02 de octubre de 2023
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FIN DE SEMANA

Esta lujosa tonalidad, cuya historia está vinculada con los emperadores romanos y bizantinos, solo aparece en las enseñas de Nicaragua y Dominica

El púrpura: El color asociado al poder y la realeza sin apenas presencia en las banderas nacionales

El Cierre Digital en Montaje sobre las banderas de Dominica y Nicaragua.
Montaje sobre las banderas de Dominica y Nicaragua.
Este tono se ha asociado tradicionalmente con la realeza y el poder, especialmente con los emperadores romanos y/o bizantinos. Antes de la invención de los tintes sintéticos, la única forma que había de obtener tinte púrpura era una mucosidad o secreción de la glándula hipobranquial de un caracol de mar carnívoro, Bolinus Brandaris. Hacía falta un kilogramo de glándulas para proporcionar 60 gramos de tinte, y se precisaban 200 gramos para teñir un kilogramo de lana.

Todos los países del mundo tienen una bandera con diferentes formas, diseños y colores. Pero hay un tono que brilla por su ausencia: el color púrpura. Este tono se ha asociado tradicionalmente con la realeza y el poder, especialmente con los emperadores romanos y/o bizantinos. Esto se debe al hecho de que el tinte púrpura era inmensamente costoso. Antes de la invención de los tintes sintéticos, la única forma que había de obtener tinte púrpura era una mucosidad o secreción de la glándula hipobranquial de un caracol de mar carnívoro, Bolinus Brandaris, que la segrega para aturdir a sus víctimas o cuando se siente amenazado.

Para producir un solo gramo del tinte más apreciado, la púrpura de Tiro, se necesitaban 9000 moluscos aproximadamente. Hacía falta un kilogramo de glándulas para proporcionar 60 gramos de tinte, y se precisaban 200 gramos para teñir un kilogramo de lana. Por un solo gramo de tinte se pagaban entre 10 y 20 gramos de oro. Así, las prendas teñidas con este color valían literalmente su peso en oro (o mucho más) y solo podían permitírselas personalidades como los reyes y emperadores más poderosos y acaudalados. Eso sí, era un tinte magnífico ya que era muy resistente a la decoloración e incluso se piensa que la intensidad del tinte púrpura aumentaba, en lugar de disminuir, con el paso del tiempo.

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Las banderas de cada nación. Twitter

Durante la edad media, el múrice se siguió asociando al poder, pues solamente los monarcas y prelados de la Iglesia Católica podían pagarlo. Sin embargo, ni ellos podían permitirse usar el tinte en estandartes reales y pendones, antecesores de las primeras banderas. Y aunque se intentó en numerosas ocasiones intentar mezclar los colores azul y rojo para imitar el tono púrpura los resultados nunca fueron buenos. Como consecuencia se formaba el granate, que pasó a ser el color de pendones y banderas de los reinos de León y Castilla. Así, ninguna de las monarquías europeas eligió el púrpura como color real y ninguna de sus banderas lo adoptó cuando las monarquías se convirtieron en naciones-estado que poco después dominaron gran parte del planeta en forma de imperios coloniales.

Las banderas que surgieron a partir del S.XIX

Los primeros tintes sintéticos de color púrpura aparecieron hacia 1855, cuando la mayoría de las naciones americanas ya se habían independizado. El tinte múrice seguía siendo prohibitivamente caro a principios del siglo XIX y no era una opción para las nuevas banderas. Además, el púrpura se asociaba con la monarquía, una institución de la que querían distanciarse las nuevas naciones. Por otro lado, la mayoría de los nuevos países surgidos en la 2.ª mitad del siglo XIX y el XX, cuando el tinte sintético ya estaba disponible, fueron repúblicas (muchas no católicas) y tampoco querían ligar su identidad nacional a un color asociado con la realeza y el papado.

Aunque la gran excepción a esta tónica general fue la bandera de la Segunda República Española, cuya proclamación fue el 14 de abril de 1931. La inclusión del color morado pretendía reconocer al pueblo de Castilla como parte vital del nuevo estado, bajo el supuesto de que los otros colores, el rojo y el amarillo, representaban a los pueblos de la antigua Corona de Aragón y el Reino de Navarra. Asumieron erróneamente que la bandera del Reino de Castilla había sido morada, pero en realidad la bandera de la Segunda República debería haber sido granate. Cuando la república dejó de existir de facto en 1939, desapareció la única bandera con una amplia zona de color púrpura y en la actualidad es un color que brilla por su ausencia en las banderas internacionales debido a su historia y asociación con la realeza y la Iglesia.

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La bandera de Nicaragua y Dominica. Twitter

Hoy solo 2 banderas nacionales tienen partes de color púrpura: la de Nicaragua (una minúscula porción del arcoíris) y la de Dominica (el plumaje del loro). Las dos fueron diseñadas en el siglo XX. Actualmente el múrice aparece, sobre todo, en banderas de género y algunas banderas regionales que abundan particularmente en España y Japón. Como particularidad la púrpura de Tiro original se sigue vendiendo, pero sigue siendo absurdamente cara, llegando a cifras de 3000 € el gramo.

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