24 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

En este conjunto documental se incluye un manuscrito que contiene la Regla de San Benito escrito e iluminado en Castilla a comienzos del siglo XVI

El 'Cancionero de Zaragoza' o las 'Comedias' de Terencio entre los trece incunables que ha adquirido la Biblioteca Nacional

Biblioteca Nacional de España
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La Biblioteca Nacional de España se ha hecho con la adquisición de trece inacunables, impresos antes del año 1.500, entre los que destacan el 'Cancionero de Zaragoza' de 1492 o la 'Vita Christi' de Íñigo de Mendoza, así como una Biblia latina impresa en Colonia en torno a 1475 o las 'Comedias' de Terencio.

La Biblioteca Nacional de España ha incrementado su colección de incunables (impresos antes del año 1500) con la adquisición de trece ejemplares, todos ellos hasta ahora en manos privadas, entre las que se incluyen una Biblia Latina o las 'Comedias' de Terencio.

En total, la adquisición supone un conjunto de trece incunables, tres post-incunables, un manuscrito iluminado y un impreso del siglo XVI, que han pasado a formar parte de las colecciones de la BNE. De la mayoría de estas ediciones no existía ningún ejemplar en bibliotecas españolas.

Entre los ejemplares más valiosos se puede destacar una Biblia latina impresa en Colonia en torno a 1475 con encuadernación de época en piel sobre tabla y bellas iniciales iluminadas a dos tintas. Asimismo, merece también una mención especial un libro de horas post-incunable impreso por Thielman Kerver en 1503.

Se trata de un ejemplar impreso en vitela de una edición parisina ampliamente ornamentada con orlas historiadas que representan escenas bíblicas y de la vida cotidiana, así como motivos vegetales y animales.

Muchas de las piezas corresponden a ediciones incunables de grandes clásicos, como por ejemplo un ejemplar de 1491 de la obra de Tito Livio 'Ab Urbe condita' o un ejemplar de 1477 de las 'Comedias' de Terencio. En este conjunto documental se incluye también un manuscrito que contiene la Regla de San Benito escrito e iluminado en Castilla a comienzos del siglo XVI.

Se trata de la adquisición de incunables más notable realizada en los últimos años en la BNE. Estos trece últimos ejemplares se unen a una colección de alrededor de 3.100 incunables donde están representadas las principales imprentas españolas y la mayor parte de las imprentas europeas.

Gracias a este considerable crecimiento, en dos años la Biblioteca Nacional ha enriquecido los testimonios incunables de la obra del dominico Antonino de Florencia 'Suma de confesión llamada Defecerunt', que tuvo mucho éxito editorial tanto en latín como en romance, como refleja el gran número de ediciones que se conservan.

El ‘Cancionero de Zaragoza’

Pero si hay un ejemplar que debe destacarse de este conjunto es el 'Cancionero de Zaragoza' de 1492 o la 'Vita Christi' de Íñigo de Mendoza, por ser la primera y más importante pieza de las tres que incluye.

Este incunable enarbolaba en repertorios y bibliografías la etiqueta de 'incunable en paradero desconocido' y había sido objeto de incansables búsquedas por especialistas que nunca dudaron de las afirmaciones de los eruditos que dieron noticia de él.

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Estracto de una página del 'Cancionero de Zaragoza' 

El título de la portada refleja claramente el contenido de la obra, aunque no su autoría. Por esta razón, los primeros bibliógrafos que mencionan esta edición lo hicieron bajo el marbete genérico de 'Devotionum opus'. La rareza de la edición aumenta porque la numeración se interrumpe tras el folio XXXV y se reanuda en el folio LIIII.

En esa laguna se han interpolado 40 hojas correspondientes a otras composiciones de Mendoza y de otros autores: 15 hojas de la 'Pasión Trobada', de Diego de San Pedro, seguidas de dos breves composiciones tituladas 'Preguntas a Nuestra Señora', probablemente de Iñigo de Mendoza, y 'Coplas del Quicumque vult fechas so determinación y correpción de la madre santa Iglesia, un texto inédito.

Ejemplares ilocalizables

El volumen perteneció al Colegio de la Compañía de Jesús de la Concepción de Sevilla, posteriormente, a Gaspar Melchor de Jovellanos y, finalmente, fue adquirido por Pedro Vindel hace más de 80 años.

Habida cuenta de que en la actualidad no se tenía constancia de la localización de ningún ejemplar del Cancionero de Zaragoza de 1492 y de que los otros fragmentos interpolados pertenecen a ediciones no conocidas ni documentadas hasta hoy, se constata la rareza de este ejemplar y su interés bibliográfico.

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