19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El periodista y colaborador cuenta en 'La italiana de París' la azarosa vida de la mujer que revolucionó la moda en la Europa de entre guerras

Nacho Montes, novela la vida de Elsa Schiaparelli: "Para Chanel era una intrusa que le robó a Dalí"

Nacho Montes sosteniendo su último libro.
Nacho Montes sosteniendo su último libro.
Tras novelar la vida de Cristóbal Balenciaga, ahora el periodista y colaborador televisivo Nacho Montes cuenta la azarosa vida de la italiana que revolucionó la moda en la Europa de entre guerras, Elsa Schiaparelli en su nuevo libro. Pone luz a la vida de una mujer relativamente desconocida hoy en día incidiendo en su amistad con Salvador Dalí y su enemistad con Coco Chanel.

En su nueva novela Nacho Montes narra la azarosa existencia de la diseñadora italiana Elsa Schiaparelli que transcurre vertiginosamente por medio mundo para beber de los artistas más vanguardistas de su época, construir su vibrante imperio de moda y conquistar de París. En su aspecto más personal, destaca su amistad con Salvador Dalí y su enemistad con Coco Chanel 

- ¿Dónde nace la idea de crear una novela sobre Elsa Scchiaperelli después de su anterior trabajo sobre Balenciaga?

- Mi editora decidió que este tipo de personajes que forman parte de la historia de la moda, pero que no son especialmente conocidos a nivel popular, funcionan. En el caso de Elsa es que es muy poco conocida. Cristóbal Balenciaga es nombre que de una forma o de otra sigue estado presente. Con Elsa Schiaparelli no ocurre lo mismo.

- Puede que la imagen de "niña bien" no ayude a acercarse al personaje.

- Era una mujer caprichosa pero culta y con capacidad de sociabilizar. Podía haber escogido otra manifestación que no fuera la moda. Ella tenía una creatividad enorme fomentada por el mundo que la rodeaba: Picabia, el dadaísmo... Todo ese imaginario. Ella se cría en el palacio Corsini con un tío, Giovanni, que le hace descubrir la astrología pero también la cultura en general, la belleza y, sobre todo, la libertad. Amaba la creación y lo mismo podría haberse hecho escritora o pintora que diseñadora. Su dedicación nace de su pasión por el arte.  

- ¿Qué le resultó más interesante, investigar sobre el personaje o ficcionar parte de su vida?

- Lo maravilloso del personaje en sí era la propia tormenta que suponía alguien completamente rebelde, incomprendida... Con eso era muy fácil ponerle realidad y emoción al personaje. Las mujeres no podían manifestar la sexualidad ni su creatividad en esa época y ella llegó hasta donde pudo. Me ha resultado fácil ponerme en la piel de lo que sentía y cómo se pudieron desarrollar algunas escenas en su vida. 

Portada de 'La italiana de París'. 

- En la novela el amor por Dalí y el odio de Coco Chanel forman un triángulo fascinante. ¿Cuánto hay de realidad?

- He hecho un triángulo muy fabulado, pero basado en algo tangible y real. Es cierto que cuando Dalí se casa con Gala, Chanel es su embajadora ante el todo París, pero Dalí se fascina por Schiaparelli y el surrealismo que ella encarnaba. Chanel la odiaba, pero Elsa pasaba bastante. Para Chanel, ella era una intrusa, que sin ser costurera llegaba a París a robarla su público y también Dalí. Ella le fascinaba independientemente de su sexualidad, o su falta de ella. Era un gran amante en la sombra, desde atrás, tanto de lo femenino como de lo masculino. 

- A pesar de que es menos conocida hoy en día, usted afirma que su 'marca' es más fiel a ella que la de Balenciaga.

- Pasa mucho con los diseñadores. En el caso de Balenciaga no quisieron seguir su estilo. En el caso de Schiaparelli sí que ha ocurrido, tal vez porque era más fácil mantener su legado. Su pasión por la extravagancia. 

- ¿Por qué cree que ha caído tanto en el olvido? 

- Son los caprichos de la vida. En los años 30 ella consiguió lo que otros no pudieron. En una época muy convulsa pero muy libre, ella encendió muchas hogueras. Quedó mermada luego por el clasicismo de Chanel. Esa irreverencia.

- ¿Qué queda de ella en la moda?

- Queda la representación teatral de la moda. Eso de presentar las colecciones con un espectáculo. Lo que vemos hoy en las pasarelas, la explotación del color, de la positividad... Lo estrambótico como bandera. Era una visionaria. Vulgarizar para hacer las cosas exquisitas. 

- Dicen que no hay dos sin tres. Después de Balenciaga y Schiaparelli. ¿Quién es el siguiente?

- Hay un tercero dentro de este mundo de la moda y de esa Europa que ya no existe. En ello estoy, pero la verdad es que cada vez me apetece ir fabulando más. 

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