La 81 edición de la gala de los Globos de Oro celebrada el pasado lunes, 8 de enero, la condujo el cómico Joseph Glenn Herbert, más conocido por su nombre artístico, Jo Koy. Nacido el 2 de junio de 1971 en Washington, de madre filipina y padre estadounidense, siempre ha asegurado que su origen racial ha sido determinante para el desarrollo de su carrera.
“Estamos encantados de que Jo aporte su energía contagiosa y su humor identificable para iniciar la temporada de premios de Hollywood. Estamos ansiosos por ver lo que tiene reservado para las estrellas en la sala y para una audiencia global”, declaró en un comunicado Helen Hoehne, presidenta de los Globos de Oro, el día que se anunció que Jo Koy sería el presentador del evento, a pesar de no haber sido su primera opción. Sin embargo, lo que parecía ser una gran oportunidad para el cómico, acabo siendo un motivo de nuevas críticas a la gala.
Y es que esta edición será recordada por las polémicas que se desencadenaron en la noche en la que se evidenció el fenómeno 'Barbenheimer', que hace referencias a los títulos de las exitosas películas Barbie, mejor película de comedia, y Oppenheimer, mejor película de drama.
Las críticas a la edición de este año por los comentarios del presentador Jo Koy volvieron a sacar a relucir las acusaciones de ediciones anteriores sobre presunto "racismo" y "corrupción" de la organización de los Golden Globes.
Su trayectoria profesional
Jo Koy es uno de los cómicos más relevantes de EEUU, que tuvo unos comienzos difíciles en una cafetería de Las Vegas, pero que en 2005 logró presentarse en el programa The Tonight Show de Jay Leno, a partir del cual le llegaría la fama.
En 2009 grabó su primer especial de comedia con el nombre Don’t Make Him Angry para Comedy Central. En 2017 batió el récord de entradas vendidas por un solo artista con 23.000 entradas y 11 espectáculos con todas las entradas agotadas en Honolulu.
Jo Koy | El Cierre Digital
Siguió con su racha de récords cuando se agotaron las entradas para seis espectáculos programados en The Warfield, San Francisco. Y en 2019 volvieron a agotarse las entradas para cinco espectáculos en el Civic Theatre, San Diego, el mayor número de espectáculos consecutivos con entradas agotadas para un cómico.
Koy, además, ha tenido una destacada trayectoria en el cine participando en películas como la nueva versión de La Mansión Embrujada, Leo y El Rey Mono.
Los momentos polémicos de la gala
Desde un principio la gala se torció para Jo, que abrió con un discurso lleno de humor alrededor de las películas favoritas de la gala: Barbie y Oppenheimer. Pero no lo consiguió, caras largas y sonrisas forzadas de los invitados evidenciaban la 'poca gracia' que les hacía el presentador. Las redes sociales no tardaron en hacerse eco de la situación tensa que se estaba viviendo, en la red social 'X': "Estamos de acuerdo en que Jo Koy ha sido el peor conductor que han tenido los #GoldenGlobes verdad" o "Esto esta siendo muy incómodo. Jo Koy se está hundiendo. #GoldenGlobes paren esta masacre".
Pero todo empeoró cuando las 'gracias' del presentador se enfocaron en la artista Taylor Swift: "¿La gran diferencia entre los Globos de Oro y la NFL? En los Globos de Oro tenemos menos planos de Taylor Swift", dijo el cómico, haciendo referencia a la mediática relación de la cantante y el jugador de fútbol Travis Kelce. Acompañando a estas palabras la realización mostró a la cantante, que reaccionó con una cara seria "de pocos amigos" y lanzando una mirada fulminante al cómico que para muchos reflejaba la famosa frase "si las miradas mataran..." De hecho, algunos seguidores de los Globos de Oro han publicado vídeos en los que se ve a la cantante grabando al presentador con su móvil mientras parece decir "piece of shit" ('pedazo de mierda' en inglés).
Pero no todos los focos apuntaban al presentador, a lo largo de la gala también se vivieron momentos de tensión entre algunos de los presentes. En un momento de la noche, la cantante, modelo y actriz Selena Gomez fue a pedirle una foto al actor Timothée Chalamet sin éxito, para sorpresa de todos. Quien se la negó no fue su staff o el propio artista, sino su novia, Kylie Jenner, de la familia Kardashian. Entonces se dirigió hasta la mesa de Taylor Swift para contarle lo sucedido, y su reacción fue de lo más viral de la noche: abrió los ojos lo más grande que pudo y su mentón se fue para abajo, no podía creer lo que estaba escuchando.
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