29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

El también presidente del Atlético de Madrid lanza en octubre con ayudas públicas su cuarta película desde 2013, la adaptación de 'La piel del tambor'

Vida y milagros de Enrique Cerezo, el rey del cine español que apenas produce

El Cierre Digital en
/ Enrique Cerezo
Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, comenzó su carrera laboral en 1966 como ayudante de cámara. Su vida dio un giro de 180 grados gracias al influyente videoclub que poseía a principios de los 80. Este negocio le abrió las puertas del Vicente Calderón, donde se consagró como el auténtico rey del cine español ya que posee los derechos de 7.000 películas... a pesar de que él ha participado en la producción de apenas 70.

Enrique Cerezo tutela la promoción del estreno de 'La piel del tambor', adaptación cinematográfica de la célebre novela de Arturo Pérez-Reverte cuyo cartel abrirá la actriz Amaia Salamanca. Este film llega el próximo 21 de octubre a los cines y supondrá la cuarta película estrenada por este productor... desde 2013. 

Estas cifras contrastan con la imagen que proyecta el presidente colchonero, que posee alrededor del 70% de los títulos que se han realizado en la industria del cine español desde la década de los años treinta del siglo pasado. 

'La piel del tambor', como siempre acostumbra Cerezo, está apuntalada por las televisiones (RTVE y Prime Video, en este caso) y por la subvención del Ministerio de Cultura. Fórmula parecida la ha utilizado para producir las otras tres películas que ha promovido en casi una década: las dos comedias de su amigo Álex de la Iglesia ('Las brujas de Zugarramurdi' y 'Mi gran noche') y la histórica 'Los últimos de Filipinas'

Hijo de ferroviario 

Enrique Cerezo nace en Madrid en 1948 y pronto se marcha a vivir a Segovia por el trabajo de su padre, ferroviario. Este joven castizo se enamoraría del séptimo arte en el Colegio de los Misioneros, donde estudió con los padres claretianos. 

Sin estudios superiores, Cerezo comienza a trabajar en el mundo del cine como ayudante de cámara con 18 años. "Yo quería estudiar cine, pero entonces la carrera era larguísima. Lo tenía complicado. A través de unos amigos me presenté un día en la productora de Pedro Masó. Vi al jefe de producción, le dije que me gustaría intentarlo, me dijo que empezaban en una semana una película que se llamaba Un millón a la basura, y que me incorporara de cámara", recordaba en una entrevista.

"Fueron muchas horas, muchos días, frío, calor, y desde el principio entendí que hacer cine te tiene que gustar mucho. Pasé de meritorio a auxiliar, de auxiliar a ayudante, y hasta hoy", añadió. Posteriormente, trabajaría en films de Paco Martínez Soria o de Alfredo Landa (¡Vente a Alemania, Pepe!) antes de estrenarse como director en el cortometraje 'La sonrisa del sol' (1974), que aborda cómo se grababan los spaguettis western en Almería. Este trabajo fue el certificado de defunción de su trayectoria como aspirante a director de fotografía o realizador antes de hacerse con los derechos de alrededor de 7.000 películas. 

Caída y ascenso de la carrera de Enrique Cerezo en el cine

El productor reconoce que en la Transición no lo pasó demasiado bien en términos económicos y tuvo que reciclarse laboralmente al trabajar como proyeccionista en un cine X de la calle San Bernardo de Madrid.

Enrique Cerezo e Ignacio González (con una camiseta del Atlético).

A principios de los ochenta cambia su suerte tras abrir el primer videoclub de Madrid en la calle Jorge Juan, sita en el confortable barrio de Salamanca. El éxito fue tal que hubo una larga lista de espera para convertirse en socio. 

Este negocio, seguramente sin pretenderlo, se convirtió en su ascensor social ya que pudo conocer a los jugadores del Atlético de Madrid: "Leal, Pepe Navarro, Dirceu, Leivinha... eran clientes míos e hice muy buena relación con todos ellos. Hasta que un día me presentaron a Vicente Calderón. Surgió una gran amistad entre nosotros", explicó. 

Tras la muerte de Calderón, en las elecciones a la presidencia del Atlético de Madrid de 1987, se integra en la lista del exministro franquista Agustín Cotorruelo, que es barrido por Jesús Gil. Pero al del Burgo de Osma le renuncia un vicepresidente un mes después de la cita electoral y se la ofrece a Cerezo por mediación del exfutbolista Rubén Cano.

Cabe recordar que aunque en aquel momento Cerezo era un hombre de cine, no se le podía considerar productor cinematográfico porque apenas había coproducido una irregular película de Transición, 'La boda del señor cura' (1978). 

Gil

Gil, con ayuda de Cerezo, cometió los delitos de apropiación indebida y estafa al hacerse con el control del Atlético de Madrid en 1992 sin desembolsar ambos ni una sola peseta. La prescripción salvó de la condena a ambos.

Poco después, Cerezo se convertiría en presidente de honor del Cádiz después de que Gil lograse el control del club para hacerse con sus futbolistas estrella.

Jesús Gil, Enrique Cerezo y José María Caneda.

"Hace más de 35 años que conozco a la familia Gil, desde Jesús Gil padre, hasta el hijo pequeño, pasando por primos, tíos, sobrinos y amigos que tenemos en común. Siempre he dicho que Jesús Gil ha sido una persona fantástica, un hombre serio, trabajador y una persona que ha tenido una personalidad muy acusada, que a lo mejor había personas a las que no le gustaba, pero, en cambio, a otros sí. Era un hombre capaz de realizar cualquier proyecto, y, sobre todo, muy activo. Aparte de ser buena gente y buen amigo, ha sido el presidente que ha revolucionado al Atlético de Madrid en la concepción de un club moderno", aseguró en una entrevista.

Enrique Cerezo, productor

Cerezo comienza a coproducir films de forma regular a partir de 1988. Es cierto que la mayoría no logran taquillazos ni demasiados premios, salvándose gracias a las ayudas públicas que ya desveló elcierredigital.com

Donde sí destaca este empresario es en la compra de compañías cinematográficas que desarrollaron su labor en el franquismo y que, con el cambio de marcha de la Transición, se quedaron en fuera de juego. "La primera compañía que compré se llamaba Copercines, de Eduardo Manzanos, un gran productor que sacó adelante ciento y pico películas en este país, sobre todo western y muchas de acción. Fue emocionante porque ahí pasé de comprar temporalmente a comprar para siempre", explicó Cerezo. 

Es cierto que la polémica le ha acompañado en algunas de sus adquisiciones como la que realizó de las obras del emblemático director Juan de Orduña, quien realizó algunos de los films más mimados por el Régimen anterior ('Nobleza baturra', 'Alba de América' o 'Agustina de Aragón').

En 2003 los herederos del director acusaron en la prensa a Cerezo de "apropiación indebida" y le reclamaban siete millones de euros por los derechos de títulos como la mítica 'El último cuplé'. El ya entonces presidente del Atlético de Madrid, gracias a la alergia a las cámaras que sufre Miguel Ángel Gil Marín, negó estas acusaciones. 

"Yo compré los derechos de producción después de 1995 y tengo catorce o quince títulos, que eran los disponibles; los otros títulos eran solo como contratado. Orduña autorizó a Fortunato Bernal, con todos los poderes y una escritura pública, para que hiciera con su patrimonio lo que quisiera y él vendió esos derechos en vida de Orduña a un sobrino del director. Está todo atado y bien atado. Que vayan al juzgado, porque yo no tengo que demostrar nada. Yo soy el legal tenedor de esos derechos que he comprado. Son ellos los que tienen que demostrar que cuando murió Juan de Orduña les dejó esos derechos", explicó en ABC

Más pacífica fue la compra de los derechos de películas al abuelo del actual alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida: "Su abuelo, José Luis Navascués, era el dueño del Estudio Chamartín de cine, una gran productora y distribuidora. Produjo 'Marcelino, pan y vino'. Conocí al abuelo del alcalde y le compré todo lo que tenía en aquel estudio, que estaba meticulosamente preparado, como corresponde a un buen abogado de Estado", declaró.

La gran vía de ingresos de Cerezo

Las subvenciones a la producción o mantenimiento del patrimonio inmaterial (o las tarifas de Egeda en los hospitales) no son ni mucho menos las principales vías de ingreso de Cerezo, al que se le calcula una fortuna de alrededor de 240 millones de euros

Y es que en los últimos tiempos se está fajando como inversor en el sector inmobiliario a la sombra del expresidente madridista Fernando Martín (Martinsa Fadesa).

Otra de las grandes vías de ingreso de Cerezo son las televisiones: su compañía Video Mercury Films es una de las principales proveedoras cinematográficas de TVE (Cine de barrio e Historia de nuestro cine), Atresmedia (con la que explota el canal Atrescine en América), Movistar (es el principal proveedor del canal DCine Español) o Trece (a la que nutre de westerns y en cuyo accionariado figura con una participación minoritaria).

Alaska y Concha Velasco en 'Cine de barrio'.

El productor también exprime sus ajados films a través de su canal autonómico 8Madrid, que nació tras ser el principal beneficiario del concurso de licencias TDT organizado en 2005 por el Gobierno de Esperanza Aguirre, que vio como el Supremo le anulaba el concurso por arbitrario. Y con su propia OTT cañí, Flixolé

Pelotazos

En 1996 el aznarismo desembarca en RTVE y al año siguiente la Corporación pública autoriza un pago de más de 3.000 millones de pesetas (18 millones de euros) a cambio de poder emitir 700 films de Cerezo. 

La intervención delegada de Hacienda reconoció que RTVE incumplió "la normativa interna" en la mayoría de las operaciones de compra de 1.155 películas a los productores José Frade y Enrique Cerezo "sin la previa aprobación del Comité Económico de TVE". Dicho órgano convalidó esas compras a posteriori, desveló El País

En 2016, otra vez con el PP al frente de RTVE, su Consejo de administración aprobó, con los únicos votos favorables de los consejeros nombrados por los 'populares', un acuerdo para emitir más de 100 films de Cerezo a cambio de 1,3 millones de euros

Este contrato se desveló porque el Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo número 7 de Madrid desestimó el recurso presentado por la Corporación Radio Televisión Española contra la resolución del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, que le pidió a la pública que haría públicas las cifras del acuerdo a pesar de la negativa de su cúpula. 

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