24 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

'ELCIERREDIGITAL.COM' FUE EL PRIMER MEDIO EN INFORMAR DE QUE EL CANTANTE HABÍA CONTRAÍDO coronavirus Y SU ESTADO ERA MUY GRAVE

El mundo de la música de luto: Muere por covid Carlos Marín, líder de 'Il Divo', que popularizó la canción lírica

Carlos Marín.
Carlos Marín.
El cantante Carlos Marín, componente de Il Divo, ha muerto a los 53 años. Ha sido el propio grupo de música el que ha confirmado la nefasta noticia en sus redes sociales. "Con gran pesar les hacemos saber que nuestro amigo y socio Carlos Marín ha fallecido. Sus amigos, familiares y fanáticos lo extrañarán. Nunca habrá otra voz o espíritu como Carlos", escribe el propio grupo.

Tal y como contó Elcierredigital.com, Marín se encontraba ingresado en estado grave en la UCI del hospital Manchester Royal, en Inglaterra. Marín, de 53 años y vacunado contra el covid, estaba entubado y en coma inducido a causa del coronavirus.

La última aparición del cantante fue solo dos días antes de su ingreso hospitalario, cuando en las redes sociales desvelaba algunas fechas de los próximos compromisos del grupo Il Divo, en esta ocasión, en las ciudades estadounidenses de Dallas y Florida para el próximo mes de febrero.

Sin embargo, el 9 de diciembre, el grupo hacía saber que: "Desafortunadamente, debido a una enfermedad, los próximos espectáculos de Il Divo en el Harrogate Convention Center el sábado 11 de diciembre de 2021 y en el Edimburgo Usher Hall el domingo 12 de diciembre de 2021 han sido pospuestos. Se aconseja a los titulares de entradas que las guarden, ya que en breve se hará un anuncio sobre las nuevas fechas reprogramadas. Il Divo lo siente profundamente por sus fans, pero esperan estar de vuelta en el camino y veros a todos allí".

IL Divo

Carlos Marín de 53 años de edad y nacido en Alemania, es de ascendencia española y se crió en Madrid desde los doce años. Su grupo, Il Divo siempre ha destacado por su peculiar mezcla de ópera y pop en canciones de diferentes géneros, y es el referente más importante del mundo de los grupos crossover de música clásica. Desde su debut en 2004, Il Divo ha triunfado en los escenarios más importantes de todo el mundo y ha vendido más de 30 millones de discos.

Descubiertos y unidos por Simon Cowell en 2003, el grupo integrado por el español Carlos Marín (baritono), el suizo Urs Bühler (tenor), el francés Sebastien Izambard (tenor) y el estadounidense David Miller (tenor), se convirtió en pionero de un género musical hasta entonces desconocido cuando en 2004 lanzaron su álbum debut “IL Divo”.

Carlos Marín y su ex esposa trabajan juntos - El Sol de México | Noticias,  Deportes, Gossip, Columnas

Miembros del grupo Il Divo.

Desde entonces, el grupo internacional de cuatro miembros se ha convertido en el líder mundial en su género y ha logrado un éxito sin comparación en todo el mundo, actuando ante personalidades como los expresidentes de Estados Unidos, George Bush, Bill Clinton y Barack Obama, o ante la Reina Isabel de Inglaterra.

Acosado por una fan

Hace unos meses, el cantante Carlos Marín tuvo que hacer frente a un episodio inquietante que arrancó a principios de 2021 y terminó con episodios de acoso sexual y amenazas de muerte tanto hacia él como a su familia. Todo por parte de una mujer que tuvo que declarar hace unos días ante la justicia española. Fue el pasado 23 de septiembre.

Tras meses de investigación judicial, la presunta acosadora del cantante de 'Il Divo' quedó desenmascarada. La mujer era, para sorpresa de todos, una vecina de Barcelona de 72 años que, a pesar de su avanzada edad, fue capaz de inquietar seriamente a la empresa productora del grupo 'Il Divo'. además de al líder de la formación y a su familia. 

A pesar de que la víctima, Carlos Marín, en un principio compadecía a su presunta acosadora, su representante legal llevó el asunto hasta el final ante la gravedad de las amenazas de muerte que sufrieron el cantante y su familia.

Fue a principios de 2021 cuando el cantante tuvo noticias por primera vez de su acosadora. La mujer comenzó a llamar insistentemente a la productora musical que produce y publica los trabajos de 'Il Divo' fingiendo que era una empresaria interesada en arrancar un nuevo proyecto con el “barítono del grupo”, para lo que necesitaba que se le proporcionaran los datos personales y de contacto del cantante.

