20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

David Casado, historiador, cuenta las claves del fin de la guerra: “La debilidad que se mostró en la II República viene desde los inicios de la misma”

1 de abril, 83 años del fin de la Guerra Civil Española: El día que comenzó el franquismo

Último parte de guerra. Francisco Franco.
Último parte de guerra. Francisco Franco. / Se firmó el 1 de abril de 1939 y dio inicio a la dictadura franquista.
El 1 de abril de 1939 terminó, mediante el último parte de guerra firmado por Francisco Franco, la guerra civil española. Esto, lejos de dar paso a una época de serenidad entre los españoles, desembocó en una dictadura personalista que duraría más de 35 años y que giraba en torno a la figura de Franco. El hambre, la miseria y la represión fueron la carta de presentación de esta época. Hoy, el historiador David Casado cuenta las claves del fracaso del bando republicano durante la guerra.

“En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado”. Así rezaba el último parte de la guerra civil, que data del 1 de abril de 1939, hace hoy 83 años. De esta manera, y con la firma del general Francisco Franco, se ponía fin a una guerra que dejó a España devastada y, si cabe, más dividida.

Sin embargo, el fin de la guerra no llevaba bajo el brazo la tranquilidad de los españoles, que vivieron una larga época de miseria y represión en el contexto de la dictadura franquista. Hoy, el periodista e historiador David Casado explica para elcierredigital.com las claves que hicieron que el bando sublevado ganara la guerra y cómo se acabó instaurando la que hoy conocemos como dictadura franquista.

La II República, una de las causas de la guerra

“La debilidad que se mostró en la II República viene desde los inicios de la misma”, explica David Casado. En el contexto de una España monárquica en la que, además de Alfonso XIII, reinaba el caciquismo en las zonas rurales, “los comicios municipales del 12 de abril de 1931 sirvieron como plebiscito entre república y monarquía”. En aquel momento, los partidos republicanos se presentaron en listas conjuntas, mientras que los monárquicos lo hicieron por separado. Así, en las grandes ciudades ganaron las listas que abogaban por la república y en las zonas rurales las que lo hacían por la monarquía, debido al caciquismo.

Proclamación de la II República.

“Esto provocó el exilio de Alfonso XIII. Se formaron grandes manifestaciones el día 13 de abril, así que el 14 se proclamó la II República en muchos ayuntamientos españoles”, cuenta Casado. El historiador aclara que, desde el inicio, el bando republicano era un cajón de sastre: “Dentro del bando republicano había desde católicos de derechas, como Niceto Alcalá Zamora, hasta de centro-izquierda como Manuel Azaña o socialistas, como Francisco Largo Caballero”. Esto no hizo más que perpetuar la fragilidad de una república que, poco a poco, caería por su propio peso.

“Una de las claves fue la Constitución de 1931, donde se encontraban puntos muy novedosos como el sufragio universal. Aunque los puntos que llegarían a desestabilizar la II República serían los referentes a la religión, la agricultura, el ejército y la política de las autonomías”. El problema del ejército fue, de lejos, el que más repercusión tendría, y es que tras el intento de golpe de Estado del general Sanjurjo en agosto de 1932, muchos militares españoles se reorganizaron en una asociación clandestina, la Unidad Militar Española.

Mola y Franco pasando revista.

La tensión no dejaba de crecer por el descontento de católicos, militares, campesinos, etc. “Los sectores de derechas querían un golpe de Estado de los militares, y los de izquierdas llamaban a la revolución”, asegura David Casado, quien explica también que “la única respuesta del Ejecutivo fue separar a los militares más reconocidos como Franco y Emilio Mola”.

Poco después se desencadenó la Guerra Civil. “El bando sublevado contó con apoyos mucho más fuertes que el republicano” —llegando a recibir ayuda de la Alemania nazi y la Italia fascista—, y, además, “el pacto de no intervención de Francia y Reino Unido fue fundamental para que los republicanos perdieran la guerra”, interpreta Casado.

El fin de la guerra

Tras casi tres años de guerra, el 1 de abril de 1939 se firma en Burgos el que sería el último parte de guerra. Al finalizar la contienda, los militares no tenían un proyecto político definido, “había desde africanistas apolíticos, como Francisco Franco, hasta simpatizantes de la Falange, como Yagüe”, cuenta el historiador. “Los años posteriores al conflicto muestran un país destrozado por la guerra. Ese periodo estuvo marcado por el hambre, la miseria y el miedo generalizado”, asegura David Casado. 

Lo que comenzó como un proyecto sin definir, se tradujo pronto en una dictadura personalista en la que el protagonista absoluto era Francisco Franco. Así, “el Estado concentraba todos los poderes en la figura del dictador”. Franco, consciente del estado del país, ante el estallido de la Segunda Guerra Mundial proclama la neutralidad, pese a que Alemania e Italia le habían ayudado a ganar la Guerra Civil. Sin embargo, “en 1940 se pasa de la neutralidad a la no-beligerancia, y se dio una entrevista en Hendaya con Adolf Hitler que todo el mundo interpretó como una alineación moral con las potencias del Eje, llegando, incluso, a mandar a los voluntarios conocidos como División Azul”, cuenta el historiador.

Uno de los últimos fusilamientos del régimen franquista.

A nivel internacional, España fue aislada económica y políticamente. De este modo, “la ONU rechazó la entrada de España”. No fue hasta 1951 cuando la dictadura comenzaría a ver cómo el cielo se abría. En ese año “se firman unos acuerdos con Estados Unidos, en plena Guerra Fría, que fueron vitales para la España franquista porque significaban la llegada de un gran revulsivo económico y de materias primas”, una ayuda de los americanos a España por la cesión, por ejemplo, de las bases de Rota en Cádiz.

Durante este periodo, se persiguió a todo aquel que se saliera del molde: desde las lenguas cooficiales del Estado hasta el colectivo LGTBI+, republicanos, masones… También las mujeres fueron reprendidas pues, más allá de que quedaron relegadas al ámbito privado, se llegó a extremos como el robo de niños en las cárceles femeninas, entre otros ejemplos. El resto de la historia es conocida por todos: la dictadura de Franco se extendió hasta el año 1975, año en el que murió. En palabras del escritor catalán Salvador Espriu, “en ocasiones es preciso que un hombre muera para que viva todo un pueblo”.

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