Adiós a Juan Diego, un histórico del cine y de la Transición: El 'camarada' del PCE con tres Goyas

Juan Diego nació el 14 de diciembre de 1942 en la localidad sevillana de Bromujos. Siempre se refirió a su infancia como un periodo feliz. Con 14 años descubrió el escenario a través del TEU (Teatro Español Universitario) y tres años después sorprendió en la capital hispalense por su participación en Esperando a Godot. Fue entonces cuando tomó la decisión de trasladarse a Madrid para comenzar su carrera profesional. 

Pronto su rostro se hizo conocido en la pequeña pantalla por su intervención en varios espacios dramáticos, empezando por la serie Mi hijo y yo (1962), una ficción en la que compartió protagonismo con María Fernanda Ladrón de Guevara, una de las grandes damas de la escena y matriarca de la saga Rivelles-Larrañaga. En el teatro obtuvo importantes éxitos como con la comedia Historias de media tarde, firmada por Emilio Romero, entonces el periodista más influyente del país. 

En esos años empieza su militancia en el Partido Comunista, entonces clandestino, y conoce al cineasta Eloy de la Iglesia. Junto al radical director vasco da sus primeros pasos en el cine con las dos primeras cintas del este: Fantasía 3 (1966) y, sobre todo, Algo amargo en la boca (1969). Este último film tuvo múltiples problemas con la censura y tardó en estrenarse. Uno de los motivos fue precisamente una escena sin camiseta del actor. 

El verdadero impulso a su carrera cinematográfica se produjo a partir de los años setenta, cuando participó en películas como La criatura (1977), de nuevo a las órdenes de Eloy de la Iglesia; Los santos inocentes (1984), de Mario Camus o Mambrú se fue a la guerra (1986), de Fernando Fernán Gómez. 

Con Irene Daina en 'Algo amargo en la boca' (1969). 

A lo largo de su carrera obtuvo nueve nominaciones a los Premios Goya. La primera por hacer de Franco en Dragón Rapide (1986). Y consiguió el 'cabezón' en tres ocasiones: como mejor actor de reparto por El rey pasmado (1991), de Imanol Uribe y por París-Tumbuctú (1999), la última película de Luis García Berlanga, y como Mejor Actor por Vete de mí (2006), de Víctor García León. Interpretación por la que también consiguió la Concha de Plata a Mejor Interpretación en el Festival de Cine de San Sebastián. 

Más allá de los premios, participó en título fundamentales del cine español en las últimas décadas como Jamón, Jamón (1992), Jarrapellejos (1987), Torremolinos 73 (2003), El séptimo día (2004), de Carlos Saura, sobre el 'crimen de Puerto Hurraco' o El camino de los ingleses (2006), a las órdenes de Antonio Banderas. 

La crítica destacó además su interpretación en la cinta mexicana La virgen de la lujuria (2002), de Arturo Ripstein, y You're the one (2000), a las órdenes de José Luis Garci, donde interpretó a un sacerdote ateo que le generó algunas de las mejores críticas de su carrera. Juan Diego siempre destacó que su trabajo favorito fue en La noche más oscura (1988), de Carlos Saura, donde se metió magistralmente en la piel de San Juan de la Cruz. 

En el plano televisivo su último gran éxito lo recabó en la serie Los hombres de Paco, emitida entre 2005 y 2010 en Antena 3. Su último trabajo en el teatro fue en La gata sobre el tejado de zinc (2017) y en el cine fue en El cover (2021), de Secun de la Rosa. 

'Juan Pliego'

Juan Diego destacó especialmente por su posicionamiento político. Militó durante años el Partido Comunista y se hizo célebre, entre la profesión artística, como 'Juan Pliego', mote que le endosaron porque siempre aparecía con algún manifiesto para firmar. 

Concha Velasco y Juan Diego fueron pareja durante años. 

En febrero de 1975 formó parte de la famosa huelga de actores que paralizó los rodajes, los teatros y la actividad en TVE. En esa época, el actor salía con Concha Velasco. La vallisoletana lo conoció representando una obra de Antonio Buero Vallejo y en ese momento venía de tener una larga relación sentimental con José Luis Sáenz de Heredia, el cineasta favorito de Franco. 

Aunque no dejó de posicionarse a la izquierda del espectro político y manifestarse por las causas que creía justas, rompió su militancia en el PCE tras el fracaso del partido en las elecciones de 1982. Junto con otros nombres como Ana Belén, Víctor Manuel o Cristina Almeida, se enfrentó al aparato del partido que lo expulsó, llegando a enfrentarse al cineasta José Antonio Bardem que siguió fiel a los postulados del Comité Central.