Carlos Marín.

Sin embargo, la actitud de la presunta empresaria, contraria a las mínimas normas de actuación profesionales, despertaron las sospechas de los trabajadores de la productora y estos se negaron a facilitarle cualquier información o dato sobre la vida del músico. Muchas fueron las llamadas de la presunta empresaria pero Carlos Marín confiaba en que, a fuerza de negativas, ésta terminaría desistiendo. El cantante se equivocaba.

Pronto la supuesta acosadora iba a hacer gala de su tenacidad. En vez de asumir las negativas de la productora, la mujer intensificó las llamadas hasta alcanzar la cifra de una decena diaria. Entre tanta llamada telefónica, la mujer comenzó a dar señales de que no estaba en sus cabales, inventando todo tipo de mentiras para lograr acceder a una conversación en persona con el cantante.

Unas veces insistía en que sólo quería darle los buenos días al equipo de la productora para ganarse su confianza y amistad, en otras ocasiones pedía ayuda para diferentes quehaceres administrativos. A mayor número de negativas, más veces llamaba ella. La presunta acosadora llegó hasta tal punto, que en las últimas ocasiones llamó a la productora pidiendo ayuda para salvar su vida, centrándose en intentar convencer al equipo del cantante de que estaba encerrada a la fuerza en un convento y necesitaba intervención urgente del cantante para rescatarla con vida. 

Propuestas sexuales y bonitas flores

Para entonces, los trabajadores de la productora ya anotaban, grababan y apuntaban con detalle el contenido de las llamadas de la acosadora y los diferentes teléfonos desde los que llamaba la mujer preguntando por Carlos Marín. Folios repletos de disparates que fueron entregando al representante legal del cantante de 'Il Divo', a pesar de que Carlos Marín no quería emprender acciones legales por compasión con una fan.

Sin embargo, cuando parecía que el acoso telefónico iba a terminar, comenzaron a llegar cartas manuscritas escritas por la mujer que fueron subiendo de tono hasta llegar a constituir un presunto delito. La acosadora, al confirmar que su estrategia no daba resultado, decidió dar la cara y dejar de refrenar sus deseos más íntimos. Las cartas a Carlos Marín, siempre precedidas por un “Sr. Barítono”, confesaban sus deseos sexuales con el cantante.

Hasta la productora comenzaron a llegar decenas de folios adornados con bonitas flores, pero con un contenido plagado de propuestas sexuales que harían sonrojar a un actor porno. No se privaba, la mujer, de dar rienda suelta a sus desvaríos sadomasoquistas, superando con mucho los conceptos de vejación o humillación. Sus cambios de humor eran constantes y variaban de una misiva a otra: mientras en algunas se confesaba rendida a los encantos del cantante desde su perspectiva más sensiblera y sentimental, en los siguientes folios se entretenía en describir las humillantes escenas sexuales que recreaba con violencia durante sus imaginarias relaciones con el líder del grupo. El delirio llegaba al punto de describirle con detalle cómo ella, “prisionera en un convento de las clarisas de Barcelona”, era rescatada por el cantante y a cambio se entregaba a él en una relación interminable de escenas de “porno duro”.

Llegado el mes de abril, el cantante Carlos Marín, que hasta ahora había ignorado el acoso continuado de la mujer, en parte para no alimentar sus desvaríos y también por cierto sentimiento de piedad hacia su fan, se vio forzado a cambiar de opinión. En esos meses, la despechada fan se dedicaba a llenar folios y más folios llenos de odio, insultos y vejaciones sin fin hacia el cantante y su familia, con la que llegó a obsesionarse y a la que insultaba repetidamente. En su obcecación, la mujer llegaba a enviar las cartas firmadas y con dos direcciones, una en Madrid y otra en Barcelona. No se ahorró, ni siquiera, enviarle fotografías de una mujer joven (supuestamente ella misma).

Lo que desencadenó finalmente la denuncia del cantante fueron las amenazas de muerte hacia Carlos Marín y su familia. El despacho ASYMECO, con el letrado Alberto Martín a la cabeza, interpuso la correspondiente denuncia solicitando una orden de alejamiento. El letrado aportó entonces todas las pruebas que el equipo del cantante había reunido durante meses, a las que más adelante añadió un álbum de fotos de varios kilogramos de peso que la mujer envió durante el verano. En la denuncia, se insistía en la gravedad de las amenazas y en la situación de estrés que habían desencadenado en su cliente por temor a que su familia sufriera algún daño a manos de la acosadora.

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