El director de elcierredigital.com, Juan Luis Galiacho, da una conferencia sobre la televisión en la Universidad de la Experiencia

Dentro del ciclo de conferencias 2018-2019, organizado por la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de la Experiencia (ALUEX) de Albacete, Juan Luis López-Galiacho Perona, doctor en Ciencias de la Información y licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, impartirá el lunes, 1 de abril, una charla sobre “El papel de la televisión: información o entretenimiento”, que tendrá lugar a las 18:30 horas en el salón de actos de la Diputación Provincial.

Juan Luis Galiacho, profesor en la Universidad Rey Juan Carlos, es el actual director de elcierredigital.com un medio con pocos meses de vida, pero que ya se ha situado como referencia dentro del mundo de los sucesos e investigación.

Antes de comenzar su etapa en este medio, este periodista ha desarrollo su trayectoria en El País, La Gaceta de los Negocios, Panorama, Época, Cadena COPE, Telecinco, Radio España, Onda Cero, El Mundo, 13 TV, Antena 3, Cuatro o Telemadrid.

Es autor de diferentes libros, entre ellos, “La rosa y el bastón, Jesús Gil y Gil, el gran comediante”; “Filesa, Las tramas del dinero negro en la política”; o “El oligopolio catalán en los medios de comunicación”, con cuyas tesis se doctoró en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Televisión: entretenimiento o información

La televisión sigue siendo el medio de comunicación elegido por la mayoría de la población para entretenerse. Es hoy el medio de referencia universal y de mayor implantación a pesar de la gran competencia que suponen los llamados “nuevos medios digitales". En muchos países, ver la televisión se ha convertido en la actividad de ocio a la que dedicamos más tiempo.

Las encuestas señalan que el consumo medio en los llamados países desarrollados se sitúa entre tres y cuatro horas por persona y día. En los países donde más se ve la televisión, como Estados Unidos, el tiempo que el ciudadano medio pasa frente al televisor es de casi 4 horas y 50 minutos por día, muy por delante del dedicado a internet y al resto de los medios.

A través del televisor, podemos ver una imagen basada en la selección y la fragmentación, que muchas veces nos construye una realidad “maquillada”, cuando no deformada. En la base de su éxito también cabe situar el gran poder de atracción de las imágenes, que llegan con extrema facilidad y poder hasta nuestra retina. Acceder a una representación del mundo basada solo en las imágenes se ha convertido ya en una actividad rutinaria para la mayoría de las personas.

Pero a pesar de sus grandes fortalezas, la televisión también tiene algunas limitaciones. Una de las más evidentes es que ofrece una representación de la realidad que no siempre resulta rigurosa. Por su propia naturaleza, esta representación se basa en captar y transmitir fragmentos, retazos, del mundo, que suelen ser presentados de manera inconexa y deslavazada.

El director de elcierredigital.com, Juan Luis Galiacho, ya adelantó en agosto que los restos de Franco irían a la cripta de la Almudena

Por otra parte, estamos ante un medio poco eficaz a la hora de transmitir grandes cantidades de información. Así, un hipotético informativo que transmitiera toda la información de un periódico se convertiría en insufrible.

Por eso, los mensajes y enunciados eficaces para la televisión son aquellos que seleccionan muy bien la información que incluyen y se centran únicamente en unas pocas ideas. Por el contrario, cuando se intentan incluir demasiados datos o hechos, el resultado es confuso y difícil de asimilar por el espectador.

El entretenimiento

La televisión sigue siendo uno de los medios de comunicación que más consumimos, especialmente aquellos programas de entretenimiento. Vamos a profundizar un poco en este género de la TV para conocer qué tipo de programas lo conforman.

Encontramos dos grandes tipos, los de ficción y los de no ficción. Los de no ficción se pueden clasificar en concursos, galas, espectáculos, “realities shows”, magazines. Precisamente los magazines son los que más cabida tienen en la parrilla de programación de la televisión; solemos encontrar de humor, de realidad, “talk show” y los llamado “late night show”. En España lo más extendido son los magazines, sobre todo aquellos en los que se mezcla el entretenimiento con la información de actualidad.

Los programas de entretenimiento en televisión de ficción están el cine y la producción ajena y las series de producción propia. La ficción en televisión suele resultar mucho más costosa que el resto de los programas de entretenimiento, sobre todo las series de producción propia, y además con la duda de si realmente van a triunfar entre los espectadores.

La televisión digital

Desde que comenzó su expansión a mediados de la década de 1990, Internet ha experimentado un crecimiento vertiginoso, que hecho saltar las alarmas de la industria televisiva, ante esta inesperada competencia. En el nuevo ecosistema comunicativo se establecen nuevos modos de acceder a la información y nuevas formas de relación entre los productores de programas y las audiencias.

Incluso cabe afirmar que el concepto tradicional de televisión —un flujo continuo de programación al que el espectador se conecta—, ha dejado de ser esencial, dado que ahora es el espectador quien decide qué quiere ver y cuándo desea hacerlo. La televisión convencional parece ir perdiendo fuerza frente a internet, como medio de consumo de contenidos audiovisuales, especialmente entre el público joven.

El director de elcierredigital.com Juan Luis Galiacho, junto al director de Confilegal, Carlos Berbell

Pero, por el contrario, hay quien considera que internet puede ser un buen aliado de la televisión. En realidad, la expansión de la red no ha supuesto un descenso del consumo de televisión, que se ha mantenido estable e incluso ha crecido en los últimos años. Además, internet ofrece un nuevo y poderoso medio de distribución para los contenidos televisivos, que ahora pueden ser ofertados a un público global.

En cualquier caso, la televisión se está viendo obligada a adaptarse a los nuevos tiempos, ya que las circunstancias han cambiado radicalmente. Un medio diseñado para ser visto en compañía de otras personas, en un lugar fijo y de modo pasivo, debe ahora adaptarse a un consumo individual, móvil y participativo.