19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El festival de Aranda del Duero generó un impacto económico superior a 10 millones de euros en la ciudad burgalesa

El Sonorama Ribera rompe su techo de asistencia en el 25 aniversario gracias a C. Tangana, Leiva o Izal

El Cierre Digital en
/ Sonorama
El Sonorama Ribera ha cumplido 25 años de vida batiendo su récord de asistencia con 130.000 personas. El festival celebrado en Aranda del Duero (Burgos) generó un impacto superior a los 10 millones de euros gracias a un cartel compuesto por artistas como C. Tangana, Leiva o Izal.

De la abundancia de festivales, con riesgo de burbuja, sobrevivirán los que tengan elementos diferenciales como el Sonorama Ribera, que ha celebrado sus 25 años de vida batiendo su récord de asistencia: 130.000 personas en cinco días. 

Este evento, que cuenta un presupuesto de 4,5 millones de euros y genera un impacto de más de 10, dispara por unos días los habitantes de una ciudad que ronda los 30.000, Aranda del Duero (Burgos). Y es que en el interior de la ciudad se suceden en frenesí conciertos y charangas, con la sanferminera Plaza del Trigo convertida en altavoz de tendencias gracias a las 6.000 personas que cantan bajo el sol y los manguerazos. 

La algarabía de esta ciudad de vino y lechazo se traslada por las noches a las afueras para ver conciertos como los que se celebraron esta edición. Caben destacar los de C. Tangana, Leiva o Izal, relevos de Dr. Explosión, Chucho y Mercromina, que fueron los que abrieron el cartel cuando en 1998 la asociación local Art de Troya puso en marcha un festival indie con la intención de rescatar una tienda de discos que se iba a pique. En ella trabajaba Javier Ajenjo, hoy director del Sonorama. 

Actuación del grupo musical Izal en el Sonorama Ribera 2022. Foto: El Cierre Digital.

A Ajenjo le caen palos por su personalismo, y porque Aranda del Duero se convierte para algunos en un macrobotellón que acaba transmutado en vertedero. Pero lo cierto es que a Sonorama hay que valorarle su apuesta por la escena nacional, más de 200 artistas en esta edición; los precios populares (tanto de abonos como de bebidas), y su organización (baños impecables, guardas de seguridad respetuosos y atención para que no se repitieran dramas como el del Medusa). 

Valoración

Ajenjo ha hecho una valoración positiva de esta edición: "Creemos que ha estado a la altura dentro de la magnitud y todo ha funcionado sin ningún problema reseñable. El de C. Tangana es uno de los grandes conciertos de la historia de Sonorama Ribera y sin duda el que más expectación ha tenido hasta la fecha".

Javier Ajenjo, director del Sonorama. 

"Nos hemos dado cuenta de que tenemos muchísimos fieles. Va a ser imposible desahogar el pueblo, hay un ADN que lleva implícito Sonorama Ribera que tiene que ver con Aranda de Duero. La gente quiere bajar a Aranda y viene para eso. Ha habido un ambiente y una convivencia muy especial que nos ha hecho recordar que por mucho que queramos cambiar esto va a costar, y tenemos que enorgullecernos de que la gente quiera a Aranda. Es difícil valorar esta 25 edición porque hay un cúmulo de sentimientos, pero no se pueden centrar solo en estos cinco días", añade. 

El director asegura que "ha habido momentos de todo tipo: malos, con el problema del festival de Cullera -que a veces se amplifican los problemas en la cultura y volvimos a estar en un foco y tensión compleja-, pero nosotros somos un festival trabajado y preparado y se tomaron medidas sin que hubiera problema. Pero ha habido momentos mágicos, sobre todo en la Plaza del Trigo, en conciertos muy esperados, y el concierto de C.Tangana... Fue espectacular. No es que cumpliera las expectativas, las superó. Y tengo que agradecerle que confiara en que iba a ser especial, y luego cómo ha trabajado, se ha volcado, y ha preparado un espectáculo adaptado a Sonorama, entendiendo a dónde venía". 

"Creo que hemos entendido qué festival queremos tener, en un espacio que tenemos que mejorar porque es de todos los arandinos. Podemos plantearnos cuestiones a futuro, tener unas instalaciones fijas en las que se puedan desarrollar actividades durante todo el año; hablo de baños, de estructuras, vallado, cosas que poco a poco podemos ir haciendo. La gente piensa que es una cuestión de dinero y no tiene nada que ver con eso. Nosotros nos hemos gastado 200.000 euros en baños que vienen a Aranda y se van; es un sinsentido. Imaginad lo que podríamos hacer si tuviéramos baños en el recinto o en el General Gutiérrez, poco a poco claro, y para que sea para todo el año. Esa es la ayuda que necesitamos. Se nos ocurren muchas cosas, pero queremos aprovechar los recursos, hay que ayudar con cabeza", asegura. 

Sobre la limpieza Ajenjo afirma que "tiene que haber una concienciación. Nuestro público está concienciado pero a veces no ponemos los recursos necesarios para lo que genera un festival como Sonorama Ribera. No podemos pretender hacer la limpieza con el equipo habitual, porque les estamos llevando a unos límites que son imposibles de cumplir. Si multiplicamos por 50 la suciedad no podemos aplicar lo mismo en limpieza. Se ha mejorado pero tenemos que seguir mejorando en limpiar Aranda. Al maleducado no le vamos a cambiar, pero sí podemos trabajar en estar más coordinados, tener más contenedores... Hay muchas formas de crecer, pero sobre todo hay que crecer en medios y en calidad. Tenemos un proyecto a cinco años para lograrlo y dotar a Aranda de recursos para afrontar el futuro". 

Y remata: "Tenemos también una identidad que es la de Aranda. Porque cuando vas a un festival fuera, el 90% es de fuera, pero es que aquí hay mucha gente de Aranda que quiere disfrutar de Sonorama Ribera. Eso ya de por sí es un grueso de la expedición, y cada vez hay más gente que quiere venir. El sábado tuvimos que cortar la venta de entradas porque no había manera de pararlo. Una cosa es lo que uno quiere, y otra lo que debe. Hay que reflexionar y ver dónde podemos llegar. Hemos sacado este año mucha información del Picón y hemos aprendido mucho. Ha sido un recinto maravilloso, la imagen del festival muy buena, y se puede hacer mejor y tardar menos, porque la espera por corta o larga que sea a nadie le gusta, pero hay que tener esa paciencia y respetar, y encontraremos la medida adecuada porque lo que necesitamos en este festival es equilibrio".

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