20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El cinco de julio, víctima de una enfermedad que nunca quiso hacer pública, fallecía a los 78 años de edad dejando una importante herencia musical

Un año sin Raffaella Carrà, la mítica artística italiana que conquistó a los españoles

Raffaella Carrà.
Raffaella Carrà. / La mítica italiana fallecía hace un año.
Hace un año, para sorpresa de todo el mundo, fallecía a los 78 años Raffaella Carrà. La mítica cantante y presentadora padecía una enfermedad que había llevado en secreto. Su muerte fue todo un mazazo en Italia y en España, países en los que se convirtió en una gran estrella tanto en la música como en la televisión. La boloñesa era uno de los grandes referentes internacionales del mundo del espectáculo.

Hace un año nos dejaba Raffaella Carrà, una italiana que consiguió que los espectadores se olvidaran de que era extranjera, ya que llegó a mimetizarse tanto con el público español que la consideramos una artista más de nuestro país. Triunfó en la televisión y en la música dejando canciones que todavía se recuerdan. 

El 5 de julio de 2021, por sorpresa, se anunciaba su muerte después de padecer una enfermedad que siempre quiso mantener en secreto. Con el anuncio de su muerte las muestras de cariño en sus dos países, Italia y España, no se hicieron esperar. No en vano había conseguido algo cuanto menos reseñable: ser considerada tan italiana como española. 

Raffaella María Roberta Pelloni nació el 18 de junio en Bolonia en plena II Guerra Mundial. Su abuela Angelina fue la persona clave de su infancia. Sería ella quien más compartiría con la pequeña Raffaella su afición por todo lo relacionado con el mundo del espectáculo. Con seis años comenzó a estudiar ballet y con nueve se trasladó a Roma para estudiar con Rua Vuscalla, una de las grandes de la danza del país transalpino. Ese mismo año, hizo un pequeño papel en el cine, en Tormenta del pasado (1952). 

Raffaella Carrà trabajó en el cine italiano en los años 60.

Fue a los 15 años, en 1958, cuando decidió que prefería la interpretación al baile. Comenzó a estudiar arte dramático y a participar en películas interpretando papeles secundarios. Su primer rol importante lo logró junto a la inglesa Belinda Lee en La larga noche del 43 (1960) bajo el nombre de Raffaella Pelloni. Un año más tarde comenzó a usar el nombre de Raffaella Carrà. En esos años se hizo experta en interpretar papeles de películas peplum como Julio César, el conquistador de las Galias, Maciste, el invencible o Poncio Pilatos. Y es por esa época cuando cambia su look por el de rubia, que ya siempre la acompañaría. 

En 1965 sus éxitos en el cine italiano le permitieron dar el salto a Hollywood para rodar El coronel Von Ryan (1965) junto a Frank Sinatra. El mítico crooner tuvo un flirteo muy comentado en las revistas del corazón de la época, tanto en Europa como en América. Sin embargo, el asunto no pasó a mayores y su carrera en la Meca del Cine acabó pronto, volviendo a su Italia natal para debutar en el teatro con Marcello Mastroiani

La televisión, la música y España 

A finales de los sesenta, Raffaella asiste a una representación del musical Hair en París que le influye tanto que en ese momento decide que quiere convertirse en showoman. En 1970 recibe la oferta de presentar un programa en la RAI y la italiana pide a los directivos tres minutos libres para hacer lo que quiera. Accedieron y se convirtió en toda una revolución en Italia. 

El éxito cosechado llevó a la televisión pública a decidir ponerla al frente de Canzonissima, el programa estrella de su programación, convirtiéndose en la primera mujer presentadora de un programa en prime time en su país. Todo un logro que no estuvo exento de polémicas debido al escándalo que en ese momento supuso una aparición suya enseñando el ombligo.

En 1971 sacó su primer disco con la canción Tuca Tuca, que desató la iras del Vaticano y los elogios del público. En 1974 dejó el programa que le hizo popular y protagonizó un histórico especial con la cantante Mina. Un año después actuó en Televisión Española en Señoras y señores, a las órdenes de Valerio Lazarov, donde interpretó su clásico Rumore, Rumore

En 1976 desembarcó definitivamente en España gracias al propio Lazarov. Protagonizó una serie de cuatro especiales que, en el momento de la producción, generaron el rechazo de varias artistas españolas que consideraban que se les estaba haciendo de menos. La primera, Lola Flores quien, sin embargo, tras ver el estreno llamó a la italiana para felicitarla. 

La segunda mitad de los 70 y la primera de los 80 son los años en los que nace su verdadera vinculación con España. Es la época en la que edita canciones que pasarían a ser los clásicos de su repertorio: Hay que venir al surFiesta o Caliente, canciones que la vincularon a la revolución sexual del momento y la convirtieron en un icono gay gracias a temas que tocaban el asunto como Lucas. Sus declaraciones en Interviú, en 1977, en las que se declaraba votante del Partido Comunista Italiano, también generaron polémica. 

La RAI y Televisión Española 

En 1984 deja por un tiempo los escenarios, tras triunfar en Latinoamerica, para volver a la televisión italiana. Se hizo cargo de Pronto Raffaella, un programa matinal donde demostró su gran versatilidad y vivió momentos muy comentados como su entrevista con Teresa de Calcuta. Un año después, renovó su contrato con la cadena pública italiana por 400 millones de pesetas, lo que hizo que el asunto acabara en el Parlamento italiano. 

Cuando en 1988 finalizó su contrato con la televisión italiana, volvió a la música con el lanzamiento de un disco. Y tras un libro de recetas, en 1992 regresó a España para presentarse en Televisión Española con ¡Hola, Raffaella! El fichaje por la cadena estatal fue uno de los más caros en la televisión de la época y el programa se mantuvo durante tres años siendo un éxito de audiencia. El programa, emitido los sábados por la noche, contenía concursos, entrevistas y números musicales y contaba con la colaboración de distintos personajes populares como Loles LeónRappel o Félix 'el Gato'

En 1995 cambió la televisión pública por Telecinco, donde presentó En casa con Raffaella, un magazine matinal que se mantuvo en antena hasta junio de 1996. A partir de ese momento, regresa a Italia donde sigue trabajando tanto en programas, como la versión italiana de Sorpresa, sorpresa, como la gala del Festival de San Remo de 2001 junto a Antonio Banderas.

A España volvió puntualmente para presentar programas especiales o algunas galas, además de los espacios musicales en los que se elegía a nuestro representante para Eurovisión (en los años en que ella no participó en el eurofestival). En 2011 colaboró con el Dj Bob Sinclair y siete años más tarde editó un disco de canciones navideñas. Aunque anunció su retirada de la televisión, formó parte del jurado de la versión italiana de La Voz

Raffaella Carrà, pese a su popularidad, consiguió mantener su intimidad lejos del interés público. En los años sesenta y setenta mantuvo una relación sentimental con Gianni Boncompagni, compositor de algunos de sus éxitos, que falleció en 2017. A finales de los setenta inició su romance con Sergio Japino, un coreógrafo once años menor que ella con el que estuvo unida sentimentalmente hasta el final de sus días. Fue él el encargado de comunicar el fallecimiento de la artista tras una larga enfermedad que, como otros aspectos, llevó con total discreción. 

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