19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

"La cornada de Madrid es para mí una medalla que te da el toreo y se queda grabada en tu cuerpo" afirma el diestro apoderado por Juan José Padilla

El novillero extremeño Manuel Perera deslumbra en La Maestranza: "Sueño con ser una gran figura del toreo"

Manuel Perera con las dos orejas conseguidas en La Maestranza
Manuel Perera con las dos orejas conseguidas en La Maestranza
El novillero extremeño Manuel Perera demostró, el pasado martes, en La Maestranza, tener una ambición enorme y una fortísima convicción de que quiere y puede ser torero. Perera entró de lleno en Sevilla a base de una enorme raza y de estar en la difícil línea donde las pulsaciones se elevan y no se controlan, pero él lo controló todo y muy bien. Consiguiendo dos orejas y ganándose a toda la plaza en su debut en esta ciudad.

Manuel Perera, con una gran actitud y muchas ganas, volvió a demostrar su capacidad para ser torero. Innegable fue su arrojo y voluntad por ponerse al servicio de la tauromaquia. Se escapó de milagro en la primera tanda de rodillas para posteriormente torear con exigencias y mano baja. Manuel destapó la versión del toreo ligado y mandón antes de que su buen antagonista bajara la persiana. Pareció lastimado de atrás y lo acusó a mitad de labor pero hasta ahí no paró de embestir con transmisión. 

Perera, firme donde los haya y demostrando que va a más, se vació durante toda la tarde, sin dejarse nada dentro. Toreó cuando la ocasión así lo requirió y se arrimó cuando también hizo falta. Manuel definió a ElCierreDigital.com su debut en Sevilla como : “una tarde bonita y especial. En la que puso todo de su parte para que saliese bien”. Además, el torero explicó que esta gran actuación “solo ha sido un pasito más en una carrera de fondo, en la que hay que seguir apretando todos los días porque esa es la única manera de estar arriba y ser una figura del toreo, que es lo que quiero, lo que sueño y por lo que lucho cada día".

Manuel Perera Un novillero sin montera pero con agallas

Manuel Perera toreando.

La  enorme actitud de  Perera y su portentosa raza calaron hondo en La Maestranza que se entregó al extremeño. Manuel desplegó una labor de mucho tonelaje por la capacidad y el valor demostrado.

Un torero fuerte

El pasado mes de mayo el joven novillero de origen pacense sufrió una cogida que puso en grave riesgo su vida y su futuro en el mundo del toreo. Este hecho tuvo lugar durante la Feria de Mayo en la madrileña plaza de Vistalegre. Cuando Manuel se disponía a entrar a matar al tercer novillo de la tarde, el animal le propinó una cornada en el vientre con dos trayectorias de 30 y 40 centímetros que le desgarraron la pared abdominal penetrando en la cavidad peritoneal, lugar en el que se encuentran los intestinos, el estómago y el hígado.

Pese a la gravedad de la situación, la rápida actuación de los médicos que le operaron en la enfermería de la plaza y su posterior traslado al Hospital Nuestra Señora del Rosario permitieron descartar que la vida del joven novillero corriera peligro, aunque el pronóstico seguía siendo muy grave.

Una semana después del grave accidente, Manuel Perera recibió el alta hospitalaria aunque, debido a las profundas heridas que había sufrido, los doctores le recomendaron que llevara un régimen de vida progresivamente normal, un hecho que causó que los amantes del mundo del toro no esperaran su vuelta al ruedo hasta unos meses más tarde pero, su duro trabajo y su ilusión por continuar disfrutando de su pasión, hicieron que tan solo 25 días después del grave accidente, Perera volviera a formar parte de un espectáculo taurino.

Con motivo de este increíble suceso y del gran futuro que se encuentra en su horizonte, el joven novillero realizó unas declaraciones a Elcierredigital.com en las que se mostró “muy contento e ilusionado”. En cuanto a la rápida recuperación de su lesión, Perera ha afirmó que volvió con “sensaciones muy buenas” aunque, lógicamente, todavía podía notar algunas secuelas de su grave herida.

El momento en el que volvió a pisar una plaza de toros fue muy emocionante para Manuel. “Pensé en todos los momentos que pasé para estar ahí, ya que me han hecho más fuerte, también pensé en mi familia, en mi abuelo, que, desgraciadamente, ya no está con nosotros y en toda la gente que había estado apoyándome siempre”. Y explicó que se toma la cornada como : "una medalla que te da el toreo y se queda grabada en tu cuerpo”.

El futuro que este joven novillero tiene por delante es muy ilusionante y él es consciente de ello, ya que ha explicado que “vienen muchas cosas bonitas”, pero, continuará trabajando como lo ha hecho hasta ahora, ya que siente la obligación de “dar la cara” para no fallar ni traicionar la confianza de la gente, en especial la del “maestro Padilla” ya que, el aclamado ex torero originario de Jerez de la Frontera es su apoderado y es una pieza fundamental en el desarrollo de Perera en este noble arte.

Manuel Perera durante las curas de su herida.

Sin embargo, este no es el único percance que ha vivido Manuel. En febrero de 2019 sufrió un grave accidente de tráfico al volver de un festejo en Ciudad Rodrigo. Las secuelas del suceso todavía perduran. La más visible es la de no poder ponerse la montera. El golpe que sufrió afectó a su ojo izquierdo y a su cráneo. Tuvieron que colocarle unas láminas de titanio en parte de la frente. Algo que le imposibilita lucir la tradicional gorra torera por el dolor y los calambres que le provoca en la cabeza.

"Lo que pasa, pasa por algo y hay que buscarle el lado bueno". Esta frase, que el propio Perera pronunció en una mesa redonda que se celebró en el Círculo de Labradores hace unos meses, podría ser un buen resumen de su forma de enfrentarse a la vida y al toro. Su actitud no parece detenerse en excusas y justificaciones, buscando lo positivo a los avatares que componen su trayectoria vital y taurina. Con tan solo veinte años ya sabe lo que es entrar y salir de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) dos veces en dos años.

El caso de Manuel Perera es un claro ejemplo del sacrificio y del esfuerzo que este tipo de personas realizan para lograr cumplir su sueño y poder vivir de su mayor pasión, aunque esta suponga un grave peligro para su integridad.

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