El Cierre Digital Medio siglo sin Picasso: del impacto de las guerras a las polémicas agresiones.
Picasso vivió en varias ciudades, influenciándose por corrientes francesas y reflejando el horror de la Guerra Civil
Hoy, 8 de abril de 2024, se cumplen 51 años del fallecimiento del pintor Pablo Picasso, que se consagró como un genio, icono y pintor inimitable que revolucionó el arte del siglo pasado. Su figura y sus obras aún siguen vigentes, y actualmente sigue siendo fuente de inspiración para muchos artistas.
El pintor pasó su vida en numerosas ciudades, entre ellas, Málaga, La Coruña, Barcelona y París. Según reseñan expertos consultados por medios especializados, a través de sus cuadros se aprecia cómo va evolucionando su pintura y la representación de la realidad que vivía en cada momento. Uno de los sucesos que más impactaron en la vida del pintor fue la guerra y así lo reflejó en sus cuadros.
El pintor vivió la Primera y Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil Española, y las guerras de Corea o de Vietnam Su obra bélica más destacada es El Guernica. El artista consolidó la paloma como símbolo de la paz, tras el fin de la Guerra Civil en España. Cabe recordar que el pasado 1 de abril se cumplieron 85 años del fin de la Guerra Civil Española.
La vida de Picasso también fue controvertida por la multitud de parejas y aventuras amorosas que tuvo y el maltrato a las que las sometió. De quemar cigarrillos en el cuerpo de Marie-Thérèse, menor de edad, a dejarla inconsciente. Muchas de sus amantes aparecen en sus cuadros.
Trayectoria personal y artística
Pablo Picasso nació el 25 de octubre de 1881 en la ciudad andaluza de Málaga, donde vivió su infancia hasta los 10 años. En 1891 Picasso se tuvo que trasladar con su familia a La Coruña debido a cuestiones laborales de su padre, que consiguió una plaza de profesor en la Escuela de Bellas Artes. Pablo siempre recordó su viaje en barco hasta La Coruña por su larga duración y dureza.
Allí se instalaron y, hoy en día, convertido en casa museo, se pueden ver en las mismas paredes donde convivieron, reproducciones de sus obras, un grabado original y un cuadro, El palomar, pintado por su padre, aunque se cree que fue Pablo quien lo pintó, debido a que su padre ya estaba perdiendo la vista.
El nuevo estilo de Picasso surge cuando sus padres deciden mudarse a Barcelona, y aunque él era feliz en La Coruña, es en la ciudad catalana donde "nace el artista". Llegó a Barcelona con la pérdida reciente de su hermana Conchita, lo que hizo que se proclamase ateo hasta el final de sus días. Ya no será Pablo o Pablo Ruiz, allí decide cambiar su firma a Picasso. Se encuentra en una ciudad muy abierta y cosmopolita, con una gran cantidad de pintores que ya han estado en París y que están trayendo las nuevas tendencias.
El único museo inaugurado mientras seguía con vida el artista es el Museo Picasso de Barcelona. Dentro del museo se encuentran las obras que marcan el principio de la pintura que hoy conocemos como Picasso, dejando atrás el academicismo. Allí vivía en la calle de Aviñón, donde abundaban los burdeles. De esta época nació 'Las señoritas de Aviñón'. Poco podía imaginar Picasso que el rompedor retrato de estas mujeres desnudas pondría el arte hacia un nuevo estilo, el cubismo y la vanguardia en general.
Picasso viajó a París a principios del siglo XX, donde comienza a vivir la noche en el barrio de Montmartre. Era uno de los barrios más bohemios y lleno de artistas. Su arte empieza a centrarse en los pobres y marginados y en la vida nocturna. Poco después nacería su primer hijo Paul, consecuencia de su primer matrimonio. Llegaría a su vez la Primera Guerra Mundial, época donde desaparecen muchas de sus obras.
La paloma como símbolo de la paz, 'El Guernica' y el impacto de la Guerra Civil
A lo largo de la vida de Picasso tuvieron lugar en el mundo numerosos conflictos sangrientos que marcaron al pintor: La Primera y Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil Española, y las guerras de Corea o de Vietnam. El artista consolidó la imagen de la paloma como el símbolo universal de la paz, y creyó que el arte podía tener un papel crucial para concienciar al mundo sobre la injusticia y violencia que provocan las guerras.
El 26 de abril de 1937, la Legión Cóndor bombardearía el municipio vasco de Guernica, y el pintor malagueño quiso plasmar la brutalidad belicista de estos conflictos en diferentes cuadros, entre los que destaca una de sus obras más icónicas, El Guernica, que alberga el Museo Reina Sofía (Madrid).
El pasado 1 de abril se cumplieron 85 años del fin de la Guerra Civil Española, de la que dejó constancia en el último parte de guerra firmado por Franco, con la famosa frase “La guerra ha terminado”. Esta guerra fue especialmente cruel y sangrienta, y quedó plasmada en todos los cuadros que Picasso le dedicó.
Su lado oscuro: Las mujeres
El capítulo más controvertido de la vida de Picasso fue su relación con las mujeres. Numerosas obras del malagueño habrían sido inconcebibles sin la figura de la mujer. Siempre estaba rodeado de mujeres, a las cuales retrataba continuamente en sus pinturas. Esta obsesión por la anatomía femenina se ve claramente reflejada en sus obras surrealistas entre los años 1925 y 1929.
Sus vínculos sexo-afectivos con las mujeres le sirvieron como fuente de inspiración para su creatividad artística. Fueron siete las mujeres más importantes de su vida: Fernande Olivier, Eva Gouel, Olga Khokhlova, Marie-Thérèse Walter, Dora Maar, Françoise Gilot y Jacqueline Roque.
Sus allegados más cercanos, como su nieta Marina Picasso, explica la vida de su abuelo y sus dinámicas con las mujeres calificándole de profundo misógino. "Las sometía a su sexualidad animal, las domesticaba, las hechizaba, las devoraba y las aplastaba en sus lienzos. Después de pasar muchas noches extrayendo su esencia, una vez desangradas, se deshacía de ellas".
La escritora Arianna Huffington relata en su libro ‘Picasso: creador y destructor' historias macabras del artista malagueño, como que quemaba con cigarrillos el cuerpo de Marie-Thérèse, amante del pintor cuando aún ella era menor de edad. También relata las agresiones que sufrió Dora Maar, llegando a quedar inconsciente en numerosas veces. Tras nueve años de relación, Picasso la abandonó por Françoise Gilot, y esta tuvo que ser ingresada en hospitales psiquiátricos por la enorme depresión que le generó.
Por otro lado, dos de sus mujeres, Marie-Thérese Walter y Jacqueline Roquese, se quitaron la vida años después de la muerte del pintor. Actualmente, diferentes asociaciones feministas han denunciado al artista malagueño acusándole de maltratador y de haber arruinado la vida de sus mujeres. Uno de los movimientos más importantes contra su figura se origina en Francia, el conocido movimiento #Metoo, donde los asistentes llegaron a manifestarse en el Museo Picasso de Barcelona.
Más noticias: