La reforma que sustituye a la de pandemia, paralizada por el 23-J, plantea una prueba para la universidad “más competencial y menos memorística”
Tres modelos de Selectividad en cinco años: Mayores notas de corte y facilidades para el alumnado

Las pruebas anuales de acceso a la universidad para los alumnos españoles que desean matricularse en un grado universitario se realizaron hace escasos días. Este año, tanto alumnos como profesores han señalado las diferencias que han encontrado entre los exámenes realizados esta ocasión y los que tuvieron que realizar los alumnos hace cuatro años. Y radican, principalmente, en la flexibilidad para elegir las preguntas que se desee contestar, una reducción significativa en el temario y preguntas con enunciados “más sencillos”.
Este modelo de selectividad es el mismo que el Gobierno de Sánchez aprobó de “emergencia” para los alumnos afectados por la pandemia en 2020, y sigue vigente a día de hoy a pesar de que el Gobierno ya ha propuesto la que podría ser la tercera reforma que afecta a las pruebas de acceso en cinco años.
En el año 2019 se realizó por última vez el modelo de examen aprobado con la LOMCE, que entró en vigor en 2013 y que significó el cambio de nombre de la prueba de acceso de PAU a EBAU. Este modelo presentaba muy pocas diferencias con su predecesor, basándose en dos modelos diferentes de cuestionario entre los que los alumnos debían elegir y realizar uno. Ya en 2020, con la llegada del confinamiento en marzo, surgieron multitud de preguntas sobre el desarrollo de las pruebas de acceso a la universidad. Por lo que el Gobierno de Sánchez se vio obligado a desarrollar en dos meses un nuevo modelo de selectividad para los alumnos de segundo de bachillerato que tenían que realizar la prueba ese año.
El modelo en vigor y su efecto en las notas
El modelo de “emergencia” por la pandemia del Covid-19 planteado por el equipo de Pedro Sánchez, que se mantiene en vigor desde entonces, permite al alumnado elegir libremente las preguntas que desea contestar (siempre y cuando sumen un total de 10 puntos). Esta nueva opción “permitía” a los alumnos el “descarte” de temario para estudiar durante la preparación de la prueba y centrarse en realizar los enunciados que le resulten “más sencillos”.
Como consecuencia de estos cambios, en el año 2020 las notas de corte experimentaron un aumento considerable que sigue sin detenerse a día de hoy. La calificación media en selectividad ha aumentado de 8´75 a 10,34 desde que el modelo cambió y actualmente se siguen notando sus efectos. La preocupación entre los examinados aumenta, pues a pesar de conseguir calificaciones más altas también han aumentado las notas de corte de la mayoría de las carreras universitarias, dificultando el acceso a determinados grados que tienen un número muy limitado de plazas.

Alumnos gallegos durante la realización de la prueba de selectividad.
La nueva Ley de Educación (LOMLOE) afectará de nuevo al modelo de examen de selectividad, lo que supondrá la segunda reforma durante el gobierno socialista en esta materia. La entrada en vigor de esta ley estaba prevista para el próximo curso 2023/2024, sin embargo, está paralizada debido al adelanto electoral del 23-J.
Esta reforma plantea una selectividad “menos memorística y más competencial”. Esta paralización ha preocupado a los sindicatos estudiantiles y de profesorado, entre ellos la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE), que “exigió” a través de un comunicado que no se paralice la propuesta de cambio de pruebas. Aunque en realidad, consideran innecesaria la prueba de la EBAU pues sostienen que los alumnos ya se han examinado de todas las materias durante el curso.
El modelo paralizado que debería entrar en vigor en 2024
El modelo paralizado por el 23-J, que fue planteado en julio de 2022 por el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP), tiene como objetivo adaptar estos exámenes a la enseñanza-aprendizaje competencial de la LOMLOE. El Gobierno trabajó en un proyecto de Real Decreto donde se quieren regular las características básicas de la prueba de acceso a la universidad y establecer el procedimiento de cálculo de la calificación de acceso. Hasta el adelanto electoral estaba previsto que entrara en vigor a partir de 2024, con la intención de llevarlo a cabo hasta que se implante en 2028 el nuevo modelo adaptado a la LOMLOE.
La nueva selectividad planteada por el MEFP hace casi un año incorporaba un nuevo ejercicio para valorar la madurez académica del alumnado. Esta nueva prueba se realizaría desde el curso 2023-2024, en la fase transitoria hacia la nueva EBAU, y sustituiría a los exámenes de Lengua Castellana y Literatura II, Lengua Extranjera y Lengua Cooficial. A partir del curso 2027-2028, el nuevo ejercicio sustituiría también los exámenes de Historia de España e Historia de Filosofía, de manera que la selectividad constaría de solo 2 pruebas: la de madurez académica y la de la materia específica obligatoria según el Bachillerato cursado.
Sin embargo, en el reciente proyecto de real decreto de la nueva EBAU se confirmó que esta prueba de madurez académica ya no se realizará a partir del curso 2023-2024 y, en su lugar, se mantendrán los 4 exámenes que caracterizan a la selectividad, aunque con algunos cambios.

Tabla de cambio en el modelo de examen de selectividad. Fuente: Ministerio de Educación, consultado en EducaWeb
Entre las principales modificaciones que establece el MEFP en su proyecto de Real Decreto de la EBAU destaca que el alumnado podrá escoger entre examinarse de Historia de España o Historia de Filosofía. Los estudiantes deberán comunicar su elección en el momento en que se inscriban a la selectividad.
Por lo tanto, en la prueba de acceso a la universidad a partir del curso 2023-2024 se evaluarán las siguientes asignaturas: Lengua Castellana y Literatura II, Lengua Extranjera II, la materia obligatoria de la modalidad de Bachillerato que haya cursado cada estudiante e Historia de España o Historia de la Filosofía. Además, en las comunidades autónomas con lengua cooficial se añadirá un examen sobre la misma, al igual que sucede en la actualidad.

Alumna consultando el reloj durante la prueba de selectividad.
La nueva EBAU tiene como objetivo ser “más competencial y menos memorística”. Por esa razón, dejarán de plantearse tantas preguntas de opción múltiple o de rellenar huecos, así como aquellas que exijan que las respuestas se presenten en solo 150 palabras. Dado que la nueva selectividad incluirá ejercicios menos memorísticos, en los que cada estudiante “deberá reflexionar antes de contestar”, el MEFP plantea aumentar el tiempo de resolución de cada prueba.
Esto significa que la duración de cada examen pasará a ser de 105 minutos en lugar de 90, es decir, 15 minutos más, según especifica el borrador de la nueva norma. Otro de los cambios planteados en el nuevo proyecto se refiere a que el alumnado tendrá derecho a una tercera revisión de los exámenes, en caso de no estar de acuerdo con las primeras dos.