18 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Una mujer sobrevive después de dos días congelada o un niño carece de daños tras tener unas llaves incrustadas en el cerebro

Diez milagros sorprendentes que han dado la vuelta al mundo

Una mujer congelada.
Una mujer congelada.
Un milagro es, según la RAE, “un hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino”. En el mundo hay numerosos casos inexplicables, de recuperaciones de enfermedades terminales o de personas que sobreviven a terribles accidentes. Entre los más sorprendentes se encuentra el del niño ileso tras clavarse las llaves de un vehículo en un ojo o el de una mujer que sobrevive tras permanecer dos días congelada.

Siempre hemos oído que los "milagros" existen. Algunas personas los relacionan con poderes sobrehumanos, otras personas, aún no creyendo en ello no pueden darle una explicación médica y dudan. Otras, simplemente, afirman que no podemos explicar el suceso pues aún no sabemos casi nada de casi todo.

El hecho es que la vida de algunas personas da un brusco giro tras sufrir un accidente o detectar una enfermedad, sin embargo, en ocasiones sucede algo “divino”, inexplicable, y las secuelas o daños desaparecen de un día para otro. A estos sucesos misteriosos algunos les llaman “milagros”.  

La extraña enfermedad de Anna Beam  


La historia de esta niña ha servido de argumento para la película de 2016 “Milagros del cielo”. En ella se narra la historia real de Anna Beam, una niña que sufría de una extraña enfermedad que no tenía cura.  

Anna, desde muy pequeña, sentía fuertes dolores abdominales y sufría vómitos. Cuando tenía 5 años, sus intestinos quedaron obstruidos y tuvieron que someterla a una cirugía de emergencia que le salvó la vida aunque quedó con un trastorno de seudoobstrucción que le impedía comer y tenía que ser alimentada por sonda
 
Un día Anna y su hermana jugando, treparon por un árbol de más de nueve metros de altura con la mala suerte de que Anna se cayó del árbol y se dio un golpe en la cabeza que pudo ser letal. Poco después de la caída, Anna experimentó “un milagro” porque se curó de su enfermedad abdominal.  

Además de curarse de la enfermedad del estómago, la niña quedó intacta tras la peligrosa caída, asegurando los médicos aseguraron que era muy extraño que cayese de nueve metros de altura y no tuviese parálisis o huesos rotos.   

Dar a luz sin útero  

El extraño caso sucedió en los años 80, cuando Margaret Martin asombró al mundo dando a luz a un niño a pesar de no tener útero. Sus doctores afirmaron que le habían realizado una histerectomía total meses antes.  

La mujer neozelandesa, de 30 años, consultó a sus médicos porque creía que estaba embarazada, pero no la creyeron. Después de realizarle varios exámenes ginecológicos se pudo comprobar que dentro de su vientre estaba creciendo un niño y se registraban latidos de un corazón.  

La única explicación, según el equipo médico, es que uno de los óvulos de la mujer fuera fecundado antes de la operación. El óvulo descendió las trompas de Falopio y quedó adherido a su intestino. Pero según varios diarios, entre ellos el diario “El País”, aseguró que la probabilidad de supervivencia y nacimiento normal era de una entre millones. A pesar de las dificultades para que el niño naciese, Martin finalmente dio a luz de forma natural.   

El viaje al cielo de Colton  

Colton fue operado de emergencia por peritonitis y mientras era intervenido, afirmó que vio como su alma se desprendía de su cuerpo y se iba al cielo. Durante varios años, el joven contó a sus familiares lo que había visto y después contó al mundo sus testimonios que sirvieron de argumento para la película llamada “El cielo sí existe” que se estrenó en 2014 y se convirtió en la quinta película más taquillera de Estados Unidos sobre un tema cristiano.  

Además, el chico escribió un libro que se ha publicado en más de 27 países y se han vendido más de nueve millones de ejemplares en todo el mundo, “El cielo es real”.  

Colton posa con sus padres en la presentación de su libro, "El cielo es real". 

Según el joven, “el cielo está lleno de ángeles y hay un gran arco iris, además de muchos animales, es una sensación de inmensa paz”. En la actualidad, Colton tiene 21 años y sigue transmitiendo su mensaje de fe a todos los que le quieren escuchar.   

Sobrevivir después de dos días congelada 

El cuerpo de una mujer de Carolina del Norte, Amy Moore fue congelado en 2019 tras sufrir una “muerte cardíaca repentina”. Moore no tuvo pulso durante 20 minutos.  

La televisión de Estados Unidos, narró que la mujer de 38 años se desplomó cuando estaba en su trabajo y fue trasladada a un hospital local. Los médicos sometieron a Amy a un procedimiento llamado hipotermia terapéutica, que consiste en disminuir su temperatura corporal por debajo de los 35ºC. 

Cuando pasaron dos días Amy sobrevivió “milagrosamente”, solo sufrió pérdidas de memoria y los médicos afirmaron que era “asombroso”.   

Juan José Barragán, “el joven salvado por el santo Juan Diego” 

Un joven mexicano se arrojó de un apartamento a diez metros de altura en los años 90. El joven sobrevivió y su madre dice “que el responsable del milagro es el santo Juan Diego, santificado en 2002 por el papa en México.  

La madre pidió al santo que sanara a su hijo, después de que los especialistas no le dieran probabilidades de salvarse tras una severa fractura en el cráneo. Al tiempo, el joven salió caminando por su propio pie y sin ninguna secuela.   

La paciente del médico Alan Irvine  

Una paciente de 74 años sufría un agresivo cáncer de piel y después de 20 semanas evaluando sus escasas probabilidades de superar el cáncer, la mujer se curó por completo. Cuando la mujer ingresó en el hospital, su pierna estaba llena de erupciones de color morado y rojo y su única opción era la amputación porque las radioterapias no le darían resultado.  

Unos meses después y sin realizarle la amputación los exámenes médicos confirmaron que no había rastro de su enfermedad y que había desaparecido “sola”. La paciente pensó que había sido una intervención de Dios porque había besado una figura religiosa en el periodo de tiempo que estuvo hospitalizada.  

Una llave en el cerebro  

Es el caso de un niño estadounidense de 20 meses, Nicholas Holderman, que se recuperó por completo después de tener unas llaves en su cerebro en 2008. El niño estaba jugando con sus hermanos cuando se tropezó y cayó sobre las llaves del vehículo de sus padres. Las llaves le atravesaron el párpado y penetraron su cerebro, según una radiografía.  

Una radiografía en la que se ve unas llaves incrustadas en el cerebro. 

Después de que una unidad médica le llevase al hospital, el niño estuvo seis días hospitalizado. Los médicos lograron sacar las llaves del cerebro sin ningún daño y, 15 minutos después, examinaron la vista del menor y vieron que quedó sin secuelas. Sin duda fue un milagro que, después de tener clavadas unas llaves en el párpado, el ojo quedase intacto.  

Un disparo y no volver a caminar 

Una bala impactó en el cuerpo de Natalia García Mora, una niña de 8 años que vivía en Medellín (Colombia). El proyectil dañó el pulmón izquierdo, la médula espinal y la columna vertebral.  

El diagnóstico fue que la pequeña nunca volvería a caminar. Después de 20 días de intervenciones quirúrgicas, Natalia volvió a casa en silla de ruedas. Unas monjas de Blanquizal hicieron una novena a la Madre Paula por la salud de la niña y durante esas oraciones, la niña volvió a caminar.  

La menor comenzó a andar en su primera sesión de fisioterapia y los médicos quedaron estupefactos  

3 días de vida que se convirtieron en 19 años 

Jan Grzebski fue un trabajador de ferrocarril polaco que quedó en coma en 1988 tras sufrir graves heridas en su cabeza cuando intentaba conectar dos vagones de tren. Un vagón le dio un golpe en la cabeza que le destrozó la mandíbula y le dejó inservible el ojo izquierdo.  

Después de estar un mes en el hospital, los médicos lo enviaron a casa, pero le dieron tres días de vida que se convirtieron en 19 añosGrzebski estuvo en coma cuatro años y quince años después, en 2007 logró recuperar el habla, momento en el que decidió contar su experiencia.  El hombre afirmó que su recuperación fue gracias a su esposa porque le cuidó en todo momento.   

Salió ileso después de tragarse unas tijeras 

Un niño de 12 años, llamado Curtis Francis, en 2010, decidió tragarse unas tijeras. La madre se percató de la situación tras observar que el niño tosía sangre y hacía ruidos de pánico.  

Una vez llevado al hospital, los médicos le quitaron las tijeras con anestesia general y le dijeron que tenía mucha suerte de no haber sufrido ninguna lesión o daños permanentes.   
 

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