19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El empresario ha vendido el paquete que tenía de la empresa OHL que creó hace más de 20 años y tiene aún problemas sobre una supuesta hija boliviana

La caída del marqués Villar Mir: De ‘rey Midas' del ladrillo a una presunta hija ilegítima

El Cierre Digital en Juan Miguel Villar Mir.
Juan Miguel Villar Mir.
Juan Miguel Villar Mir ha vendido el siete por ciento que seguía manteniendo en la constructora OHL. Con esto,el imperio que Villar Mir fundó hace 36 años se aleja un paso más del que fue su dueño. A partir del año 2015 las deudas fruto de sus malas inversiones, le llevaron a vender algunas de sus empresas y propiedades más emblemáticas, como la Torre Espacio en las cuatro torres de Madrid. Además, el caso de su presunta paternidad de una hija de una mujer boliviana, le salpicó ante la Justicia.

Durante décadas, el nombre del empresario Juan Miguel Villar Mir ha estado asociado al éxito de sus negocios, especialmente en el mundo de la construcción, en el que era considerado una especie de 'rey Midas'. Sin embargo, en los últimos años la caída del imperio del empresario no ha hecho más que acuciarse. El último movimiento que prueba esta pérdida es el fin de la vinculación del empresario con la empresa que creó hace más de 20 años: OHL.

En los últimos años, como consecuencia de los problemas financieros que las empresas de Villar Mir han ido arrastrando, el empresario tuvo que ir deshaciéndose de cada vez más activos de las empresas del Grupo Villar Mir (GVM). Concretamente, de OHL —actualmente pasada a denominarse OHLA debido a la entrada de la compañía de los hermanos mexicanos Luis y Mauricio Amodio, que añadieron la inicial de su apellido a la compañía— solo le quedaba un 7,09 por ciento que ahora ha sido adquirido por el fondo monegasco Tyrus Capital. De este modo, el fondo controlado por Antoine George Chedraoui —principal acreedor del Grupo Villar Mir (GVM)— pasa a ser el segundo mayor accionista de OHLA.

Tyrus Capital ya formaba parte del accionariado de OHL —todavía no había incorporado la letra A de su nombre— desde el año 2015 cuando la empresa realizó una ampliación de capital. Sin embargo, la reciente adquisición del último vestigio de Villar Mir en lo que alguna vez fue su imperio hacen al fondo monegasco ganar poder… y a Villar Mir observar cómo su imperio se desmorona.

Villar Mir, un empresario poderoso

Juan Miguel Villar Mir nació en 1931 en una familia conservadora y bien situada económicamente. Hombre de profundas creencias religiosas, cada domingo acude a misa en la Basílica Parroquia de la Virgen Milagrosa, sita en la calle García de Paredes. Su padre era Juan Villar Lopesino, un militar que apoyó a Franco por sus convicciones monárquicas. Tras estudiar en el elitista colegio de Nuestra Señora del Pilar, de Madrid, cursó los estudios de Ingeniería de Caminos, licenciándose en 1955. Tres años más tarde lo hacía en Derecho en la Complutense.

En 1959 se casó con Silvia de Fuentes Bescós con la que ha tenido tres hijos: Juan, que es quien dirige ahora el grupo empresarial; Silvia, vicepresidenta; y Álvaro Villar de Fuente. De los tres, Silvia es quien le ha dado más quebraderos de cabeza a causa de los escándalos de su marido, Javier López-Madrid, el 'compiyogui' de la reina Letizia

Silvia de Fuentes y Juan Miguel Villar Mir.

La carrera empresarial de Villar Mir arrancó en Dragados y Construcciones SA y en los años sesenta ocuparía puestos institucionales gracias a los tecnócratas que tomaron el régimen franquista y pretendían modernizar, en lo económico, la dictadura. Así, en 1964, se puso al frente de la Dirección General de Empleo y en 1967 se convirtió en presidente del Fondo Nacional de Protección del Trabajo.

El origen de su éxito empresarial hay que buscarlo a principios de la década de los 70, cuando se convirtió en presidente de Altos Hornos del Mediterráneo, Hidronito Española y los Altos Hornos de Vizcaya. Para esta última empresa, adquirió la constructora Obrascón comprándosela al Banco de Bilbao. Cuando en 1987 se lanzó a crear el Grupo Villar Mir fue esta constructora el germen de todo. La adquirió a los Altos Hornos por el precio simbólico de una peseta. Sin embargo, abandonó los Altos Hornos antes, en 1975, para saltar a la política de nuevo, ocupando la vicepresidencia de Asuntos Económicos y el ministerio de Hacienda en el Gobierno de Arias Navarro, el primero tras morir Franco, entre diciembre de 1975 y julio de 1976.

Tras su vuelta a la vida civil comenzó a cosechar éxitos en la empresa privada. En 1982 se puso al frente de Electra de Viesgo, que suministraba electricidad a Cantabria y que, al pasar a manos del Banco de Santander, hizo que se estrecharan los lazos, aún más, entre los Botín y los Villar Mir. Gracias a la saga banquera santanderina consiguió un crédito de 500 millones de pesetas para comprar Espacio S.A. a los Altos Hornos. Su carrera por ir adquiriendo empresas despegó. En 1996 se hizo con Construcciones Huarte y en 1999 con Construcciones Laín. Estas, unidas a aquella Obrascón de los primeros años, dieron lugar a OHL. Además, en 2012 el Grupo Villar Mir entró en el accionariado de Abertis, concesionaria de autopistas en España.

El fin de un imperio

Todo este ‘holding’ de Villar Mir comenzó a entrar en crisis alrededor del año 2015 debido a la ambiciosa gestión del empresario. Algunas grandes obras que no otorgaban grandes rentabilidades hicieron que las deudas llegasen a las empresas de Villar Mir, que comenzó a vender sus empresas al mejor postor.

Dentro de estas ventas se encontraban la eléctrica Energya VM, OHL Concesiones, Fertiberia e, incluso, el complejo de lujo Canalejas. Este complejo, llevado a cabo por la constructora OHL fue polémico desde su construcción, ya que además de destruir parcialmente el patrimonio de los edificios pertenecientes al Banco Santander sobre los que se construyó, las obras afectaron presuntamente a los alrededores. Una de las zonas afectadas fue el túnel de la línea 2 del metro de Madrid, según informaban algunos medios.

El denominado proyecto Canalejas, sin embargo, tuvo que ser vendido debido a la crisis que afrontaba GVM. El 50 por ciento fue vendido en el año 2017 al fundador de PokerStars Mark Scheinberg y, un año más tarde, vendía a su empresa OHL el 50 por ciento restante.

OHL no tardaría en asumir el mismo destino. En el año 2020 pasó a formar parte de los hermanos Amodio ya mencionados, que la renombraron OHLA. Sin embargo, Villar Mir conservaba poco más de un siete por ciento del accionariado que ya se le ha escapado.

Otra de las propiedades más conocidas de Villar Mir era la Torre Espacio, una de las cuatro torres más altas de Madrid. En ella se encontraban las sedes de las empresas del GVM, que tuvieron que pagar el alquiler del edificio ante su venta. El empresario que la adquirió fue el magnate filipino dueño del Grupo Emperador Andrew Tan, el nuevo “rey del brandy” que sustituye a Ruiz-Mateos en el negocio del brandy de Jerez.

Andrew Tan.

Sin embargo, no todo por lo que ha sido conocido Villar Mir eran sus negocios. El empresario es un gran aficionado del equipo de fútbol Real Madrid, del que fue vicepresidente en el año 1995. La presidencia de este club ha sido uno de los sueños frustrados del empresario, que intentó alcanzarla en el año 2006 (la obtuvo Ramón Calderón). Sin embargo, cuando años más tarde, en 2013, se le preguntó por la posibilidad de que volviera a intentarlo, afirmó que no lo haría.

Villar Mir también se ha encontrado a lo largo de todos estos años envuelto en procesos judiciales como el de las obras del AVE a La Meca investigadas por Anticorrupción o el caso de su presunta paternidad de una mujer boliviana, como publicó en exclusiva elcierredigital.com.

Se trata de una demanda judicial por paternidad a la que se enfrenta desde hace varios años. Según ha podido saber elcierredigital.com por fuentes cercanas al caso, el Juzgado de Primera Instancia número 50 de Madrid ya admitió a trámite la demanda el 15 de junio de 2021, recogida bajo el procedimiento de filiación 228/2020.

La demanda de paternidad mencionada corresponde a una mujer boliviana de alrededor de unos 50 años que asegura que el empresario mantuvo una relación con su madre, Enamia, cuando el empresario Villa Mir se encontraba en el país latinoamericano por motivos empresariales. En concreto, indican las mismas fuentes, el supuesto encuentro entre Villar Mir y Enamia "habría tenido lugar en el Hotel Italia, sito en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, y fruto de aquella relación habría nacido en 1971 María Ana", la mujer que ahora reclama que esta presunta paternidad sea reconocida. 

Tal y como afirman fuentes conocedoras del caso a elcierredigital.com, la parte demandante también ha solicitado que se impugne al padre registral que "la reconoció como su hija a pesar de no serlo de forma biológica, como indicó una prueba del ADN". Serán los hermanastros de María Ana a los que se les notificará la demanda, pues el padre registral de la boliviana falleció hace unos años. 

Siguiendo el correspondiente proceso antes de llegar al juicio, en cuanto la autoridad judicial boliviana confirme la notificación a los hijos biológicos del padre registral de María Ana, "el juez llamará a Villar Mir para hacerse su correspondiente prueba de ADN y confirmar su paternidad", según explican fuentes del caso a elcierredigital.com. Ya con anterioridad, Villar Mir ya había recibido "una notificación mediante requerimiento notarial para que reconociera esta situación de paternidad de María Ana y no contestó. La pasividad fue su respuesta", aseguran.

Intentos de llevar a Villar Mir ante la justicia

No sería la primera vez que María Ana pretende que se abra una investigación que esclarezca la identidad de su progenitor. Hace unos años, la Justicia rechazó una demanda de la mujer que fue inadmitida porque, en aquel entonces, únicamente contaba con la declaración notarial de su madre reconociendo los hechos.

En esta ocasión, para fundamentar la denuncia se han aportado, además de la declaración de Enamia, "una serie de fotografías que corroborarían la relación entre Villar Mir y Enamia" así como una serie de testimonios que avalarían los hechos y una prueba de ADN que descarta que el padre registral de Mariana sea su verdadero padre biológico.

No obstante, ahora el nombre de Villar Mir, el gran amigo del rey Juan Carlos I, vuelve a ocupar los titulares debido a sus negocios constructores y no familiares, concretamente a la venta de las acciones de OHL que todavía le quedaban de lo que fue un imperio donde reinó durante más de 30 años.

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