18 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Maneja un presupuesto de 3,8 millones de euros y su sueldo oficial no se encuentra reflejado en el portal de Transparencia de la Comunidad de Madrid

Blanca Li, directora de los Teatros públicos del Canal, indigna por hacer el ridículo en TV cuando el sector agoniza

Blanca Li, directora de los Teatros del Canal.
Blanca Li, directora de los Teatros del Canal.
La directora de los Teatros del Canal, Blanca Li ha recibido duras críticas por su bochornosa aparición en un programa de televisión. En él la bailarina, que maneja 3,8 millones de euros de los teatros que dependen de la Comunidad de Madrid, se ha mostrado fuera de sí, generando un espectáculo dantesco que choca con la cruda realidad del sector de la cultura. Un estudio del Observatorio de la Cultura estimó que la cultura perdería en 2020 el 36,5% de los ingresos anuales.

Blanca María Gutiérrez Ortiz, autobautizada como Blanca Li, es una popular coreógrafa, bailarina, cineasta y realizadora española que a finales de 2019 pasó a dirigir los Teatros del Canal, propiedad de la Comunidad de Madrid.

Blanca Li se ha cubierto de gloria tras acudir para ser entrevistada a un programa de la televisión por cable. Por su participación Blanca recibió feroces críticas por parte del público y admiradores del mundo de la Escena y del Arte. Muchos espectadores no entendieron como una persona de su reconocimiento artístico y estando al frente de un cargo de tanta responsabilidad como es ser la directora de los Teatros del Canal, una entidad que cuenta con un presupuesto anual de 3,8 millones de euros, se prestara a cometer una serie de bufonadas del espacio de entretenimiento.

Uno de los momentos surrealista de Blanca Li.

No hubo televidente que no se quedara perplejo al ver la actuación de Blanca que desde el primer minuto se tiró por el suelo. Delirante fue verla como impostaba una caída por las escaleras. Por no hablar de los continuos aspavientos que realizaba con los pies y las manos y el nerviosismo que mostraba al no encontrar su sitio a la hora de sentarse en el sillón de los invitados. Todo este espectáculo, dentro de un ambiente de fiesta, cuando entre bambalinas 700.000 profesionales de la cultura afectados por una crisis económica.

El espectáculo en estado crítico

El sector de los espectáculos, la cultura y el arte es uno de los mayores damnificados en términos económicos por las consecuencias de la crisis sanitaria. Un estudio del Observatorio de la Cultura de la Fundación Contemporánea estimó que en 2020 que el negocio de la cultura perdería el 36,5% de los ingresos.

El informe también refleja que uno de cada cuatro consultados tuvo que suspender completamente sus actividades debido a la crisis del coronavirus. Mientras un 67% ha podido continuar en teletrabajo "pero con limitaciones". Así mismo, se plasma en el documento que en el sector privado, casi la mitad (un 44%) ha presentado un ERTE o adoptado alguna medida de ajuste de personal, frente al 11% en las organizaciones de titularidad pública.

Por su parte el sector privado de la cultura ha perdido casi la mitad de sus ingresos. Pero esto no queda así existe un 11% de los encuestados que piensa que el próximo año empeorará la situación económica y laboral de los trabajadores del mundo del arte y de los espectáculos.

Esta situación desesperante ha conducido a múltiples movilizaciones y concentraciones para pedirle al Gobierno de la nación una solución a estos problemas. Estas manifestaciones se dieron en varias localidades del país y fueron convocadas por Alerta Roja, la asociación que ha logrado el consenso de la gran mayoría de los trabajadores de la música y la cultura en general.

La manifestación de Alerta Roja por la mala situación económica del sector del espectáculo.

Para muchos críticos de televisión la actuación de la directora de los Teatros del Canal fue una intervención desmesurada y poco oportuna de un cargo de responsabilidad de tanto nivel.

Salarios sobre los escenarios

La mayoría de los licenciados en Arte Dramático no tiene empleo en su sector. A ello se le suma que quienes sí logran subirse a un escenario o pisar un plató obtienen unos ingresos muy modestos, a menudo ínfimos. Según la fundación AISGAE solo el 8,17% percibe entre los 12.000 euros anuales. Lo que les supone a los actores no poder vivir de su profesión.

Entre los que cobran por su trabajo como actores, más de la mitad, el 53%, no supera los 3.000 euros anuales. En concreto, el 29% obtuvo menos de 600 euros durante todo el año, una media de 50 euros mensuales, mientras que otro 24% se quedó en la franja entre los 601 y los 3.000 euros.

Estas cifras definen un panorama muy complicado para los intérpretes profesionales, puesto que la tradicional intermitencia y precariedad de sus empleos se ha agravado notablemente tras la crisis.

Una representación teatral en la calle.

 La situación, ya de por sí preocupante, lo es todavía más si centramos el foco en las mujeres. Para empezar, en la tasa de desocupación como artistas, que se eleva al 51,6% entre ellas y desciende hasta un 45,4% entre los varones. Y para proseguir, en todas las demás variables: las actrices trabajan menos días al año que los hombres, cobran menos, se enfrentan con mayor frecuencia al problema de trabajar sin contrato y sufren una inserción laboral más débil.

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