20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El expresidente de Teléfonica sufrió dos infartos seguidos lo que provocó que pasara varias semanas en coma y hace quince días despertó

Isabel Sartorius, el gran apoyo de César Alierta en su recuperación tras un complicado verano

Isabel Sartorius.
Isabel Sartorius.
El de 2020 no ha sido un buen verano para Isabel Sartorius. Durante semanas su pareja, el empresario César Alierta, ha estado en coma tras sufrir dos infartos. El que fuera presidente de Telefónica durante años inició una relación con la que fuera pareja del actual Rey de España Felipe VI en 2012 y, aunque han atravesado momentos de enfriamiento, esta complicada situación parece haberles unido aún más. Isabel, de 55 años, ha protagonizado las revistas del corazón durante años con sus romances.

El empresario César Alierta, el que fuera presidente de Telefónica, se recupera del coma. Hace quince día despertó y poco a poco ha comenzado a comer e incluso a pasear. Alierta sufrió una parada cardiaca en el mes de julio, por la que ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital madrileño. A su lado siempre ha estado Isabel Sartorius, su última ilusión sentimental. Una relación que parece haberle dado a la ex del Rey Felipe VI la estabilidad sentimental que siempre ha buscado. Sartorius cuentan los que la han tratado que “lo ha pasado muy mal” ante los problemas de salud de su novio, pero que nunca ha perdido la esperanza.

Para ella no ha sido un verano fácil. El que fuera presidente de Telefónica entre 2000 y 2016 sufrió dos infartos seguidos. Además, la Casa Real, institución de la que siempre ha hablado con respeto, no pasa por sus mejores momentos. La que fue la pareja de novios por excelencia hace tres décadas no está pasando por su mejor momento.

Fue en el verano de 1989 en Palma de Mallorca cuando empezó todo. Mediaba el mes de agosto cuando la revista ¡Hola! publicó unas imágenes del entonces Príncipe de Asturias con una joven en actitud que no dejaba lugar a dudas sobre el vínculo que los unía. Ella era cuatro años mayor que él. Una rubia de ojos verdes que parecía salida de una serie estadounidense. Pronto lo supimos todo sobre ella. Que se llamaba Isabel Sartorius, que era hija de los Marqueses de Mariño, que sus padres estaban divorciados, que había pasado su adolescencia en Perú, que había estudiado en Estados Unidos y que había sido novia de Riky Fuster, amigo del Príncipe.

César Alierta.

Treinta y un años después, el verano ha sido muy distinto para los protagonistas de esa foto. El joven apolíneo y rubicundo se ha convertido en Felipe VI, Jefe de Estado, y las canas han cubierto su pelo del mismo modo que la arrugas han asomado en su rostro como si el peso del poder lo hubiese puesto años encima. El agosto de 2020 ha sido el más complicado de su reinado. La marcha de su padre, el Rey Emérito Juan Carlos I han puesto a todos los focos apuntando al hoy Rey de España que ha asistido a unos meses en los que el goteo de escándalos sobre la vida privada del Emérito y su dinero en Suiza lo han marcado.

La relación entre Alierta y Sartorius surgió hace tres años, en 2017, cuando ambos participaron en un viaje filantrópico de la Fundación Telefónica a África. En ese momento el empresario no pasaba por su mejor momento ya que estaba muy afectado por la muerte de su esposa Ana Cristina Placer sucedida en 2015.

Isabel Sartorius después de muchas relaciones fallidas, parecía al fin encontrar un amor estable. Sin embargo, las cosas no fueron sencillas al principio. El empresario no soportaba la presión mediática que suponía estar unido a una mujer siempre presente en las revistas del corazón. Sin embargo, con idas y venidas, la relación ha continuado sin que, tal y como se especuló en los medios, se decidieran a vivir juntos.

Una vida sentimental ante los focos

 

Cuando en 1993 finalizó el romance entre el Príncipe Felipe e Isabel Sartorius, ésta heredó algo con lo que no contaba: la fama. Desde entonces no ha dejado de ser protagonista de las revistas del corazón con sus idas y venidas sentimentales.

Intentando huir de la prensa se trasladó a Londres, pero no le sirvió de nada. Allí la fotografiaron con la pandilla de la actriz porno Koo Starr y en Nueva York con José María Cano.

Isabel y el Príncipe fotogrfiados en 1989. 

 

A su vuelta a Madrid vivió su romance más polémico con Javier Soto con el que tendría a su hija Mencía. Nunca quedaría del todo claro si se habían casado o no, tal y como publicó en su momento la revista ¡Hola!. Lo cierto es que, tras el nacimiento de su hija en 1997, Javier trocó sus apellidos para ser Soto Fitz-James Stuart. Luego se casaría con María Chávarri, hermana de otro nombre popular, Marta Chávarri, que en los 90 ocupó casi tantas portadas como Isabel.

Luego tendría relaciones con Fernando Ballvé, un rico heredero dueño de la empresa cárnica Campofrío y de Telepizza fallecido en 2009 que estuvo casado con Sandra Macaya, hija de Cristina Macaya, y con el hermano del actor Francis Lorenzo.

Tras estos fracasos sentimentales intentó lanzarse como empresaria de bolsos y como colaboradora televisiva. En esos años su tía Carmen dio el salto a los ruedos del corazón cuando se supo que había presentado una demanda de paternidad contra Ricardo Gómez-Acebo y Calparsoro, Marqués de la Deleitosa, sobrino político de la Infanta Pilar, y marido de Paloma Botín, hija del célebre Emilio Botín. Finalmente, la Justicia dio la razón a Carmen y su hijo Jaime fue reconocido descendiente del yerno del banquero.

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