Tumbas de periodistas fusilados en la Guerra Civil: Están totalmente abandonadas

Corría el 20 de agosto de 1936, un mes después del inicio de la Guerra Civil, cuando fue fusilado Alfonso Rodríguez Santamaría, a los 57 años de edad. Presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) y subdirector del diario ABC. 

Su muerte, junto a la de otros compañeros de profesión, en idénticas circunstancias, hizo que se creara el “Día del Periodista Caído”

El  Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena, situado en el distrito de Ciudad Lineal, alberga en su interior un discreto mausoleo. Consta de cuatro sepulturas, donde fue enterrado el propio Rodríguez Santamaría. 

Además comparte espacio con los periodistas Julián Blanco y Pérez del Camino, Enrique Estévez Ortega, José Asenjo Alonso, Fernando Gillis Mercet y Francisco Goñi y Soler.

De esta forma figuran los nombres en las lápidas. A pesar de que el número de inhumados y el de las tumbas no  coincide con los que posiblemente haya en el interior de las tumbas. 

Anteriormente a la sepultura en las que se encuentran los cuerpos estuvieron dispersos por el camposanto madrileño. No fue hasta 1949 cuando, a instancias de la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid se trasladaron todos al mismo lugar. Donde se levantaría un monumento en su honor.

La Asociación de la Prensa figura en la sepultura y encargó los enterramientos. Pero no consta ningún archivo que le adjudique la gestión de las tumbas.

Este hecho figura tanto en informaciones de prensa de la época como en la memoria anual de 1939 de la asociación. No obstante,  no se ha encontrado en el archivo de la entidad ninguna partida o documento en la que se especifique nada. Ni el gasto concreto o el año en el que se edificó.  

Unas tumbas sin datos concretos

En «La Casa de los Periodistas» de Víctor Olmos, una colección de tres libros que narra la historia de la Asociación de la Prensa de Madrid, tampoco constan datos que vislumbren quién y cuántos están realmente enterrados en las tumbas.

Sí constan, en cambio, la ubicación de una placa a Rodríguez Santamaría en el Palacio de la Prensa, en Callao. También la fundición en cobre de un busto por valor de 3.000 pesetas. Cómo fue su construcción es una incógnita. 

En todos los homenajes que ha hecho todo este tiempo la Asociación de la Prensa se ha recordado el nombre de 28 periodistas asesinados en los primeros compases de la Guerra Civil. Todos trabajadores de periódicos conservadores como ABC, «El Universo», «El Debate» o «Siglo Futuro». 

En el archivo de la Asociación de la Prensa de Madrid no consta ninguna lista sobre qué asociados están enterrados en La Almudena.

La Asociación de la Prensa fue quien propuso la construcción del mausoleo. En el propio sepulcro aparece el nombre de la asociación, lo que apunta a que son los propietarios, pero tampoco consta un escrito que lo confirme. 

El homenaje se celebró desde el final del conflicto y se repitió durante toda la dictadura. Entre 1939 y 1944 se hizo el 20 de agosto, pero posteriormente se pasó al 29 de enero, día de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas.