Jorge Javier Vázquez: Trabajo para que la gente disfrute, en teatro y televisión.

Jorge Javier Vázquez, en la obra Desmontando a Séneca que representa en Madrid en el teatro Reina Victoria, se enfrenta a las preguntas fundamentales de la vida. Las mismas que se hizo el filósofo de cabecera de Nerón y que ahora se hacen las influencers en Instagram. En hora y media, sólo en el escenario, el de Badalona repasa estas dudas existenciales con humor, en un espectáculo hecho a medida. No está en un plató, pero ha conseguido controlar el escenario como si lo fuera.

- ¿Cómo es que le ha dado por darle una vuelta a Séneca?

- Fue una idea de Juan Carlos Rubio, que me dijo que ya estamos en la edad de preguntarse qué es la vida, si la estamos aprovechando… e intentamos hacerlo de la forma más entretenida.

- Después de este mano a mano con Séneca, ¿a qué conclusión llega? 

- Una importante: el futuro no existe. Parece una obviedad. Pero conforme llegas a una edad, las muertes, las enfermedades, empiezan a no ser algo ajeno y descubres que lo único que tenemos asegurado es el hoy.

- Le vi en el escenario y me daba la sensación de que estaba justo en el lugar en donde quería estar. ¿Ha llegado a estar más cómodo en el teatro que en la televisión?

- He llegado al momento en el que estoy cómodo en los dos sitios. Hay miedos cuando empiezas en una profesión, pero cuando descubres que es lo que hay y que has demostrado tu valía, dejas de tener miedo y empiezas a disfrutarlo. Conmigo mismo ya no tengo que demostrar nada. En cuanto al teatro, es el lugar ideal. Lo tienes todo controlado durante hora y media. Sabes lo que va a pasar y lo que vas a provocar.

- ¿Cree que después de tres obras de teatro los posibles prejuicios que haya podido haber en torno a su trabajo como actor han desaparecido?

- Paso absolutamente de los prejuicios. Me enfrento a retos que puedo afrontar y que creo que puedo hacer bien. Trabajo para que disfruten los espectadores. Tanto en teatro como en televisión. Lo que se opine… no es que no lo tenga en cuenta pero para mí es más importante que la gente salga satisfecha.

- Por el Deluxe han pasado algunos de los mejores actores de este país. ¿Alguno se ha resistido a ir? 

- Luego me hace gracia porque te encuentras a gente conocida del cine y del teatro que nos ve continuamente y están al día de todo lo que pasa en el programa pero que les da pudor ir.

- “Yo tengo muy claro que antes de que me echen me quiero ir yo”. Dijo esto en una entrevista y la gente no para de especular. ¿Está cerca el momento de decir adiós a la tele?

- Es que me encantaría aplicarlo a todo en la vida. A la pareja, a los amigos… no sólo al trabajo. Siempre me acuerdo de esa frase de Carmen Rigalt de que hay que dejar las fiestas cinco minutos antes de irse.

- En unas semanas se cumplirá un año de la docuserie de Rocío Carrasco. Con la perspectiva que da el tiempo. ¿Por qué cree que impactó tanto? 

- Hablaba de cosas que en este país nos cuesta mirar a la cara. De un modelo de sociedad del que muchos se aprovechan. Poner al descubierto esas costuras a muchos no les gusta. Creo que en el caso de Rocío Carrasco sobró mucho debate en general.

- ¿Le recomendaría a Antonio David leer a Séneca?

- Le recomendaría leer, sin más.

- “Rojos y maricones”. Ésa frase suya ya es historia de la tele ¿Pasa factura todavía en este país dedicarse al entretenimiento y hablar claramente de política?

- Parece que los que hacemos esta televisión y los que la ven no estamos, no votamos. La frase estaba mal dicha. No quería decir que nuestro programa sólo está hecho para rojos y maricones sino que lo hacemos rojos y maricones, pero ya ha quedado así la frase. En un barrio de Madrid vi una pancarta que ponía “rojos y maricones, la resistencia”.

- A veces se repite como un mantra eso de que no se debe mezclar la política con el corazón, pero en eso somos un rara avis como país. ¿Por qué nunca son noticia rosa los políticos? 

- Hay un pacto no escrito, pero la verdad es que ellos ya han entrado en ese mundo. En ocasiones los políticos se comportan como si estuvieran en Sálvame. Igual deberíamos derribar esos muros y empezar a hablar de la vida de los políticos.

- La verdad es que no se puede quejar. Por su programa han pasado algunos políticos importantes. ¿A cuál le encantaría tener? 

- A Yolanda Díaz. Me gusta cada vez más. Es la política que quiero. Es educada, aguanta la mala educación de la bancada popular con una elegancia llamativa.

- ¿Y a qué político le sometería a un polígrafo?

- Uf, a ninguno. Creo que sometería a Pablo Casado a hipnosis para ver si es así o se lo hace.