19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Según los expertos, los líderes de este deporte tienen muy bien trabajada la inteligencia, la capacidad de manipulación y el deseo de vencer

Los campeones ajedrecistas quieren cambiar las reglas: El maestro noruego Magnus Carlsen contra la FIDE

/ Magnus Carlsen, actual campeón de ajedrez.
/ Magnus Carlsen, actual campeón de ajedrez.
El actual campeón de ajedrez, Magnus Carlsen, ya tiene en su cabeza la idea de cambiar la normativa tradicional. La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) suele mantenerse al margen en este tipo de iniciativas o bien ejecuta la propuesta sin poner ninguna pega. Este deporte, tan clásico y estratégico, se está convirtiendo en un modo de juego manipulable y de escasa reputación de cara al público.

El ajedrez es un deporte que está fuera de la burbuja popular si se lo compara con otras actividades como el fútbol, el baloncesto o el tenis, por ejemplo. En todos ellos se conocen casos de corrupción, pero lo blanco que hasta ahora parecía el ajedrez para un lego está virando ante los hechos que se han conocido. El último es reciente, y la FIDE no está poniendo de su parte.

La sorpresa ha surgido a raíz de una iniciativa para cambiar la normativa clásica y tradicional. La propuesta la ha lanzado el actual campeón noruego, Magnus Carlsen, un tipo que es reconocido por su honestidad pero que ha tenido la idea de cambiar las reglas del juego que domina.

Su objetivo es llevar a cabo una revolución que, sin ser injusta, supone una alteración fundamental de la tradición. Quiere que el duelo por el título alterne partidas de ajedrez clásico con otros ritmos más rápidos. Y aunque su propuesta no está fuera de derecho, la forma en que la impone no ha gustado. Y es que el líder mundial ha declarado que, en caso de que esta petición no sea aceptada, se retirará inmediatamente.

En principio, el propio Magnus sería el mayor afectado puesto que dejaría de competir, pero es la FIDE la que más asustada se ha sentido tras la amenaza del noruego. No les gustaría que se marchara, y es por eso que en las próximas reuniones cabe la posibilidad de que la propuesta sea aprobada.

/ Día de la creación de la FIDE el 20 de julio de 1924. 

Para algunos, es aquí donde radica la problemática del mundo del ajedrez. Una persona que, en teoría, solo tiene que dedicarse a competir coge las riendas de la organización proponiendo normas que deberían ser ideadas única y exclusivamente por la Federación Internacional. Y no solo ha lanzado su la idea, sino que para estos críticos, también está obligando a que se acepte.

¿Sería posible?

Los jugadores involucrados, Magnus Carlsen y el ruso Ian Nepomniachtchi, campeón en Madrid a falta de una ronda, no han recibido todavía la propuesta de contrato. Y de acuerdo con el periódico ABC, a esto es a lo que se puede ‘agarrar’ la FIDE: a los jugadores no se les cambiarían las condiciones, aunque esto puede ser solo un tecnicismo.

No se sabe cómo reaccionará el aspirante a la idea de Carlsen, si prospera. En cualquier caso, la improvisación es evidente en todo el proceso. Si hay consenso, al menos se evitará una nueva guerra mundial de los tableros, una constante en una organización que está a punto de cumplir un siglo de vida.

El 'reinado' de la URSS

El primer campeón de la FIDE, el soviético Mijail Botvinnik, estuvo varios años en lo más alto. Y es que en esos tiempos, solo existían campeones de la Unión Soviética, siendo más de la mitad de los participantes de esta nacionalidad.

En principio, la llegada de Bobby Fisher fue clave, se encargó de cambiar el ajedrez hacia una postura más aperturista. Sin embargo, cuando se convirtió en el campeón, también se rodeó de privilegios, de ahí que la culpable de todos estos escándalos sea la FIDE, justamente por permitir que esto suceda.

Otro caso es el de Anatoly Karpov, que recibió el título de campeón sin jugar y se tuvo que ganar la legitimidad por su cuenta. Más tarde fue buscado por la Interpol hasta terminar encarcelado en Japón. Al final, falleció en Islandia en unas condiciones pésimas.

Dos mundiales 'manchados' de corrupción

En el Mundial de 1978 hubo sectas, parapsicólogos y juego sucio. Pronto el público español podrá ver la película, rodada en Rusia el año pasado, que cuenta los entresijos del duelo entre Karpov y Viktor Korchnoi en la ciudad filipina de Baguio. Este film está basado en hechos reales.

/ Tráiler de la película "Campeón del mundo". 

Siete años después, en 1985, el filipino Campomanes protagonizó uno de los mayores escándalos vividos en el ajedrez, justo cuando suspendió de forma unilateral la primera final entre Karpov y Kasparov. El primero de ellos iba ganando 5-3, tenía que conseguir la sexta victoria para vencer, pero el presidente de la FIDE apeló al desgaste físico y psicológico de los jugadores para justificar la suspensión. No se sabe a cuál de los dos perjudicó más, pero está claro que no fue una decisión lógica para los seguidores de este deporte.

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