23 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Fernando Vilches, profesor titular en Lengua Española en la Universidad Rey Juan Carlos opina que esto no influye en el habla de los jóvenes

Desvelamos los errores lingüísticos de las canciones top de tus artistas favoritos

Leísmo, laísmo, mal uso de los verbos... Los errores que se cometen en las canciones son tantos como los que se cometen en cualquier conversación diaria. Hablamos con Fernando Vilches, el profesor titular en Lengua Española en la Universidad Rey Juan Carlos para saber qué opina sobre este tipo de usos de la lengua y la trascendencia que pueden llegar a tener en el habla, sobre todo, de los más jóvenes.

Vivimos un momento en el que, en la mayoría de las canciones, prevalece la música y la sonoridad que aquello que expresan. Puede que sea precisamente por eso por lo que los errores gramaticales son cada vez más usuales. Sin embargo, estos fallos lingüísticos no son una novedad. Los encontramos en canciones de Cecilia, de Danny Ocean o del mismísimo Joan Manuel Serrat.

El profesor titular en Lengua Española de la Universidad Rey Juan Carlos, Fernando Vilches, opina que, en muchos casos, los errores gramaticales que se cometen son “licencias poéticas” y tienen más que ver con la psicología de la lengua que con la gramática en sí.

La psicología de la lengua y la norma

Sin ir más lejos, se tiende a señalar errores como el de Joaquín Sabina en ‘Cuando era más joven’, donde usa “me he visto” en lugar de me vi, cuando un tiempo perfectivo sería más adecuado. En el primer caso, el pretérito perfecto compuesto indica una relación entre la acción pasada que se expresa y la situación actual, el presente. Sin embargo, el pretérito perfecto simple –me vi, en este caso– presenta una acción acabada. Vilches opina que es una licencia poética correcta, puesto que la acción que se expresa puede ser muy cercana al interlocutor, por el motivo que sea.

‘Me rehúso’, un éxito con errores

Hace ya casi cinco años del lanzamiento de ‘Me rehúso’, una de las canciones que marcaron el verano de 2017. Sin embargo, el propio título de la canción constituye un error gramatical, pues el uso del verbo rehusar no es el correcto. Según el Diccionario Panhispánico de Dudas, “es incorrecto utilizarlo con el régimen de ‘negar’, esto es, como pronominal con un complemento introducido por ‘a’”, como, por ejemplo “me rehúso a darte un último beso”.

Portada de la canción de Danny Ocean.

El miedo al dequeísmo y otros líos lingüísticos

La mítica Concha Velasco, en ‘La chica yeyé’, ya mostró su miedo al dequeísmo. “No te quieres enterar que te quiero de verdad”, decía, omitiendo la preposición de, probablemente para que la letra fluyera mejor con el ritmo de la canción.

Sin embargo, hay otros casos, como Antonio Orozco y Malú en ‘Devuélveme la vida’, cuando dicen aquello de “te pido perdón a sabiendas que no los concedas”. Ese mismo temor al dequeísmo sumado a un tiempo verbal que no acaba de concordar con el resto de la oración tiene como resultado un verso que es un lío lingüístico en sí mismo.

‘La suerte de mi vida’ y los adjetivos posesivos

Uno de los errores más generalizados en el habla cotidiana es el mal uso de los adjetivos posesivos con adverbios. Encima suya, al lado mío y muchas otras construcciones similares son muy frecuentes en las conversaciones de toda España, y un grupo tan propio del país como lo es El Canto del Loco servirá de ejemplo. En su canción ‘La suerte de mi vida’ podemos escuchar a Dani Martín diciendo “quiero sentirte siempre muy cerca mío”, y es que la alternativa correcta, cerca de mí, no rima con “frío”, el final del siguiente verso.

La ‘d’ final del imperativo, en peligro de extinción

Después de la gira de Agila, Extremoduro sacó un álbum en directo al que llamó Iros todos a tomar por culo. Ciertamente, la forma preferida por la Real Academia Española de la Lengua sería idos, pero desde 2017 considera válido el uso de iros, ya que su uso se extendió incluso entre hablantes cultos.

Sin embargo, sí podemos observar un pequeño error en Mediterráneo de Joan Manuel Serrat, cuando canta “si un día para mi mal viene a buscarme la parca, empujar al mar mi barca”, aunque este pequeño error del maestro queda corregido en uno de los siguientes versos, donde usa la forma “dejad”.

Leísmo, laísmo y música

El leísmo y el laísmo son muy comunes en ciertas zonas de España. Es por eso por lo que algunos cantantes, como en este caso Cecilia, pueden cometer este error tan usual. En ‘Un ramito de violetas’, la joven se preguntaba “¿Quién la escribía versos?”, “¿quién la mandaba flores por primavera?” y “¿quién, cada nueve de noviembre, como siempre, sin tarjeta, la mandaba un ramito de violetas?”, aunque la forma correcta sería le.

También el dúo de gaditanos Andy y Lucas comete este tipo de error diciendo “su amor no le tengo” en la canción '¿De qué me vale?', cuando la forma correcta es lo.

Errores sin trascendencia

El cantante colombiano Camilo, conocido por su peculiar bigote y sus pegadizas canciones, en su canción ‘Pesadilla’ ha incluido la forma volvido en lugar de vuelto. En este caso, es evidente que es una licencia que se ha tomado porque quería dejar el resto de la canción como estaba, ya que nada más usar esta forma errónea, aparece una marioneta que le corrige en los coros.

Según el profesor Fernando Vilches, “el hecho de que algunos cantantes hagan un uso del lenguaje completamente agramatical no influye para nada, porque los jóvenes tienen claro cuál es el lenguaje de las redes y demás, y por otra parte la norma, lo que han aprendido durante su formación”, y se puede afirmar que, en este caso, es de agradecer que los jóvenes “escuchen más la música que la letra”.

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