
El giro de Anna Allen: De la farsa de Hollywood a reinar en las series españolas
La actriz catalana de 48 años hizo 'montajes falsos' en Hollywood, pero ha resurgido saliendo en series como 'Veneno'
Hoy en día, Anna Allen (Girona, 1977) vive un momento de estabilidad profesional que parecía impensable una década atrás. La actriz fue protagonista de uno de los mayores escándalos del espectáculo español al inventarse una carrera en Hollywood.
Pese a ello, ha logrado una reintegración real en la industria audiovisual. Lejos de ser un regreso efímero, Allen ha encadenado proyectos relevantes que demuestran que, tanto el sector como el público, parecen haberle dado una segunda oportunidad.
En 2023, participó en el reality Traitors España (HBO Max), donde llegó hasta la recta final del programa y mostró una faceta más auténtica y cercana al público. En 2024, se anunció su fichaje por la temporada 15 de la popular serie La que se avecina (Prime Video), uno de los productos televisivos con mayor tirón en España. Aunque su papel se mantiene bajo cierta discreción, su incorporación ha sido recibida con interés por parte de los espectadores.
Este regreso sostenido se suma a varios hitos recientes. Entre ellos, su aparición en Veneno (2020), su regreso a Cuéntame cómo pasó en 2021, donde retomó el papel de Marta Altamira doce años después, y su participación en la serie documental El enigma de Nadiuska.
Además, en agosto de 2022, Allen reapareció en televisión en un sketch del programa Ya es verano, donde reafirmó su intención de permanecer en el oficio: "He vuelto para quedarme."
La doble vida de Anna Allen: De Estrella respetada a falsa diva de Hollywood
Anna Allen Martín nació el 28 de junio de 1977 en Salt, Girona. Inició su carrera en el año 2000 y alcanzó notoriedad gracias a su papel como Marta Altamira en Cuéntame cómo pasó.
Inicialmente iba a participar en solo cuatro episodios, pero acabó apareciendo en más de sesenta. Su trayectoria se consolidó en España con otros trabajos en series como Acusados y Homicidios, así como en diversas producciones teatrales.

En 2014, Allen viajó a Los Ángeles para probar suerte en la industria estadounidense. Fue allí donde comenzó a tejer una historia falsa sobre su supuesto éxito en Hollywood. Probablemente influenciada por la presión de alcanzar nuevas cotas profesionales.
Hasta ese momento, su carrera en España había sido respetable, pero no internacional. Su experiencia muestra cómo la industria, obsesionada con la visibilidad global, puede empujar a algunos artistas a decisiones desesperadas.
El castilllo de mentiras de Anna Allen se desmorona
A su regreso a España, Anna Allen comenzó a difundir, tanto en entrevistas como en redes sociales, una narrativa que la situaba en el centro de Hollywood. Alegó haber participado en series como The Big Bang Theory, White Collar o Versailles.
Compartió fotografías manipuladas que supuestamente la mostraban en la alfombra roja de los Premios Oscar o junto a estrellas internacionales.

La mentira se desmoronó en 2015, cuando el diario El Mundo demostró que las imágenes publicadas eran fotomontajes realizados con Photoshop. El escándalo se propagó rápidamente y la "bola de nieve" acabó por sepultar su credibilidad.
Anna Allen desapareció del ámbito público, cerró sus redes sociales y abandonó temporalmente su carrera.

El caso se transformó en un fenómeno cultural que fue más allá de la anécdota. Se debatió ampliamente en medios como ejemplo de los riesgos de las redes sociales, la presión por el éxito y la fragilidad de la imagen pública en la era digital.
Anna Allen renace de sus cenizas
Su primera reaparición significativa tuvo lugar en 2019 en la tercera temporada de la serie Paquita Salas (Netflix), de Los Javis. Su participación fue mucho más que un simple papel. Anna Allen interpretó a Susana, una actriz cuya historia de fondo era, en esencia, la suya propia.
El momento clave fue un emotivo monólogo donde, a través de la ficción, expuso su dolor, su caída y su deseo de redención. Allen no solo actuaba: se estaba confesando ante la audiencia.

El impacto de esta escena fue tal que muchos lo interpretaron como un acto de perdón público y como el punto de partida para reconstruir su carrera. La propia Allen reconoció que fue una experiencia terapéutica y agradeció a Los Javis por ofrecerle esa oportunidad.
Este regreso no solo sorprendió a la audiencia. También sirvió para abrir un debate sobre la empatía, la presión mediática y la posibilidad de perdonar a las figuras públicas tras un error.
El resurgir de Anna Allen
Desde Paquita Salas, Allen ha conseguido mantenerse activa con proyectos que abarcan diferentes formatos: series de ficción, documentales y realities.
Su incorporación a La que se avecina en 2024 supone una validación definitiva de su regreso al circuito de las grandes producciones televisivas.
En sus últimas entrevistas, la actriz ha sido prudente al hablar de su pasado. Ha dejado claro que la versión contada en Paquita Salas era "la historia de Los Javis" y que "la verdad es cosa mía". Dejando entrever que sigue existiendo una parte de la historia que no ha querido contar públicamente.
Sin embargo, su actitud es clara: quiere dejar atrás el escándalo y seguir trabajando como actriz. "Te tiene que dar igual lo que diga la gente para poder vivir. Lo que digan los demás está de más", declaró en una de sus últimas apariciones.
El apoyo de compañeros como Pablo Rivero (su hermano en la ficción de Cuéntame) y la buena acogida de sus nuevos proyectos indican que la industria ha decidido pasar página. Anna Allen ha logrado reconstruir su trayectoria desde la caída más profunda.
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