Christian Chávez causa revuelo en México al lucir un traje charro rosa

El pasado fin de semana, durante una de las presentaciones de RBD en el Madison Square Garden de Nueva York, Christian Chávez utilizó un atuendo inspirado en el clásico traje charro mexicano. Su vestuario era de color rosa y contaba con detalles bordados con lentejuelas doradas en toda su superficie, lo que ha desatado la polémica.

El regreso de RBD, la banda creada a raíz de la exitosa serie mexicana que se estrenó en 2002 Rebelde, causó furor al confirmar diversas fechas de conciertos en varios países. Así, la gira mundial se presentó como una oportunidad para toda una generación que creció con sus personajes.

En el tour de Rebelde participan Dulce María, Anahí, Christian Chávez, Maite Perroni y Christopher Uckermann, quienes dieron vida, en su momento, a los famosos personajes en el exclusivo colegio privado Elite Way School de la telenovela mexicana.

Durante uno de los espectáculos,  Christian Chávez desencadenó la reacción de multitud de  mexicanos que se sintieron ofendidos por el color del traje y las deportivas doradas que lo acompañaban, encontrándolo una falta de respeto a la tradición de la indumentaria charra.

Por su parte, la Federación Mexicana de Charrería pidió al actor que utilizara el traje charro con más respeto, ciñéndose a la tradición. El grupo, que se caracteriza por realizar multitud de cambios de vestuario y por presentar llamativos atuendos, también recibieron una llamada de atención de la reina de la Federación.

Luisa Echeverría publicó en su cuenta de Instagram un comunicado en el que se dirigía directamente a Chávez: “Yo, Luisa Echevarría, reina de la Federación Mexicana de Charrería, me dirijo a ti @christianchavezreal, con todo el respeto y la admiración que te tengo por ser tu y tus compañeros un grupo de mexicanos exitosos que han trascendido fronteras en nombre de México”.

Añadió también su desaprobación por el traje de color rosa: “Con este mismo respeto te invito a que portes nuestra indumentaria, la de los charros, conforme a nuestros cánones y que nos permitas ser reconocidos en el mundo a través de tu arte también por la elegancia de nuestros trajes”.

Ante el revuelo, Christian Chávez explicó en un video en su cuenta de Instagram que el traje usado no era de charro, sino que se trataba de una interpretación de la mexicanidad con la que en ningún momento quiso ofender a la cultura charra.

“Hago este mensaje porque veo a algunas personas que se ofendieron por usar un traje que no es un traje de charro, quiero aclarar. El traje de charro tiene otras características y lo único para lo que hago este vídeo es para las personas que se sintieron ofendidas, lo siento mucho. Yo no soy charro, es simplemente una interpretación de la mexicanidad, es un show y obvio respeto muchísimo esa comunidad”, declaró.

En el extremo opuesto, gran parte de la comunidad de redes sociales comenzó a defender al actor y a exponer lo sucedido como un acto transgresor en una sociedad encorsetada. Los seguidores apoyaron la libertad que Chávez transmitió con su atuendo, así como la aparición que hizo en otro momento con una bandera de México fusionada con la de la comunidad LGBTQ+.

Toda una tradición

La cultura de la charrería es todo un emblema en México. Así, la figura del charro puede interpretarse desde dos perspectivas diferentes. Por un lado, desde un punto de vista histórico, el charro llegó al país en la época colonial en manos de los jinetes salmantinos. Su evolución estuvo muy relacionada con  el caballo y la ganadería y la figura se transformó en el reflejo de los hacendados, que no solo se encargaba de cuidar su ganado y bienes, sino que también  protegían a la comunidad.

Desde un punto de vista antropológico, los charros han conseguido forjarse un lugar en la identidad nacional de México. Son fruto de tradiciones muy arraigadas en un país que durante mucho tiempo basó su economía en el campo. Una forma de vida que ostenta el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, así como el símbolo de nacionalismo.

La charrería comprende el conjunto de habilidades y destrezas practicadas desde un caballo, ya sea con fines únicamente de exhibición ecuestre, o bien con finalidades de vaquería. En los años 20, se convirtió en un deporte reglamentado en México y se empezó a concebir como un arte de destreza.

Los charros son conocidos en todo el mundo por sus elaborados vestuarios. Trajes que, en un comienzo muy primitivo llevaban costosos adornos y bordados si el portador era de clase alta. Actualmente, los elementos que componen un taje de charro son  la camisa, que debe ser de colores sobrios como el blanco, negro, café, rojo o gris; el sombrero; el chaquetín, la corbata de moño, la faja o ceñidor y el cinto.

Es también muy importante el pantalón con el tradicional corte charro y colores sobrios, y los botines, que siempre deberán ser de estilo charro, con tacón y de piel lisa o de gamuza, con la punta redonda y que nunca tengan apariencia de bota vaquera. Cuando se trabaja con ganado son indispensables las chaparreras y las espuelas.

En México la Federación Mexicana de Charrería es la encargada de imponer las reglas que rigen la labor de los charros tanto en competiciones, como en demostraciones. Además, también establecen normas en relación a la indumentaria y la manera en la que esta se utiliza.

La Federación ha elaborado, además, una clasificación del traje charro en cuatro categorías: El traje de faena, el traje de media gala, el traje de gala y el traje de gran gala. En cualquiera de los casos, es importante recalcar que el traje charro es mucho más que un estilo de vestimenta.

Para los portadores, usar este tipo de ropa es reflejar el orgullo, la dignidad y la gallardía como elementos principales de toda una cultura. El charro es un abrazo a la cultura más primigenea, a las raíces y al lado más patriota de México.