Por este mítico club musical en Embajadores han pasado personalidades como el rey Felipe VI, la cantante Lola Flores o el director Pedro Almodovar
Treinta años de la Sala Caracol: De local familiar de Esperanza Aguirre a acoger a neonazis

Quién no ha oído hablar de la mítica sala Caracol. Y sobre todo, de sus problemas con la Justicia, con la que ha tenido varios encontronazos. Son ya conocidas las visitas de los dueños a los juzgados por distintas causas o la de la policía a las instalaciones en numerosas ocasiones.
¿Los motivos? Un concierto neonazi y, finalmente, un desahucio por impago. No son pocos los que recuerdan los míticos conciertos que se celebraron en este lugar o la reunión de caras conocidas del mundo de la música o de la cultura que cada fin de semana se juntaban.
Un local icónico clausurado
Han sido 30 años los que ha estado abierta esta sala mítica de conciertos. Considerada como templo y referente del panorama musical de cada momento, la sala contaba con una capacidad para albergar en su interior a 500 personas, lo que la posicionaba en lo más alto del directo en nuestro país.
En el barrio de Embajadores, en la calle Bernardino Obregón número 18, se daban cita multitud de lenguas y culturas. Allí se ha podido escuchar desde un concierto de Papa Roach a otro de Navajita Plateá. La sala ha sufrido numerosos incidentes a lo largo de su historia y finalmente, hace poco más de un año, en junio de 2022, el Juzgado de Primera Instancia número 40 de Madrid ordenó el cierre definitivo. Sus programadores llevaban varios meses sin pagar el alquiler además de programar conciertos neonazis para disgusto de la propia marca.

Imagen de la fachada de la Sala Caracol.
Ahora, la sala ha vuelto a abrir. Y lo ha hecho de la mano de los organizadores del festival Villanos del Jazz, de los que ha tomado su nombre: Sala Villanos. Los nuevos dueños pretenden darle al local lo necesario para convertirlo en el nuevo epicentro de la vida cultural y musical de Madrid. O, al menos, en un imprescindible.
“Hemos venido a llenar un hueco en las noches de Madrid, a dar nuestra visión de lo que es una sala de conciertos y espectáculos sin precedentes. Nuestra filosofía viene de la experiencia de mil noches imborrables, históricas”, comentaron a los medios de comunicación.
A lo largo de tres décadas en la sala se han celebrado alrededor de 6.000 conciertos, han actuado 4.000 artistas, ha habido 18.000 horas de música en vivo y han asistido tres millones de personas a los conciertos. Ahora, desde que se ha reabierto, hay conciertos casi todas las noches, un comienzo prometedor para superar las viejas cifras.
De Felipe VI a Berlanga
La historia de esta sala nace cuando un grupo de amigas se reúnen con la idea de abrir un lugar donde poder escuchar conciertos en directo en el centro de Madrid. Entre las socias que fundaron esta sala se encontraban Piedad y Rocío Aguirre, hermanas de Esperanza Aguirre.
Al principio se trataba de un tablao flamenco precario, de insonorización deficiente y pésima gestión, al que le pusieron el nombre de Navefénix. Por el lugar pasaron las mayores figuras del jondo. Fue la mismísima Lola Flores, asidua al lugar, la que rebautizó el lugar apostando por Caracol, en homenaje a quien fuera su compañero artístico, Manolo Caracol. En enero de 1995 la sala cambia de dueños, pero el nombre del local se mantiene.

Lola Flores y Pedro Almodóvar en la 'Sala Caracol'.
Por este lugar se han dejado ver multitud de personajes y gentes conocidas, como Victoria Abril, el entonces príncipe de Asturias Felipe de Borbón, Bibiana Fernández, Alejandro Sanz, Luis García Berlanga o Rossy de Palma.
Desde el primer día el local mantenía una relación de hostilidad con la policía, los vecinos y los políticos, que se mantuvo durante mucho tiempo y por la que se vio obligada a cerrar en más de una ocasión para resolver los nuevos requisitos o papeleo.