Logo El Cierre Digital
Un hombre bailando flamenco con los brazos extendidos, acompañado por tres músicos en un escenario oscuro.
CULTURA

El Ballet Nacional de España brilla de nuevo en La Zarzuela con un gran 'Fran' Velasco

La compañía que dirige Rubén Olmo triunfa con dos obras clásicas de su repertorio 'Grito' y 'Ritmos', que cumple 40 años

Francisco Velasco, bailarín principal del Ballet Nacional de España, ha demostrado en el Teatro de la Zarzuela cómo se deben bailar unos tientos. Con profundidad, con un zapateado limpio y profundo, llenando y dominando el escenario, dando magia y duende a la obra 'Grito', cuya coreografía pertenece al gran Antonio Canales y que fue estrenada en diciembre de 1997 en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas por la Compañía Nacional, entonces dirigida por el triunvirato de Victoria Eugenia, Nana Lorca y Aurora Pons.

Ahora, bajo la dirección de Rubén Olmo se ha rescatado esta pieza y se ha completado el repertorio con otra obra clásica, 'Ritmos', con coreografía de Alberto Lorca y música de José Nieto. Una pieza que acaba de cumplir 40 años, desde su primera puesta en escena en el Teatro de la Zarzuela el 13 de julio de 1984 por el Ballet Nacional de España, entonces dirigido por María de Ávila.

Persona con camisa negra posando con las manos cruzadas sobre una silla y fondo gris.
Rubén Olmo, director del Ballet Nacional de España. | Ballet nacional de España

El bailarín Rubén Olmo conoce como nadie a esta compañía, ya que en ella continuó formándose y fue bailarín, primero como parte del cuerpo de baile y luego como bailarín solista. Fue en 2019, en septiembre, cuando llegó a la dirección, cargo que desempeña con gran acierto, escogiendo obras que llenan y cautivan al público.

Olmo sabe lo que es bailar 'Ritmos' y 'Grito' y eso lo ha transmitido a sus discípulos, muy jóvenes en su mayoría, que van renovando un Ballet Nacional de España donde siempre ha habido un gran y sólido cuerpo de baile, que constituye su columna vertebral.

Francisco Velasco y su zapateo perfecto

En esta ocasión, el elenco de bailarines y bailarinas se complementa con un genial Francisco Velasco, que ha demostrado que a su madurez —51 años— se puede bailar flamenco como los más grandes. Velasco, un sevillano de pro y cofrade mayor de Nuestro Padre Jesús de la Salud, ha deslumbrado en su primer día en La Zarzuela bailando brillantemente los tientos de la obra 'Grito' acabando en unos tangos. "Fran", como le conocen todos sus compañeros, sabe y lleva dentro el flamenco, no en vano desde muy joven lo ha vivido y ha tenido grandes maestros, entre otros, José Antonio Gades.

Un grupo de bailarines de flamenco en el escenario, vestidos con trajes coloridos, se encuentra en formación mientras un hombre con traje verde se adelanta.
Los bailarines del Ballet Nacional de España en el Teatro de la Zarzuela. | El Cierre Digital

Este alumno de Matilde Coral ha demostrado en 'Grito' su elegancia, su gran presencia escénica, su gran potencia en las piernas —estilo Antonio Canales— y su zapateado perfecto. Es un bailarín/bailaor versátil, haciendo disfrutar al público en obras tan diversas como el Bolero de Ravel o Medea, donde también ha bordado su papel en diversas ocasiones.

El triunfo de Francisco Velasco confirma que la danza española también necesita de sus grandes, de sus leyendas, de gente madura que conoce el flamenco, que lo ha bebido desde pequeño, y en eso Rubén Olmo, desde la dirección escénica y artística, es un maestro perfecto.

Ambos se conocen desde hace años y cada uno sabe cómo se debe actuar. La madurez de ambos, su larga trayectoria por diferentes direcciones y coreografías de toda España demuestra la sensibilidad e inteligencia del actual director del Ballet Nacional de España, Rubén Olmo, y la mejor versión de lo que debe ser un primer bailarín de la Compañía Nacional, como Francisco Velasco, que hoy en día domina la danza española y el flamenco como nadie.

A su lado también han destacado, en el día del estreno, un ilusionante Pol Vaquero, un bailarín/bailaor cordobés formado bajo el sello y obra de Antonio Canales, que nos deslumbró ya en 1996 interpretando el papel de toro en la obra 'torero' de Canales, una compañía en donde consiguió grandes premios como el Max con 'Gitano'.

A su lado, su mujer, Mónica Fernández, una bailaora catalana que se formó en Sevilla y que dio sus primeros pasos de la mano de la gran maestra La Chana y luego también con Canales, donde ahora está como subdirectora y repetidora de su Ballet Flamenco.

Dos bailarines de flamenco en el escenario con trajes tradicionales, uno en un vestido rojo y el otro en un traje marrón, levantando los brazos mientras realizan una actuación.
Mónica Fernández y Pol Vaquero. | El Cierre Digital

Ambos demostraron el día del estreno cómo se deben bailar unas alegrías, con ritmo, arte y sabor. Y deslumbraron dentro de la pieza 'Grito'. En esta pieza también destacó el día del estreno Juan Jose Jaén 'el Junco', un bailaor gaditano del barrio de Santa María nacido en 1975, que desde los ocho años ya bailaba junto a grandes artistas del flamenco como Chano Lobato Rancampino, entre otros.

Luego tomó impulso con la compañía flamenca de Cristina Hoyos y recientemente ha estrenado espectáculo junto a su hermano, el percusionista Roberto Jaén, denominado 'De Cádi Cádi'. El Junco bailó el día del estreno unos grandes tientos, al igual que Velasco un día después. 

Este nuevo triunfo del Ballet Nacional de España ratifica la necesidad de impulsar y apoyar públicamente la cultura popular española, la danza y el flamenco, así como de rescatar las grandes producciones de años atrás y no dejarlas olvidadas en un cajón, solo por la necesidad impuesta de apostar por lo moderno o lo contemporáneo.

El flamenco en todas sus facetas es la universalidad, es patrimonio de España y así se debe cuidar y apoyar por parte de los poderes públicos y políticos. Olmos y Velasco, Velasco y Olmos han demostrado con este nuevo triunfo del Ballet Nacional de España en el Teatro de La Zarzuela de Madrid que este es el camino a seguir. Recuperación y modernidad. Todo cabe. Pero unos tientos se bailan como se bailan. Y eso no cambia. Y Francisco Velasco lo ha demostrado con gran brillantez.

Ver y disfrutar de su arte es un regalo. Cada pieza que baila se transforma en una joya, una combinación de arte técnica y madurez.

➡️ Teatro ➡️ Cultura

Más noticias: