25 de abril de 2024
|
Buscar
FIN DE SEMANA

La experiencia vital de los migrantes y los refugiados son los temas que se abordan en las obras "Me llamo Suleimán" y "Moria"

La compañía canaria 'Unahoramenos' triunfa en México con el estreno de dos montajes comprometidos

Me llamo Sueliman y no de las exitosas obras estrenadas en México
Me llamo Sueliman y no de las exitosas obras estrenadas en México
La compañía canaria 'Unahoramenos' triunfa en México con el estreno de dos montajes comprometidos. Surgida en 1999, la agrupación teatral habla de lo humano, de los desfavorecidos y saca al espectador de su zona de confort. La experiencia vital de los migrantes y los refugiados son los temas que se abordan en las obras "Me llamo Suleimán" y "Moria". Además, ha impartido en el país azteca el taller “Las artes escénicas como herramienta de transformación social” en el Foro Periplo, de Guadalajara.

Frente a miles de muertes de migrantes y refugiados, la sociedad se ha vuelto cómplice de un genocidio encubierto. Así lo plantea el canario Mario Vega, como director artístico de la compañía "unahoramenos producciones", en las obras teatrales que se han estrenado en México: "Me llamo Suleimán" y "Moria".

“¿Cuántos años tienen que pasar para entender que una patera que se hunde con 50 migrantes, las personas que mueren por tratar de saltar una valla, o los pistoleros en Texas que disparan a bocajarro son un drama humanitario que no podemos permitir como sociedad?”, se pregunta Vega.
 
Es el momento de apoyar e intentar corregir las cosas, considera el líder de la compañía surgida en 1999 en Canarias, que ha llevado a escena "Me llamo Suleimán" en la Sala del Conjunto Santander de Artes Escénicas los pasados días 25 y 26 de noviembre, en la localidad mexicana de Zapopan, Jalisco.
 
"Moria" pudo verse el 27 y el 28 de noviembre en la Plaza de Gallos de León, Guanajuato, como parte de las actividades del Festival Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC). También se escenificó en el Teatro Juárez, de Guanajuato, el pasado 1 de diciembre. "Moria" fue de los últimos espectáculos que albergará este recinto, de 118 años de antigüedad, antes de que cierre sus puertas temporalmente para su reequipamiento y remodelación.

Teatro que revela realidades


Con más de 200 representaciones alrededor del mundo, "Me llamo Suleimán" (2015), adaptación teatral de la novela homónima escrita por Antonio Lozano, cuenta la historia de un niño que sale de Mali harto de la pobreza que vive en su país con miras a un futuro próspero en Europa. Cruza el desierto y llega a la frontera con Melilla y, al no poder pasar, intenta de nuevo el viaje por mar.
 
Unas 25.000 láminas dibujadas componen el trabajo de animación audiovisual que ayudan a relatar la “dura y potente” travesía de Suleimán gracias a la colaboración con el diseñador Juan Carlos Cruz. La obra es interpretada por Marta Viera y la música es de Salif Keita.
 
“Cada vez más, los niños migrantes asumen grandes responsabilidades y terminan entendiendo que viajan para poder tener un futuro mejor para ellos y para sus familias, para los suyos”, piensa Vega, quien está al tanto del aumento de niños que transitan solos en la frontera entre México y Estados Unidos.

Cartel de "Moria"

Tras ver un fragmento de la obra hace dos años en el congreso de la Sociedad Internacional para las Artes Escénicas (ISPA), a María Luisa Meléndrez Bayardo, directora del Conjunto Santander en México, le pareció que su mensaje era muy pertinente dada la gran cantidad de personas que recibe el país azteca y que va en tránsito hacia los países del norte.
 
“Es nuestra labor procurar que la gente entienda cuál es la problemática de la migración. Al conocer e informarse sobre el tema hay más empatía hacia los otros, que mucha falta nos hace. El teatro revela realidades y provoca una mayor sensibilidad”.
 
La programación del Conjunto Santander de Artes Escénicas se guía por las prácticas de inclusión, diversidad y equidad. Ejemplo de ello, dice Meléndrez Bayardo, son las funciones especiales con traductores al lenguaje de signos o con globos inflados que el público con sordera abraza para recibir las vibraciones sonoras de la escena, además de estar abiertos a propuestas para invidentes, a temáticas LGBTTTIQ+ y a colectivos feministas.

Los refugiados desde la doble marginalidad


"Moria" se enfoca en la vida de un par de mujeres que habitaban el campamento de refugiados ubicado en Grecia, en la isla de Lesbos: la afgana Zohra Amiryar, que sobrevivió a cuatro bombardeos y atentados en su país y emprendió el éxodo, y la iraquí Douaa Alhavatem, que abandonó junto con sus tres hijos su natal Bagdad tras la desaparición de su marido.
 
“Nos desplazamos en enero de 2020 al campamento de refugiados de Moria. Estaba diseñado para 3.000 personas, pero en él llegaron a vivir hasta 25.000. Cuando nosotros estuvimos, las condiciones de vida eran absolutamente deplorables. Queríamos contar cómo los Estados abandonan a los refugiados desde la visión de la mujer, que sufre una doble marginalidad”, explica el director.
 
En Moria, el equipo de unahoramenos entrevistó a 50 refugiadas para elegir de entre ellas dos entrevistas en profundidad. Finalmente, decidieron trabajar con los casos de Zohra y Douaa. La dramaturgia de la obra, por tanto, se basa en testimonios reales filmados en el campamento bajo la supervisión de Nicolás Castellano, reportero especializado desde hace más de dos décadas en migración forzada y derechos humanos.
 
Es una propuesta de teatro inmersivo que cuenta con las actuaciones de Marta Viera y Ruth Sánchez y que mezcla ficción con realidad. Sólo 50 espectadores entran en la carpa donde vive y cocina Douaa. En este espacio se utilizan proyecciones en 360 grados y un sonido totalmente envolvente para darle al público la sensación de que está dentro del campamento de refugiados.
 
Los espectadores viven el drama de una manera tan cercana que al terminar la obra nadie aplaude, cuenta Vega, para quien el teatro tiene la obligación de posicionarse frente a los más desfavorecidos, de incomodar a la audiencia, aunque sea un poco para que entienda la importancia de lo que se relata en escena.
 
“No podemos salir del teatro igual que entramos, tiene que habérsenos movido algo por dentro, tiene que haber algo en las vísceras que sabemos que lo que nos están contando nos ayuda a reflexionar y a mejorar como personas".
 
La compañía unahoramenos se ha planteado hablar de lo humano y sacar al espectador de su zona de confort, añade Vega, porque el arte como entretenimiento vacuo no le interesa en ninguna disciplina, ni como creador ni como público.

Ante este rol, unahoramenos se ha convertido en bandera de organismos globales como Amnistía Internacional con "Me llamo Suleimán" y de Médicos Sin Fronteras con su obra "Moria".

COMPARTIR: