Continúan las críticas a HBO por 'blanquear' a Jesús Gil en su serie documental y olvidar testimonios clave

La plataforma de pago HBO ha estrenado ya su anunciada serie sobre Jesús Gil y Gil, ‘El Pionero’. Sin embargo, el primer capítulo en el que se relatan los orígenes del personaje deja un sabor amargo a la audiencia. Pocos datos nuevos, mucho relato y una crítica tan ligera que es casi inapreciable.  La serie arranca en Marbella, con las elecciones de 1991, las que llevaron a Gil a la alcaldía de Marbella, con papeletas, urnas... Pero la imagen que dibujan del empresario que empezó sus negocios en Madrid y que durmió físicamente sobre su primer millón de pesetas ganado con un solar en la calle Doctor Esquerdo, es más benévola de lo que cabría esperar. 

Solo unos pocos fueron, desde el periodismo ,el azote de Jesús Gil, y los encargados de contar lo que de verdad se ocultaba bajo el manto del populismo y la excentricidad de aquel nuevo personaje. José Carlos Villanueva fue uno de ellos. Villanueva trabajó en la edición andaluza de El Mundo desde su creación, en 1996, hasta 2013 y desde allí cubrió los años duros del ‘Gilismo’ cuando la oronda figura del empresario de Burgo de Osma (Soria) dominaba la costa andaluza. Cuando nadie lo hacía porque le tenían miedo a su influencia. Hoy está al frente de Marbellaconfidencial.es. 

El periodista de Marbella José Carlos Villanueva. 

“La serie llama la atención por cómo predomina una visión positiva de él. Hay una preeminencia clara de testimonios de amigos y familiares que van a dar siempre una versión favorable al personaje”, asegura el periodista. De hecho, recuerda como en la serie, incluso los antaño enemigos de Gil hablan laudatoriamente de él, como es el caso de la exedil y condenada por el Caso Malaya, Isabel García-Marcos. “Lo de Isabel es casi un Síndrome de Estocolmo. Habla de él como captador de masas y se ha olvidado de que durante los años más duros del Gilismo ella tenía el prestigio de ser único azote desde el PSOE. Sin embargo, luego se vendió en aquella moción de censura para descabalgar a Julián Muñoz”, afirma Villanueva.

También el periodista echa de menos algunos testimonios fundamentales: “No es normal que hablen todos los hijos de Gil y no entrevisten a Julián Muñoz, que fue su número dos y provocó luego una ruptura con él. Tampoco aparece Carlos Fernández, que fue su discípulo o Pedro Román al que se le conocía como ‘la sonrisa del régimen’".

Sobre el blanqueamiento que la serie supone sobre Gil llama la atención que cuando se recuerda los sucesos de Los Ángeles de San Rafael digan que fue una tragedia, como si hubiese sido algo inevitable y ni siquiera recuerdan que fue condenado por imprudencia temeraria con resultado de homicidio y no se entreviste a ninguna víctima de lo que ocurrió. "No sé si se ha hecho la serie con esta intención, pero cuando hace año y medio el director de la misma Eric Bach se entrevistó conmigo en Málaga me pregunté: ‘¿A quién le interesa recuperar ahora a Jesús Gil?’ Me sorprende el resultado porque hicieron un buen trabajo con Muerte en León sobre el crimen de Isabel Carrasco”, explica Villanueva.

Juan Luis Galiacho, el pionero en desmontar a Gil

Durante siete días elcierredigital.com ha recordado la verdadera trayectoria de Jesús Gil, sobre todo sus sombras y enfrentamientos judiciales. El director de este periódico Juan Luis Galiacho, y autor dos biografías sobre el personaje, El gran comediante y La farsa continúa, ha calificado en el programa de Risto Mejide Todo es mentira (Cuatro) el documental como de “edulcorado” y que trata de 'blanquear' la imagen de la familia Gil y Gil ya que no cuenta con los periodistas que sí siguieron de cerca al empresario. Además, ha recordado que el Ayuntamiento no ha pagado la multa impuesta por el Tribunal de Cuentas tras los quince años de corrupción del Gilismo y sus continuadores, tal y como ya publicamos en elcierredigital.com.

Juan Luis Galiacho durante su intervención en el programa de Risto Mejide 'Todo es mentira'. 

Jesús Gil y la serie de HBO sigue generando polémicas e hiriendo susceptibilidades, aún después de muerto.