los abusos sexuales en el cine

La publicación en “Vanity Fair” de un reportaje sobre Marisol ha destapado de nuevo el fantasma del movimiento #metoo. La publicación rescata una entrevista realizada por Francisco Umbral, que ya en 1991 el propio autor usó para su libro “Crónica de esa guapa gente”, en la que la niña prodigio por antonomasia del cine español confesaba que alguien sin determinar la llevaba “a un chalet del Viso para que gentes del régimen me vieran desnuda”

Una vez más, Pepa Flores, se adelantó a su tiempo. Mientras en el cine español actual se han sumado a la moda del feminismo para realizar hastags y lucir abanicos reivindicativos en las ceremonias de los Premios Goya, ella en 1979 se atrevía a denunciar situaciones tan repugnantes como la descrita unas líneas más arriba.

¿Por qué los movimientos de denuncia contra los abusos en el cine en nuestro país solo han calado a nivel epidérmico? El crítico de cine José Talavera lo tiene claro: “En España es complicado hablar de esto porque no hay denuncias como tal. Hay rumores, pero casi nadie da nombres. También tenemos una cultura distinta y hay cosas que a los americanos les parecen terribles y nosotros lo despachamos como una anécdota”.

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Pepa Flores, "Marisol". | El Cierre Digital

Uno de los grandes cronistas sociales de nuestro país,  Jaime Peñafiel, tiene una visión parecida: “Hay muchas actrices españolas con historias terribles, pero si ellas no hablan yo no soy quién para hacerlo”. “Cuando he leído el reportaje de Marisol he sentido una gran tristeza porque le tengo un gran aprecio. Es una mujer dignísima y eso es lo que siento por ella. Es digna de admiración”, remata un Peñafiel emocionado al otro lado del teléfono.

Continuas situaciones de acoso

Al pegar un vistazo a las memorias y biografías de grandes actrices de nuestro cine sorprende que, años antes de que se viralizase la figura de  Harvey Wenstein, casi todas ellas narran con pasmosas naturalidad situaciones de acoso y cómo reaccionaron ante ellas.

Concha Velasco, en su libro coescrito por Andrés Arconada “Diario de una actriz”, nunca hizo mención alguna a ningún tipo de acoso y de situaciones desagradables pero durante una entrevista hace meses en “Sabado Deluxe” al ser preguntada por el tema del momento, (las acusaciones contra Harvey Wenstein) recordó un caso curioso de su pasado. La actriz contó como en un hotel de Barcelona el productor  Césareo González intentó besarla y ella reaccionó dándole una patada “en sus partes”. Si uno revisa la entrevista en el citado programa de televisión, la actriz narra el incidente sin darle especial importancia. Como tantas mujeres de su generación, Concha asumía que algunos hombres podían ser un peligro potencial y reaccionó al ataque con otro. Es más, la anécdota termina con la firma del contrato y, según ella siguió relatando, el buen trato presidió la relación entre el productor y la estrella. Visto desde fuera es como si a ojos de González, la Velasco hubiese pasado una prueba. Como dato curioso, en uno de los cinco films del contrato, “El indulto” conocería al director de José Luis Sáenz de Heredia, el favorito de Franco, con el que inició una relación sentimental que se prolongó durante una década.

Césareo González, fue entre los años 40 y 70, el productor más influyente del cine español y el primero, junto con la productora de Vicente Casanova  CIFESA, que intentó trasladar el modelo del star system americano al cine patrio. No hubo estrella grande o pequeña del firmamento nacional que en esas décadas no pasara por su factoría. Los rumores sobre sus amores con alguna de ellas forman parte de la historia del mundo del espectáculo en nuestro país. Lola Flores  en sus confesiones a Tico Medina aseguraba que nunca tuvo nada con él y que siempre se había mostrado correcto con ella, pero añadía que “sí sé de muchas que fueron cariñosas con él y a cambio las puso películas para ellas que había que doblarlas y que no daban dinero. Eso no es lo mío. Yo funcionaba, no me daba las películas como un favor. Joselito, María Félix  y yo éramos los más rentables de Suevia Films”. 

Las reinas del destape

Tras la muerte de Franco, se inició la moda del destape. Lo que durante años había estado vetado a los espectadores españoles no sólo ya era accesible, sino que se convertía en la base industrial del cine español. Este cine se basó en gran medida en el erotismo que desprendían sus protagonistas, sobre todo las mujeres.

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Pepa Flores, "Marisol". | El Cierre Digital

Con un contexto así, es fácil imaginas que los “Wenstein” ibéricos tenían un campo abonado para actuar. La sospecha sobre que muchas actrices de le época sufrieron abusos siempre han planeado esta etapa de nuestra cinematografía. Algunas lo contaron sin especificar nada como  Bárbara Rey o Ágata Lys.

Sin embargo, hubo dos mujeres que fueron más claras al respecto. Las dos tuvieron un final trágico. La primera fue Amparo Muñoz, uno de los cuerpos más bellos que se han asomado a nuestras pantallas. Fue la primera española en llegar a ser Miss Universo, en 1974, y también la primera, y la única hasta hoy, en renunciar a la corona. Ese mismo año empezó una fulgurante carrera cinematográfica. En su libro de memorias “La vida era el precio”, relata sus complicadas relaciones con algunos hombres del mundo del espectáculo. Cita nombres como el cineasta José Antonio Nieves Conde que, según ella, la vejaba durante el rodaje de “Volvoreta”. Tampoco tenía buenas palabras para el productor  José Frade y, sin dar nombres, recordaba como algunos directores la ofrecieron papeles a cambio de sexo y ella se negó. Sus problemas con las drogas, además, la llevaron a estar apartada de las cámaras durante años. La malagueña falleció a en 2011 tras graves problemas de salud.

El caso de Nadiuska, fue paradigmático. Uno de esos nombres que por sí mismos llenaban los cines. Similar en popularidad a Marisol, pero con un final mucho más triste. En 1976 era la estrella más cotizada y rentable de nuestro cine. A finales de los 90 salieron a la luz unas imágenes de la otrora sex-symbol mendigando en la calle. Problemas psicológicos y económicos marcaron la decadencia de la que fuera un icono de la Transición. ¿Dónde y cómo empezó su caída?

La propia Nadiuska achacaba todo a nombre propio: Damián Rabal. Hermano del gran Paco Rabal, Damián era el representante de actores más influyente del país. A su escudería pertenecían nombres como Concha Velasco, Ana Belén, su propio hermano o Josele Román. Naidiuska inició una relación sentimental con él y éste la lanzó al estrellato. Su espectacular físico, su belleza que recordaba a Sofía Loren y su desinhibición la convirtieron en la reina del destape. Su acento extranjero no fue un problema para que obtuviera papeles protagonistas gracias al doblaje.

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Pepa Flores, "Marisol". | El Cierre Digital

La actriz alemana llegó a acusar a Damián de su caída. Rompieron su relación extramatrimonial (él estaba casado y a ella la casaron con un hombre de baja clase social para obtener la nacionalidad. Este hombre solo la vio durante el día de la ceremonia) en 1979, justo cuando su carrera empezaba a despuntar en el extranjero. Según la versión de la actriz, Damián castigo su alejamiento con el veto. Hizo valer su influencia en el cine español para que nadie la contratara.

El fotógrafo César Lucas nos da otra visión del asunto: “Nadiuska cambió de representante y no funcionó. Pensó que la podrían llevar a Hollywood y no cuajó”. Según José Talavera, el futuro de Nadiuska era de por sí complicado: “No creo que fuese una buena actriz. De todas formas, lo del idioma era un problema. Lo que pasó con ella es lo que ocurrió con muchas otras. Cuando pasó la moda del destape las que eran buenas se quedaron y las que eran malas actrices desaparecieron”.

Jaime Peñafiel, da a la historia de Nadiuska un punto inquietante: “En su final han influido varias personas que la persiguieron hasta anularla, pero ella no lo dijo en su momento y ahora, por desgracia, no puede”.

Alejada del cine, las revistas del corazón encontraron en Nadiuska todo un filón. A través de ellas la actriz contaba sus inversiones ruinosas en empresas cosméticas, sus fallidas relaciones y su conversión al catolicismo, sin que eso la ayudase a mejorar su pronunciación en castellano. En todas sus entrevistas hablaba de que sus amigos la habían abandonado y que no recordaba con agrado sus cintas de corte erótico. Ironías de la vida, cuando empezó a taparse, es cuando realmente se quedó desnuda frente al mundo.

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