25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El diestro francés señala que “hay otros universos por descubrir” y no se cierra a regresar: “No sé si será un adiós definitivo o un hasta luego"

Despedida de una leyenda: El torero Sebastián Castella cuelga por sorpresa el traje de luces a los 37 años

Sebastián Castella ha anunciado su retirada.
Sebastián Castella ha anunciado su retirada.
Sebastián Castella, uno de los nombres míticos del toreo francés, ha anunciado su retirada a los 37 años. Castella es uno de los diestros más exitosos del siglo XXI y, durante 20 años, ha triunfado en los grandes escenarios del mundo de la tauromaquia. Ahora, aunque no ha cerrado definitivamente la puerta a un posible retorno, abandona los ruedos de forma indefinida.

El matador Sebastián Castella, uno de los rostros visibles del toreo francés, ha anunciado que se retira de los ruedos a los 37 años tras 20 años de carrera. No obstante, en un comunicado oficial en redes sociales, el diestro ha dejado entreabierta la puerta a un posible retorno: “No sé si será un adiós definitivo o un hasta luego. Solo el tiempo tiene la respuesta. Dicen que los toreros nunca nos retiramos y yo creo que es así. Yo allá donde esté, haciendo lo que haga, siempre diré con orgullo lo que ha sido, soy y seré, TORERO”, afirma. En cualquier caso, lo que es seguro es que su figura será recordada eternamente por los amantes de la tauromaquia, pues está avalada por una inolvidable trayectoria.

Castella es hijo de padre español y madre polaca. Sin embargo, fue en Francia, concretamente en Béziers, su ciudad natal, donde, cuando tenía solo 11 años, gestó su afición por los astados, que pronto fue canalizada en un innato talento para torear. Tras debutar como novillero en su país, decidió trasladarse a Sevilla, donde refinó su arte hasta convertirse en profesional. Durante sus años de formación, destacó sobremanera en eventos como el Encuentro Mundial de Novilleros del año 2000.

Este año, además, fue el de su alternativa, ceremonia en la que contó con Enrique Ponce como padrino. Otro ilustre como José Tomás sería testigo. En este momento tan especial, como una premonición de lo que serían los éxitos futuros, salió a hombros de la plaza de Béziers, donde tuvo lugar el rito. A partir de aquel momento, el matador francés comenzó a brillar con luz propia como uno de los grandes prodigios del mundo de la tauromaquia en grandes plazas de todo el globo. En esta línea, poco después, se confirmaría en la Plaza México.

Castella es uno de los grandes mitos del toreo francés.

Su currículum es prácticamente infinito y, con motivo de su adiós al toreo, ha sido repasado por medios especializados como Aplausos. Y es que Castella, como apuntan desde el citado semanario, tras más de 1.214 corridas a sus espaldas y 2.400 toros capeados, entre otros logros, ha cortado orejas en todas las plazas de primera categoría que hay en nuestro país.

En la capital de España, es el diestro que más aurículas ha amputado en el siglo XXI. De hecho, ha salido cinco veces por la puerta grande de Las Ventas (la última de ellas en 2018). Además, en su haber residen, entre otros honores, 45 faenas de rabo repartidas en siete países distintos, 23 indultos y 8 tardes en solitario. Unos números de leyenda para el mito más destacado del toreo galo.

Nuevos “universos” por descubrir tras un año complicado

Castella ha explicado en el comunicado donde anunciaba su intención de colgar el traje de luces la dificultad que ha supuesto el 2020 a nivel profesional para él, pues la pandemia de coronavirus ha limitado notablemente los espectáculos taurinos: “En este año 2020, decidí torear para devolverle, dentro de mi humilde aportación, al toro lo mucho que este me ha dado”, declara en el comunicado de su marcha.

Además, apunta que lo hizo “por mi cuadrilla, que tan mal lo ha pasado por la falta de contratos”, por la afición y los empresarios que han decidido organizar corridas de toros y, finalmente, “por los medios de comunicación especializados que siempre he sentido como parte importante de este sector”, sentencia.

Sebastián Castella no ha cerrado la puerta a una posible vuelta a los ruedos.

Una vez ha decidido dejar los toros de forma indefinida, el futuro se presenta plagado de oportunidades para Castella: “Creo que hay otros universos por descubrir y tengo mucho que aprender más allá de lo que ha sido mi vida desde muy niño”. En este sentido, de acuerdo con el diario El Mundo, el torero francés estaría a punto de convertirse en empresario para la gestión de la plaza de toros de Béziers, con el apoyo de su exapoderado, Simón Casas.

Sea como fuere, a partir de ahora los aficionados a la tauromaquia extrañarán la elegancia y maestría de Castella sobre los ruedos, aunque siempre les quedará el recuerdo de las tardes de gloria que el diestro francés les regaló año tras año.

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