'Qué fue del verano de...' (V) 2000: La llegada de Zapatero al PSOE y la caída de Juan Villalonga en Telefónica

El verano del año de 2000 llegó con un José María Aznar exultante tras haber logrado la mayoría abosoluta en marzo de ese año. El líder del Partido Popular vivía un momento de éxito. El eterno político sin carisma se convertía un hombre capaz de convencer a un país que vivía un momento de crecimiento económico situándose entre las principales economías de la zona euro. 

Sin embargo, el inicio de la canícula encontró a Aznar con el nombre de uno de sus hombres de confianza y mejor amigo, el empresario Juan Villalonga, presidente de Telefónica, en el foco público. En esos meses se confirmaba la relación del vallisoletano con Adriana Abascal la 'viuda' de Emilio Azcarrága el todopedoroso amo de Televisa y uno de los hombres más ricos del mundo. Mientras la exmodelo mexicana intentaba abrirse camino en la Jet Set madrileña se hacía pública su historia de amor con Juan Villalonga que dejaba así a la mujer con la que llevaba veinte años casado. Esto provocó la frialdad en las relaciones entre Aznar y Ana Botella con Villalonga. Pero este no era el único problema en el horizonte del empresario. 

Adriana Abascal y Juan Villalonga. 

En junio el periódico el El Mundo publicó una serie de informaciones que acusaban al empresario de utilizar información privilegiada. En julio Villalonga dimitió de la presidencia de Telefónica. Prácticamente aislados socialmente, la pareja Villalonga-Abascal acabó instalandose en Estados Unidos. 

Otro asunto que marcó la política en ese verano fue la elección de José Luis Rodríguez Zapatero como nuevo Secretario General del PSOE en un proceso de primarias no exento de polémicas. Las candidaturas de Matilde Fernández, José Bono y Rosa Díez partían, a priori, como favoritas frete a la del casi desconocido diputado leonés. El 22 de julio de ese año acabó ganando las primarias socialistas gracias al apoyo del PSC. 

Un hito de la televisión 

El 23 de abril de 2000 empezó a emitirse en Telecinco un programa que revolucionó la forma de entender el entretenimiento en televisión: Gran Hermano. La vida de los diez concursantes encerrados en una casa era el contenido del concurso presentado por Mercedes Milá. El programa se convirtió en todo un fenómeno social alcanzado audiencias hasta entonces propias de los grandes acontecimientos deportivos. 

La final emitia el 21 de julio de ese año congregó a nueve millones de espectadores que asistieron a cómo el gaditano Ismael Beiro se impondía al asturiano Iván Armesto y a la vallisoletana Ania Iglesias tras convivir 89 días en la casa de Soto del Real. El éxito del programa hizo que se verano todos los concursantes hicieran giras por todo el país e incluso estrenaran una infumable película El Gran Marciano. 

La canción del verano

Ese año entró para siempre en la vida española el argentino King África con sus particulares estilismos y sobre todo la canción, La bomba. Por otro lado el puerto riqueño Chayanne volvía por sus lídes por con un tema también con influencia musical: Boom Boom. 

En la misma línea del latino se encontraba el vitoriano Raúl que tras no conseguir representar a España en Eurovisión su canción Sueño su boca arrasó en las listas de éxitos conviertiéndose en un ídolo de adolescentes. 

Compitiendo con todos ellos, pero con un estilo diferente pero igualmente festivo, José Francés coló su flamenquito con la canción Fuera de mí en la lista de las canciones más escuchadas durante esa canícula en la que una nueva forma de hacer televisión, los realities, ocupó gran parte de las conversaciones de los españoles y la temática en los medios de comunicación.