23 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El 4 noviembre de 1990 la tenista catalana volvía a proclamarse campeona de España por segunda vez convirtiéndose en referente de esta disciplina

La saga Sánchez Vicario, el gran legado: Auge y caída de la familia que llevó el tenis español a lo más alto

La tenista Arancha Sánchez Vicario junto a sus padres.
La tenista Arancha Sánchez Vicario junto a sus padres.
En 1990, la tenista Arancha Sánchez Vicario se proclamaba por segunda vez campeona de tenis de España. La deportista se convirtió en una leyenda de la tierra batida que comenzó a entrenar desde su niñez para ser la número uno. Un hecho que no dudó en reprochar a sus progenitores a quienes atacó duramente tras la publicación de sus memorias. La pequeña de la saga más famosa del tenis español empezó una guerra que ha conllevado desavenencias familiares que le han pasado factura.

El 4 de noviembre de 1990 la tenista catalana Arancha Sánchez Vicario volvía a proclamarse campeona de tenis de España por segunda vez convirtiéndose en uno de los referentes del tenis femenino. De nuevo, la Saga Sánchez Vicario llegaba a lo más alto del deporte español en la que el amor por el tenis es su seña de identidad.

A pesar de que es uno de los clanes más significativos del deporte nacional no ha estado exenta de las desavenencias familiares, los desamores, la tragedia o la ruina económica. De hecho, fue la propia tenista quien decidió romper el vínculo con su familia y en especial, con sus padres, Emilio Sánchez y Marisa Vicario, quienes fueron unos exigentes referentes. Tras el fallecimiento de su padre, la tenista no acudió a las exequias fúnebres por un fuerte enfrentamiento de sus hermanos con su marido, Josep Santacana en el tanatorio. 

En 2012, la pequeña de los Sánchez Vicario decide rebelarse. La publicación de  “¡Vamos! : Memoria de una lucha, una vida y una mujer” las  polémicas memorias que golpearon a la la saga, fue el colofón final  que provocó la fragmentación de la familia y en la presentación, la deportista atacó a sus progenitores por “ejercer un control y protección excesivos sobre ella” o el “ robo” del millonario patrimonio que había reunido a lo largo de su trayectoria deportiva.

Arancha Sánchez Vicario, el auge y la caída de la leyenda del tenis español

Durante la década de los ochenta, el tenis femenino aún no había cobrado la relevancia en el deporte nacional y fue la joven tenista Arancha Sánchez Vicario, quien se encargó de situar a España en el mapa del tenis internacional. Con solo 17 años, ganó su primer Roland Garros y se convirtió en una leyenda sobre las pistas. 

Bajo la atenta mirada de sus padres, la joven tenista levantó orgullosa su trofeo y sin quererlo se convirtió en la gallina de los huevos de oro de la saga. La pequeña de los Sánchez Vicario afirmó que “al igual que muñecas, de pequeña le regalaban raquetas”. Pasó largas temporadas en soledad en la Escuela de tenis alemana de Marbella donde se entrenó a conciencia para ser la número 1 del tenis internacional. A finales de los ochenta, el nombre de la tenista ocupaba portadas de las principales cabeceras del periodismo deportivo y había desplazado a sus hermanos, Emilio y Javier en las pistas. Aunque nunca ha dejado de profesarles un gran cariño, pues en su hermano Emilio ha encontrado un apoyo continuo.

Arantxa Sánchez Vicario y su retirada del tenis que no salió como esperaba

La tenista Arancha Sánchez Vicario.

Si en la tierra batida, la benjamina del clan brillaba, lo cierto es que en la vida familiar no ha tenido el éxito que lograba cuando cogía una raqueta. Para sus progenitores lo más importante era la victoria y el trabajo a conciencia de su hija para lograr el estrellato deportivo sin reparar en los altibajos emocionales que pudiera sufrir. A pesar de que frente a los medios de comunciación, la saga ofrecía una imagen de dinastía idílica, lo cierto es que el cataclismo familiar no tardaría en llegar. 

Las imposiciones de sus progenitores, Emilio Sánchez y Marisa Vicario no faltaban en ningún ámbito. De hecho, el primer matrimonio de su hija pequeña con el comunicador Joan Vehils i Guasch fue una alegría para sus padres, aunque el rostro de la tenista no era especialmente el reflejo de la felicidad. Aquella mueca de incomodidad distaba mucho de la felicidad que irradiaba durante su segunda boda con el empresario Josep Santacana, a quien no quisieron en el núcleo familiar. Junto a él dió la bienvenida a sus hijos, Arancha y Leo. Aunque la tenista tenía claro que junto al catalán iba a pasar el resto de su vida, sus caminos se separaron en 2018. 

Tras un complicado divorcio en el que han peleado por la custodia de sus hijos, una querella presentada por el Banco de Luxemburgo por desprendimiento de su patrimonio y alejada de las pistas tras su retirada en 2002, la número uno del tenis femenino vive alejada del foco mediático en Miami junto a sus hijos. 

Los hermanos Sánchez Vicario, los ases del tenis español

 

Los padres de la saga no solo ejercieron un control sobre su hija pequeña, sino que sus hermanos Marisa, Emilio y Javier también crecieron en un ambiente en el que reinaba la disciplina que requerían como futuros ases del tenis español. 

 

Arancha Sánchez Vicario heredó de sus hermanos el amor por el tenis y no dudó en seguir los pasos. Su hermano Emilio, debutó sobre el polvo de ladrillo a finales de los noventa y se convirtió en uno de los referentes del tenis nacional. Formó un tándem junto a su compañero Sergio Casal y de hecho fue junto a él con quien fundó una escuela de tenis donde continúa como referente. Además de la institución posee una Fundación donde impulsa el deporte junto a la integridad social. Desde joven, ha sido el ícono de su hermana pequeña.

Guerra familiar y posible reconciliación: Así son y así se llevan los  hermanos Sánchez Vicario - Bekia Actualidad

Los hermanos Sánchez Vicario.

Si Emilio continúa como uno de los rostros conocidos del tenis nacional, Javier es el hermano más desconocido.Al igual que sus hermanos, era una de las grandes promesas del tenis español y de hecho continúa como un gran promotor del deporte nacional. Tras la publicación de las memorias de la tenista, no dudó en posicionarse del lado de su familia y a día de hoy se desconoce si ha vuelto a rematar la relación junto a su hermana pequeña.

El deseo de los patriarcas de los Sánchez Vicario porque todos sus hijos triunfaran en el tenis se hizo realidad, pues su hija Marisa Sánchez Vicario también tuvo la oportunidad de hacerse con una raqueta. Eso sí, fue una breve carrera. La empresaria vive alejada de los medios y se ha mantenido en un segundo plano y aunque ha sido uno de los miembros más perseguidos, confirmó que “Somos una familia muy discreta”. 

 

 

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