La Reina Isabel II, icono de la moda: Su gusto por el color-block, las cazadoras Barbour y los bolsos de Launer

Un legado inigualable en la monarquía inglesa y a nivel mundial. La herencia real que ha dejado la Reina Isabel II de Inglaterra, fallecida el pasado ocho de septiembre, es extraordinaria. No había más que acercarse a las puertas del Palacio de Buckingham la pasada tarde del jueves para poder ser testigo de la devoción que el pueblo británico sentía por su reina. 

Como miembro de la Familia Real británica, desde su niñez ha tenido presente el sentido del servir a la nación británica. Su llegada al trono a la edad de 25 años estuvo marcada por la abdicación de su tío Eduardo VIII —que renunció para poder casarse con la estadounidense Wallis Simpson— y la prematura muerte de su padre, Jorge VI.

Tras recibir la noticia en mitad de una gira oficial, la nueva Reina de Inglaterra asumió el cargo sin ser consciente de que se convertiría en una de las reinas más longevas y cuya figura ha pasado a la historia como un auténtico símbolo de Reino Unido e, incluso, como un icono en el mundo de la moda. Su preferencia por looks monocromáticos o accesorios como las cazadoras Barbour la han situado como una de las soberanas más estilosas del panorama royal europeo.

Isabel II, la reina del 'color-block'

Si hay un hecho (de los muchos) a destacar de la vestimenta de la soberana de Inglaterra era su inclinación por escoger 'looks' en los que reinara el color. Y si era excéntrico mucho mejor. Isabel II ha dejado una gran herencia en el mundo de la moda y, sobre todo, característica en cuanto a su gusto por las gamas cromáticas tan fulgurantes. Por ello, no es de extrañar que los trajes más recordados de la reina más longeva de la historia sean los monocromáticos. 

La Reina Isabel II junto a sus nietos.

Desde el traje en color hueso que lució en la boda del ahora Rey Carlos III con la reina Camila, hasta el abrigo abotonado en un riguroso negro que la reina llevó en el funeral del Duque de Edimburgo, se puede decir que en sus setenta años en el trono británico la soberana guardaba en el vestidor real trajes de todos los colores posibles, un hecho que se convirtió en su seña de identidad. La razón es, cuanto menos, curiosa, pues a causa de la corta estatura de la reina, el hecho de lucir colores tan llamativos en su indumentaria facilitaba a su equipo de seguridad poder localizarla.

Boda de Lady Di y el Rey Carlos III.

Aún así, se deben de destacar algunos de los looks más relevantes del color-block en los que Isabel II se proclamó como reina los trajes de chaqueta monocroma. Se decantó por un vestido de manga larga en azul cielo, de falda plisada, así como tocado 'pillbox' y bolso a juego para la boda de su heredero junto a Diana de Gales.

Isabel II en la boda de su nieto, el príncipe Guillermo.

En numerosas ocasiones ha hecho alarde de su gusto por el color amarillo. En 2011, con motivo de la boda entre el Príncipe Guillermo y Kate Middleton, lució un favorecedor abrigo amarillo pastel con un sombrero de rosas, ambos firmados por la diseñadora Angela Kelly. Además de elegir su tonalidad preferida para la boda de su nieto, la soberana brilló durante la celebración de su Jubileo de Plata en 1977 con un espectacular vestido túnica o en 1975, en su gira oficial por México, donde su majestad lució un original vestido amarillo de lunares con turbante a juego.

'Look Balmoral': pañuelo en la cabeza, cazadora Barbour y botas Hunter

A los 96 años, la soberana Isabel II decidió pasar sus últimos meses de vida en el Castillo de Balmoral, la que fuera la residencia privada de la monarca. Desde hace décadas, al llegar la temporada estival, la Familia Real británica se desplazaba hasta el castillo escocés para disfrutar de jornadas de caza, juegos de mesa en familia y pesca de truchas. Si el protocolo de la monarquía en Londres era cuanto menos estricto, Balmoral era el lugar donde la Dama de Hierro se topó con una familia de lo más distinta a lo que había tratado y donde Lady Di consiguió un aprobado con nota en el conocido 'Test Balmoral'.

La familia Real en Balmoral.

Las vacaciones en Balmoral dejaron estampas familiares que pasarán a la posteridad al igual que unos 'looks' memorables de la soberana en los que destacaba un código de vestimenta en el que no había cabida para los tacones ni la alta costura.

La reina Isabel II durante su estancia en Balmoral.

Isabel II se decantaba por la practicidad de los 'looks' para sus paseos por el campo a caballo y las cacerías. Escogía una de las cazadoras verdes mas famosas de la firma británica Barbour. De efecto encerado y perfecta para el entretiempo, la reina se enfundaba una de sus prendas preferidas a su llegada al Castillo. Tal fue su éxito que la marca se convirtió en proveedora oficial de la Casa Real e incluso han sido numerosos miembros reales que han hecho uso de algunas de sus prendas.

La Reina Isabel II.

No se puede hablar del look Balmoral sin mencionar el pañuelo que la reina llevaba en la cabeza y se anudaba en la barbilla. Generalmente elegía los estampados y de firmas pioneras en el diseño del accesorio como Hermes. 

La Reina Isabel II junto a las botas Hunter.

Uno de los momentos preferidos de la Reina durante su estancia en Balmoral eran los paseos por el campo y para caminar por los terrenos fangosos de las inmediaciones de la residencia, la soberana se enfundaba unas botas de agua de la firma Hunter, su favorita.

El bolso de la soberana: Su accesorio más clásico

Uno de los accesorios que más curiosidad despertaba entre los súbditos de la reina Isabel II era su inseparable bolso y, sobre todo, su contenido. Un complemento que ha sobrevivido a los cambios de época, ya que la soberana era fiel al modelo Traviata de Launer, la firma inglesa de marroquinería fetiche de la monarca. Al igual que los modelos, The Lucia, The Judi y The Encore, diseñados exclusivamente para ella.

Isabel II. 

El modelo Traviata, al igual que el collar de perlas, los sombreros o los guantes, componía el abanico de accesorios con los que la soberana combinaba perfectamente sus outifits. No es de extrañar que el mundo de la moda llore su pérdida. Se ha marchado icono estilístico en toda regla y, como señalaban los Sex Pistols, 'God save the Queen'.