Gran repercusión de El Cierre Digital por la noticia sobre José Antonio Ruiz-Berdejo
El aristócrata y amigo de la socialité Isabel Preysler en Sevilla, donde ejerce como cónsul honorario de Bélgica.
Tras la publicación de elcierredigital.com sobre la noticia acerca de José Antonio Ruiz-Berdejo aristócrata y amigo de Isabel Preysler, numerosos medios de comunicación se han hecho eco de la información por su gran repercusión. Tras la ruptura de la 'reina de corazones' y Mario Vargas Llosa la prensa del corazón ha apuntado a que 'podría tener una nueva ilusión en Sevilla'.
Lo que sí es cierto es que después de la polémica generada alrededor de su ruptura con Vargas Llosa y viajar a Estados Unidos para refugiarse estas navidades en los brazos de los suyos, la socialité de 72 años –su verdadera edad, al contrario de lo que afirma– ha regresado a España. Aquí cuenta con grandes apoyos familiares y entrañables, como el de su conocido amigo sevillano, el aristócrata José Antonio Ruiz-Berdejo
Este abogado y empresario, de origen italiano y de 55 años, ha ejercido en numerosas ocasiones de anfitrión de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa en la ciudad de Sevilla. Cada vez que la ya expareja visitaba la capital hispalense, Ruiz-Berdejo –descendiente del conde de Sigurtá y que es cónsul honorario de Bélgica en Sevilla– les recibía y acompañaba por la ciudad hispalense, siendo su compañero en las corridas de toros.
Ya en 2018 la revista Vanity Fair se preguntaba, con un titular sugerente en sus páginas, sobre la identidad de este misterioso amigo de Isabel Preysler que la acompañaba en la barrera de la Plaza de Toros de la Maestranza
El aristócrata José Antonio Ruiz-Berdejo
José Antonio Ruiz-Berdejo es un empresario, abogado y descendiente de condes, de 55 años edad y de origen italiano. Se trata de un galante aristocrata que desde hace años es un buen amigo de Isabel Preysler y ha sido, incluso, su anfitrión en sus visitas a Sevilla, donde ejerce el cargo de cónsul honorario de Bélgica. Es hijo de José Carlos Ruiz-Berdejoy Clelia Muchetti y como se ha mencionado descendiente del conde de Sigurtá.
En 2014, el Rey Felipe de Bélgica le hizo entrega de la Orden de la Corona, y cuatro años más tarde, Felipe VI de España le concedía la Orden de Isabel la Católica por sus "méritos en la actividad consular". Además, de sus títulos, es propietario del conocido palacio Villa Sigurtá, en la región italiana del Véneto.Este empresario inmobiliario nació en Milán, aunque criado en Sevilla, y estuvo casado desde 1992 hasta 1995 con Marina Marzotto, heredera de la conocida marca textil del mismo nombre.
Unos años después, en 2011, contraía segundas nupcias con Julia Oetker, heredera de la empresa alemana de pizzas también del mismo nombre. Pero aquí no acaban sus relaciones amorosas, el aristócrata también estuvo relacionado en 2016 con Pia Miller, la mayor de las hijas del millonario estadounidense Robert Warren Millery su esposa Marie Chantal Pesantes, familiares directos de la Reina Emérita doña Sofía.
Desde hace un año, José Antonio Ruiz-Berdejo comparte su vida con la experta en ciberseguridad italiana Alessandra Gorla –veinte años más joven que él–, que dio a luz el primer hijo de ambos este verano.
Gracias a su puesto como cónsul honorario de Bélgica, Ruiz-Berdejo organiza año tras año una selecta fiesta en la sede del Consulado en la ciudad sevillana. Entre otros personajes conocidos de la sociedad española, a este evento han acudido famosas como Antonia Dell'Atte y la propia Isabel Preysler.
La 'reina de corazones'
Quienes conocen a Isabel Preysler en las distancias cortas aseguran que se trata de una mujer con carácter, que 'se mueve' con seguridad. Respecto a sus relaciones sentimentales, sus conocidos indican que "Isabel siempre se ha asegurado de tener un 'respaldo' antes de que su matrimonio o relación de ese momento pudiera llegar a su fin".
Un ejemplo claro de esto es el relatado por el director de elcierredigital.com, Juan Luis Galiacho, en su libro Isabel y Miguel. 50 años de historia de España. Fue el día en que Miguel Boyer e Isabel Preysler se conocieron en casa de Mona Jiménez (primavera del 82), en una de aquellas famosas reuniones donde en torno a unas “lentejas” se agolpaban políticos, empresarios e intelectuales para,en teoría, debatir la situación que vivía España por entonces.En aquellas fechas, Miguel Boyer no era todavía el todopoderoso ministro socialista que sí sería poco después, aunque ya se sabía que era la mano derecha económica de Felipe González Márquez.
Fue aquella comida de la primavera de 1982, que presidió él, en la calle Capitán Haya de Madrid, la que sirvió para que Isabel Preysler se fijara por primera vez en aquel hombre que hablaba mejor que nadie y que tenía un sentido del humor desconocido para ella. Y recordó, según cuentan sus amigos, que a la salida sólo se dijo a sí misma: “¡Este hombre me gusta!”
En aquellas fechas, Isabel Preysler estaba todavía casada con su segundo marido, Carlos Falcó, marqués de Griñón, con el que había tenido a su hija Tamara, y también Miguel Boyer estaba casado con la doctora Elena Arnedo, con la que tenía dos hijos, Laura y Miguel.
Fueron los inicios de un romance que perduraría en el tiempo, pues a partir de aquel día la filipina procuró asistir a aquellas reuniones, comidas o fiestas en las que sabía que se contaba con la presencia de Boyer. Fueron meses en los que presuntamente el amor se fue fraguando, discretamente, oculto a los ojos de los demás, bajo el paraguas de reuniones aparentemente inocentes entre los dos matrimonios que parecían llevarse especialmente bien
Precisamente, el marqués de Griñon invitó días después de estas "lentejas" al matrimonio Boyer a su finca “El Rincón”, en Aldea del Fresno (Madrid). Y ese mismo verano, en contrapartida, los Boyer invitaron a Isabel Preysler y su marido a pasar unos días en Ibiza, donde Miguel Boyer y su mujer Elena Arnedo vereaban junto a sus dos hijos. Solo dos meses después a la cita veraniega, en octubre, se celebraban unas elecciones generales en las que el PSOE, con Felipe González al frente, barrió en las urnas con una mayoría absoluta de 202 diputados, la más grande obtenida hasta ahora.
Y eso tuvo una influencia decisiva en las relaciones de ambos personajes, ya que Miguel Boyer formó parte del primer Gobierno socialista como ministro de Economía, Hacienda y Comercio, o sea, de superministro, lo que aparentemente encendió aun más las ambiciones de la socialité filipina. Desde siempre, cuentan sus amigos, "Isabel había querido estar cerca del poder y con más relevancia social". Además, sus relaciones con el marqués de Griñón se habían deteriorado y la pareja estaba abocada a la ruptura.
Dicen que ahora, después de tres matrimonios y una sonada ruptura con el Premio Nobel de Literatura, Isabel Preysler podría tener "una nueva ilusión". Eso dicen sus allegados. Y, por otro lado, también días después de que saliera la luz el fin traumático de la relación entre la socialité y Vargas Llosa, la familia Preysler volvía al foco mediático con la reconciliación feliz de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Quizá casualidades de la vida. O quizá del papel couché.
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