28 de marzo de 2024
|
Buscar
FIN DE SEMANA

El director manchego menosprecia al ministro de Cultura José Manuel Rodríguez Uribes por su escasa implicación con el séptimo arte

Pedro Almodóvar rompe con 'el clan de la ceja': El cineasta carga contra el Gobierno de Sánchez

Pedro Almodóvar está en cines con 'La voz humana', obra con la que debuta en inglés. El manchego, que sigue defendiendo posiciones progresistas, ha roto con el Ministerio de Cultura por el escaso bagaje de Uribes en el mundo artístico.

Ha debutado Pedro Almodóvar en inglés. El director español más internacional está en salas con 'La voz humana', corto de 30 minutos basado en un monólogo de Jean Cocteau que protagoniza la actriz Tilda Swinton.

El manchego asegura que "quería experimentar cómo me movía dentro del idioma, cómo me veía a mí mismo dirigiendo en inglés. Prefería hacerlo en pequeño formato porque en una película larga no me atrevía. Al final, no solo me he dado cuenta de que sí podía dirigir en inglés, sino que además la elección era muy oportuna, porque es un texto muy melodramático".

"La situación de esta mujer es carne de bolero y el inglés proporciona una especie de distancia. El español es muy caliente, el inglés atempera el melodrama. Se me ha quitado mucho miedo del que tenía para rodar en inglés. Si rodara una película con Tilda ahora no sentiría ningún miedo, no sé qué pasaría con otras actrices", añade.

Pulso con Uribes

El manchego ha roto el 'clan de la ceja' y ha mostrado su distancia con el ministro de Cultura y Deporte José Manuel Rodríguez Uribes, que según ha declarado en una entrevista concedida a El Diario e Infolibre es "muy político"

Aun así Almodóvar no apuesta por la crispación política sobre la gestión de la pandemia: "Es muy descorazonador, muy desmoralizante. Me escandaliza, me entristece, me desespera. Me da la impresión de que, lejos de arreglar las cosas, el túnel en el que estamos es más profundo y más oscuro que antes. Me parece terrible. El enfrentamiento político es uno de los grandes problemas que tenemos y de tanta dimensión como una pandemia descontrolada y atroz como la que estamos viviendo".

'La voz humana'.

Y deja claro que ni mucho menos apoya a partidos como el PP o Vox: "El hecho de que haya partidos que utilizan la pandemia para atacar al Ejecutivo me parece el peor uso que se puede hacer de la democracia. Yo estoy asustado e indignado. Me planteo si a los políticos les llega lo que pensamos las personas de la calle, porque no creo que sea el único; el disgusto y la falta de esperanza es generalizada. Estamos viviendo una época complicadísima en todos los aspectos y este enfrentamiento lo único que hace es enmarañarla mucho más".

Posteridad

Almodóvar asegura que no piensa en la posteridad "ni creo tampoco en ella. Todo indica que mi obra sí va a mantenerse después de que yo ya no esté aquí, pero no tengo una postura al respecto, porque el hecho de no tener el soporte de ningún credo... es durísimo, yo preferiría tener cualquier tipo de fe, porque me ayudaría para todo, incluso para el modo en que siento mi propia obra. Mi propia obra la vivo intensamente, no hay otra cosa en el mundo más importante y que me llene tanto, pero la siento en el momento de hacerla. Una vez pasado ese momento, es como si no existiera".

Sobre su labor en favor de los derechos del colectivos LGTBIQ, asegura que hace años "trataba de imponer las historias bajo mi punto de vista y olvidarme de qué se pensaba a mi alrededor, de qué era lo habitual. Yo traté no ya de hablar, por ejemplo, de la transexualidad, de la homosexualidad o del travestismo como algo entrecomillado y especial y exótico, sino que le daba carta de naturaleza en mis películas, porque de hecho formaban parte de mi vida. Eso se convirtió en algo único, porque no había muchos directores que hablaran de personajes LGTBIQ —hay que decir "Q+" ahora, que van añadiendo las letras—".

"Me alegro mucho de haber sido de los pocos. Pero en mí lo que había era naturalidad. Si alguien no lo veía natural, ese ya era su problema. Yo era consciente de que no estaba normalizado en la sociedad, pero el hecho de ser director y guionista de una película te da mucho poder, te da el poder de imponer una historia de acuerdo con cómo tú la ves. Entonces yo... yo la impongo con todo ese poder. Impongo una realidad como si fuera la única realidad", explica.

 

COMPARTIR: