29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

CADA VEZ MÁS PERSONAS SE ACERCAN A ESTOS CAMPOSANTOS PARA RELAJARSE CON SU ARQUITECTURA Y SU ENTORNO NATURAL, además de visitar a sus difuntos

Un paseo por los cementerios más bonitos de la geografía española para visitar en el Día de Todos los Santos

Ruinas de Santa Mariña de Dozo, Cambados.
Ruinas de Santa Mariña de Dozo, Cambados.
En la festividad de Todos los Santos personas de toda España acuden a los cementerios de sus localidades a rendir homenaje a sus fallecidos. Flores y velas llenan estos espacios a menudo relacionados con lugares lúgubres. Sin embargo, en muchas ocasiones, son también lugares dotados de una belleza especial. Elcierredigital.com repasa los camposantos más bonitos de la geografía española.
Existe el tópico extendido de que nuestros cementerios son lugares lúgubres que solo se visitan en fechas muy concretas frente a los de otros países, como los anglosajones, que suelen ser lugares que invitan a pasear y a disfrutar de su belleza como si de un parque se tratara. Esto, con ser cierto, no lo es del todo. “El Cierre Digital” repasa los diez más bellos que hay en nuestro país. 
 

1.- Castro Urdiales (Cantabria)

 

Castro Urdiales, Cantabria.

Este cementerio reúne un conjunto de monumentos funerarios que son todo un repaso de los distintos estilos que han marcado la historia de la arquitectura y de las artes decorativas: neóclasico, eclecticismo, neomedievalismo, modernismo, gótico, art decó, etc. A esto hay que sumar la belleza del lugar donde se ubica, una loma sobre el mar.

El proyecto tiene la firma del arquitecto Alfredo de la Escalera y Amblard, que lo diseñó en 1885 mezclando lo clásico con las nuevas tendencias de la época, práctica nada habitual en tumbas, capillas funerarias, panteones y nichos.

2.- Cementerio Municipal de La Carriona en Avilés (Asturias)

 

 

Cementerio Municipal de La Carriona en Avilés (Asturias).

Construido en el siglo XIX fue diseñado por el arquitecto Ricardo Marcos Bausá, quien también formó parte del grupo de arquitectos que construyó la Ciudad Lineal en Madrid. Este cementerio destaca por las esculturas simbólicas que presiden los panteones. La tumba más célebre es la del escritor Armando Palacio Valdés, uno de los principales autores de finales del siglo XIX y principios del XX, cuya famosa obra, “La hermana San Sulpicio”, ha sido llevada varias veces al cine.  Un medallón con su imagen y las letras de “Viajero, si algún día escalas las montañas de Asturias y tropiezas con la tumba del poeta, deja sobre ella una rama de madreselva. Así Dios te bendiga y guíe tus pasos con felicidad por el Principado”, presiden la tumba del escritor.

3.- Alcaudete (Jaén)

 

Alcaudete (Jaén).

Es el cementerio más antiguo de la provincia andaluza. Contiene una capilla que data de 1511, en la que destacan varias cabezas de querubines. El fresco es obra de Melchor de Raxis.

4.- Montánchez (Cáceres)

Es uno de los más curiosos de nuestro país, presidido por un castillo árabe muy visitado. Desde el camposanto se disfruta de las vistas de la Sierra de Montánchez a más de 700 metros de altura. El cementerio fue construido en 1810 y en él destacan las capillas del Carmen y San Pedro y las dos entradas principales adornadas con diversos elementos decorativos.

5.- Santa Mariña de Dozo en Cambados (Pontevedra)

 

 

Santa Mariña de Dozo, Cambados. 

El cementerio “más melancólico del mundo”. Así describió Álvaro Cunqueiro al bucólico cementerio de Santa Mariña de Dozo, ubicado en la ladera del monte de A Pastora en Cambados. 

Declarado Monumento Histórico-Artístico en 1943 y considerado uno de los más bonitos de Galicia, este cementerio alberga en su interior las ruinas de un antiguo templo del siglo XV que todavía conserva sus arcos tallados con bolas y adornados con esculturas de escenas bíblicas. De estas representaciones, una de las más llamativas es la de los siete pecados capitales. Junto al templo se amontonan las lápidas del cementerio parroquial, que acoge los sepulcros de miembros ilustres de la sociedad gallega, como la familia del pazo de Bazán o la esposa e hijo de Ramón del Valle-Inclán, que murieron en la etapa en la que el escritor vivió en Cambados.

6.- Cementerio de Bilbao

También conocido como Vista Alegre, se inauguró en 1902. Conocido por su espectacularidad y el gran número de panteones destacados llevados a cabo por arquitectos reconocidos de la época. Algunos de los más visitados son los   mausoleos de los Martínez Rivas, Ybarra, Olabarri o Chabarri. También destaca el panteón dedicado a la memoria de los Niños fallecidos en 1912 en la trágica evacuación del Teatro Circo del Ensanche.

Cementerio de Bilbao. 

Visitar las tumbas de este camposanto es conocer la evolución de la sociedad burguesa bilbaína. A más dinero, más lujo y más extravagancia. Lógicamente, la escultura tradicional vasca también es un aspecto a destacar. 

7.- Cementerio militar alemán de Cuacos de Yuste (Cáceres)

  

Cuacos de Yuste.

Más que por su belleza este lugar destaca por sus connotaciones históricas. Situado en un recóndito lugar entre montañas, una placa explica su razón de ser: "En este cementerio de soldados descansan 28 de la Primera Guerra Mundial y 154 de la Segunda Guerra Mundial. Pertenecieron a tripulaciones de aviones que cayeron sobre España, submarinos y otros navíos de la armada hundidos. Algunos de ellos murieron en hospitales españoles a causa de sus heridas. Sus tumbas estaban repartidas por toda España, allí donde el mar los arrojó a tierra, donde cayeron sus aviones o donde murieron. El Volksbund en los años 1980-1988 los reunió en esta última morada inaugurada en presencia del embajador de la República Federal de Alemania en un acto conmemorativo hispano-alemán el 1 de junio de 1988." “Recordad a los muertos con profundo respeto y humildad."

Toda una rara avis entre los camposantos nacionales.

9.- Cementerio nuevo de Igualada (Barcelona)

Fue construido entre 1985 y 1994 por Enric Miralles y Carme Pinós con una propuesta que rompe con la imagen tradicional de los cementerios, fusionando arquitectura y paisaje, de forma que queda enterrado y unido con el entorno.

Cementerio de Igualada.

Se entiende como una metáfora arquitectónica del paso entre la vida y la muerte. Un gran tajo en el terreno con muros de cemento en el que se incrustan los nichos componen el espacio de entierro principal. El complejo continúa con áreas de aspecto más clásico, obras inconclusas y una suerte de mausoleos con aspecto tumulario. 

10.- San Froilán (Lugo)

Este cementerio fue construido en 1948 por Eloy Maquieira, uno de los principales representantes de la arquitectura racionalista en Galicia.  

Cementerio de San Froilán. 

El cementerio de San Froilán destaca por la belleza de sus antiguas construcciones funerarias. La más monumental de ellas se encuentra justo a su entrada, es el mausoleo neogótico del siglo XIX diseñado por el arquitecto lucense Cobreros. Su mezcla de diferentes estilos, con pinceladas de la decoración corintia, le llevaron a ser nombrado en 2015 el mejor monumento funerario de España. 

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