28 de marzo de 2024
|
Buscar
FIN DE SEMANA

La corte monagesca ha comunicado oficialmente la retirada temporal de la vida pública de la exnadadora para "recuperarse de sus problemas de salud"

Así se ha distanciado Charlene de Mónaco del Príncipe Alberto hasta llegar al anuncio oficial de los Grimaldi

Charlene y Alberto de Mónaco.
Charlene y Alberto de Mónaco.
El Palacio del Principado de Mónaco, a través de un comunicado oficial, ha anunciado la retirada temporal de la princesa Charlene de la vida pública "para el completo restablecimiento de su salud", después de que la mujer de Alberto de Mónaco se haya sometido hasta a tres operaciones para atajar una grave afección en nariz, oídos y garganta. El anuncio llega en un momento delicado para el matrimonio monegasco, rodeado de rumores sobre su distanciamiento.

Antes de que el reguero de dimes y diretes recorran los vericuetos periodísticos, el palacio de los Grimaldi se ha adelantado al enviar un comunicado oficial en el que despeja las dudas que habrían surgido el 19 de noviembre, el Día Nacional de Mónaco, ya que la princesa Charlene (43) no estará presente en las festividades.

La grave infección otorrinolaringológica que la ha mantenido alejada de cualquier acto público desde que se la viera por última vez en la presentación del Torneo de Rugby Monaco Sevens el pasado 9 de febrero en el Yacht Club, fue la excusa perfecta para que un reguero de rumores sobre el distanciamiento del matrimonio se propagara de forma ilimitada.

Es por ello que, en dicho comunicado, resaltan que “Sus Altezas Serenísimas han acordado conjuntamente que es necesario un periodo de calma y de reposo para el completo restablecimiento de la salud de la princesa Charlene. Su historial médico ha sido agotador en los últimos meses y el descanso de varias semanas le permitirá recuperarse de un estado de fatiga general profundo. Para garantizar la tranquilidad indispensable para la mejoría de su salud, el lugar de convalecencia de la princesa será estrictamente confidencial”.

Comunicado oficial. 

De repente, un mes después apareció en Sudáfrica para asistir al funeral del rey de los zulúes, Goodwill Zwelithini. Y su agenda continuó en su país de nacimiento. Se dedicó a hacer campaña en contra de la caza furtiva de rinocerontes, siguió colaborando con su Fundación, participó en diferentes actividades relacionadas con el medio ambiente… Hasta que serios problemas médicos en nariz, oídos y garganta le impidieron continuar con su vida normal y le hicieron regresar a Mónaco con el príncipe Alberto (63) y sus dos hijos, Jacques y Gabriella (6). Hasta tres operaciones le tuvieron que realizar para atajar la grave afección de la que ahora se está recuperando.

El runrún sobre otro nuevo distanciamiento, y en esta ocasión mucho más evidente que todos los anteriores, provocó un estado de alarma generalizado que la corte monegasca intentaba atajar de forma vacua.

Fue unas semanas antes del enlace de Alberto y Charlene, que tuvo lugar el 2 de julio de 2011, cuando surgieron las primeras supuestas desavenencias entre la pareja. La revista francesa L’Express se hizo eco de que la futura princesa había intentado huir del principado en tres ocasiones. Al parecer, en mayo de 2011 hubo dos intentos, recluyéndose en la embajada sudafricana en Francia mientras ultimaba los detalles de su vestido de novia y durante el Gran Premio de Mónaco. La tercera fue la más oscura, siniestra y peligrosa porque aseguran que Charlene estaba a punto de coger un vuelo de Niza a París y de allí a Johannesburgo porque habría descubierto la existencia de un tercer hijo ilegítimo de Alberto. Le quitaron el pasaporte y la mandaron de vuelta a casa. De ahí que el día de su boda muchos se preguntaran a cuento de qué venían tantos lagrimones. Parecía una novia que iba al matadero.

Boda de Charlene y Alberto de Mónaco. 

Los más malévolos la apodaron 'la Princesa Prisionera'. La cosa no mejoró durante su luna de miel en Sudáfrica que pasaron en hoteles diferentes “por cuestiones prácticas”, según el Príncipe soberano, que aprovechó aquellos días para reunirse con diferentes miembros del COI. Aunque ‘la pareja real’ dio una fiesta para todos aquellos amigos que no pudieron asistir al principado, de puertas para adentro aseguran que no todo era felicidad. Charlene habría pedido una prueba de paternidad para estar segura de que su marido no tenía otra sorpresa escondida tras la aparición de sus otros dos hijos, Jazmin Grace (27) -su madre es la excamarera californiana Tamara Rotolo- y Éric Alexandre (18), fruto de una fugaz relación con la azafata togolesa Nicole Coste.

Según las leyes de este Estado soberano, ninguno de los dos tiene derecho al trono, aunque el príncipe lo tiene reconocido oficialmente. Por este motivo, tendrán derecho a un porcentaje de su vasta fortuna que, según los expertos, asciende a unos 1.000 millones de dólares. Una cifra probablemente muy por debajo de la real ya que los Grimaldi son una de las tres familias más poderosas de Mónaco junto a los Pastor y los Nouvion.

Lo fundamental es que la princesa ya está en casa, aunque no sea en palacio. Charlene vive en una propiedad cercana, en compañía del servicio, con la tristeza de no poder celebrar con los monegascos el Día Nacional, una de las fechas más entrañable para los Grimaldi pues se remonta a 1857, cuando el príncipe Carlos III fue el artífice de que se creara un estado moderno con los tres símbolos nacionales más distintivos: el himno, el escudo y la bandera. Por ello también se llama el Día del Soberano.

“Durante el periodo transitorio, la Pareja Principesca solicita que se respete su vida privada y su entorno familiar. Las informaciones sobre el restablecimiento de la princesa serán comunicadas en las próximas semanas y antes de la Navidad”, afirma el citado comunicado.

COMPARTIR: