La leyenda que esconde la mansión de Somosaguas que Miguel Bosé ha vendido a Courtois
Fue el gran feudo de los Dominguín-Bosé y por ella han pasado ilustres personajes como Lola Flores o Salvador Dalí
Miguel Bosé se ha desecho de su histórica casa de la urbanización de Somosaguas en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Así lo asegura la revista Semana en exclusiva. Según la citada publicación, ha sido el portero del Real Madrid Tibauth Courtois quien se ha encargado de comprar esta propiedad a cambio de 6 millones de euros.
Con esta venta el cantante podrá hacer frente a sus problemas con Hacienda. Lo cierto es que ya en febrero de 2022 pidió una hipoteca, con la mansión de Somosaguas como aval precisamente, para solventar sus deudas con el Fisco.
Desde que se mudó a México la casa estaba sin ocupar. Ya en 2018 el periodista Jorge Javier Vázquez intentó alquilar la mítica residencia, pero finalmente, ha sido una compra la que ha hecho que la casa cambie de propietarios. Courtois se hizo con ella el 25 de octubre de 2022, según la revista Semana.
La mansión de Somosaguas
Sin esta propiedad, el intérprete de Amante bandido ya solo tiene a su nombre un piso en el madrileño barrio de Chueca. Se trata de un ático que tiene una anotación preventiva de embargo. Este piso de 70 metros cuadrados en el céntrico barrio madrileño es, hasta la fecha, la propiedad más desconocida del cantante.
Sin embargo, la joya de la corona era la histórica mansión familiar de Somosaguas. Se trata de una propiedad de 1.068 metros cuadrados. La construcción de la vivienda data de 1966 y era propiedad de pleno dominio de Lumi SL, una sociedad cuya mayor accionista era la matriarca del clan, Lucía Bosé, y consta como administradora única Costaguana SL, la única empresa que Miguel Bosé continúa teniendo a su nombre en España, y la sociedad holandesa Tarisa BV, que es también propiedad del cantante.
La casa cuenta con un taller de cerámica, un cuarto solo para las basuras o una sala de juegos con lavamanos. En la planta baja está el hall, el salón, el comedor, un aseo, la despensa, la lavandería, un cuarto de frío, una sauna y un gimnasio, entre otras estancias, y en la superior hay dos apartamentos independientes con baño propio.
La mansión fue reformada en el año 2010. El objetivo era que fuera práctica y tuviera todo lo necesario en su interior, por lo que se hizo a su medida.
Esta mansión estuvo ajena a los embargos que pendieron sobre sus otras propiedades en España (el fisco español le pide 1,8 millones) porque, simplemente, no estaba a su nombre, sino al de Lumi SL (acrónimo de Lucía y Miguel), que pertenecía accionarialmente a su progenitora fallecida en 2020 a los 89 años.
Un emblema de la familia
La familia se trasladó a la misma en 1966 y en ella vivieron los últimos tiempos de unidad el matrimonio de los padres de Miguel Bosé. En 1968 la unión de Luis Miguel Dominguín y Lucía Bosé llegó a su fin. Durante años la actriz aguantó las infidelidades del torero, pero al final se hartó. La leyenda dice que la italiana se plantó ante el torero y le dijo: “El cupo de putas lo tengo lleno”. La verdad es que Dominguín había iniciado una relación con su prima Mariví y el escándalo fue mayúsculo. La prensa del corazón de la época, tímida comparada con la actual, hizo de la separación uno de sus temas favoritos.
Las fotos de Luis Miguel retozando con su prima en la portada de Garbo fueron tal escándalo que la revista fue secuestrada. Por si fuera poco, el diestro emitió un comunicado con una aclaración ridícula: “No era incesto, era un picnic familiar”.
A partir de ese momento la mansión pasó a ser el lugar de residencia de Lucía Bosé y sus hijos Lucía, Paola y Miguel. Desde que en 1977 Miguel lanzó su carrera musical se hizo cargo de los gastos de la casa.
En los años 70 la casa fue el escenario de algunas de las reuniones más interesantes del Madrid de entonces. Lola Flores, Luchino Visconti, Salvador Dalí o la duquesa de Alba pasaron por una mansión de la que colgaban cuadros de Picasso o Andy Warhol.
También fue el escenario de los amores del cantante. De los públicos y de los desconocidos. Y el lugar donde vivió sus peores momentos personales que él mismo ha confesado, como sus problemas con sustancias.
El propio Bosé aseguró que convivía allí en sus fiestas con sus músicos y que cuando tenía un arrebato de inspiración tomaba la decisión de despertarlos para 'parir' una de sus obras.
Hace años Miguel Bosé se fue a vivir a América y dejó la casa de Somosaguas. Serían los peores años de su vida en cuanto a imagen pública. Su juicio contra su exnovio Nacho Palau por la custodia de sus hijos y sus polémicas declaraciones sobre el covid-19 le han perseguido en los últimos tiempos.
Ahora, el cantante hace caja con la venta de la histórica mansión de Somosaguas, símbolo de la influencia social de la saga Dominguín-Bosé durante años.
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