Iñaki Domínguez: 'Los pijos y los macarras se relacionaban a través de la droga'
El periodista vasco ha escrito una trilogía sobre los 'Macarras ibéricos' en la que habla sobre delincuentes
Se define como "ensayista, modernólogo y juerguista profesional". El periodista vasco Iñaki Dominguez es licenciado en Filosofía y doctor en Antropología Cultural. Lejos del ámbito educativo donde se formó, su historia personal está vinculada a lo que se conoce como 'moderneo'.
A principios de la década de los noventa decide fundar el colectivo malasañero ‘Esquiadores de los Setenta’, relacionado con el exceso de la noche madrileña. El comunicador, amante de lo retro y el fenómeno 'quinqui' decidió escribir una trilogía sobre los delincuentes que han marcado la historia nacional. 'Macarras Ibéricos', 'Macarras interseculares' y 'Macarrismo', además de 'Homo Relativitus' , 'El expiador' o 'Signo de los tiempos', son sus obras.
Desde elcierredigital.com nos hemos puesto en contacto con el periodista vasco para abordar la historia del fenómeno quinqui, los nuevos personajes retro y la segunda época dorada que vive el movimiento que a finales de los setenta iniciaron unos jóvenes que habitaban en los barrios suburbiales de las principales ciudades españolas como Madrid o Barcelona.
-Algunos de los delincuentes más famosos del 'género quinqui', como "El Torete" o "El Jaro", han pasado a la historia como mitos.
Eso es. Han pasado a la historia como mitos callejeros, gente que vive en la cabeza de las personas y que tienen ese aire de mitología o leyenda. A estos chavales no se les ve desde un prisma positivo pero sí tienen ese elemento mítico.
-Muchos de los directores de la época como Carlos Saura o Eloy De la Iglesia llevaron la historia de estos jóvenes, que tuvieron que hacer frente a la fama temprana.
Muchos de estos chicos fueron juguetes rotos y no pudieron asistir a su éxito. El actor Jose Antonio Valdelomar no pudo recoger el Oso de Berlín por la película 'Deprisa, Deprisa' porque estaba en la cárcel. El caso de José Luis Manzano quizás es el más representativo de poder haber trabajado más porque le ofrecieron muchas cosas y también 'El Pirri'. Estos chavales provenían de unas zonas, unos orígenes, en los que muchos cayeron por la droga.
-En uno de los capítulos de su libro 'Macarras Ibéricos' trata la historia de las tribus urbanas que surgieron en la Movida Madrileña, un movimiento que iniciaron los conocidos como 'niños de papá'.
No solo 'niños de papa', sino gente que cuenta con los recursos necesarios para tener éxito. Por ejemplo, el caso de Carmen Maura, es actriz pero proviene de la familia del político español Antonio Maura. Toda esta gente tenía muchas más posibilidades, como el caso de Antonio Flores. Él sacó un disco cuando fue a casa de Lola Flores un productor muy importante.
Los pijos y los macarras se relacionaban a través de la droga. La droga es un interés común y entre ellos era un nexo de unión, había una relación entre los 'modernos' pijos y los macarras. Por ejemplo, en el Parque de San Blas se vendía mucha droga y allí se juntaban todos ellos, los pijos y los quinquis.
- ¿Consideras que el fenómeno quinqui está viviendo su segunda época dorada?
El tema quinqui es un clásico. Yo viví en Holanda durante una temporada y allí me hablaban de 'El Vaquilla', es un fenómeno que no ha muerto y los jóvenes tienen mucho interés hacia el elemento retro. Mucha gente joven conoce a todos estos personajes y, de hecho, se puede ver en redes sociales.
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